Inmunidad híbrida, un «superpoder» extendido
Según dos estudios publicados en el New England Journal of Medicine, las vacunas agregan una capa extra de protección para aquellos que ya sufrieron contagios de coronavirus. Incluso, mantienen un 90% de chances de no recontagiarse a lo largo de un año.
Dos estudios publicados durante la última semana en el New England Journal of Medicine trajeron al mapa global el concepto de “inmunidad híbrida”, una especie de sobreprotección obtenida por aquellas personas que además de haberse infectado de coronavirus, obtienen la inmunidad a partir de las vacunas contra el Covid-19. En este escenario, se aseveró que la vacuna Pfizer/BioNTech, por ejemplo, genera una capa extra de protección ante la reinfección.
Según uno de los estudios, que contó con más de 149 mil participantes a nivel global, las reinfecciones ocurrían hasta cuatro veces más en pacientes que no habían recibido vacunas que en aquellos que se habían dado alguna de las dosis.
La investigación fue realizada a lo largo de casi todo el 2021, coincidiendo con uno de los picos de la variante Delta en Israel y alrededores. En aquella oportunidad, se identificó que no había diferencias significativas en la efectividad de la vacuna para las personas infectadas que contaran con una o dos dosis. ¿Qué significa esto? Que, como aseguraron en varias oportunidades los laboratorios, una dosis alcanzaba para disminuir notablemente los márgenes de reinfección. En Israel, por ejemplo, el Ministerio de Salud decretó que todas las personas recuperadas de Covid-19 debían recibir una dosis única tres meses después de su infección, para reducir los riesgos de un posible segundo contagio.
Ronen Arbel, investigador principal del estudio, aseguró que recuperarse de un contagio de Covid-19 “es como tener una vacuna primaria”. Acto seguido, explicó que aún así los pacientes deben vacunarse, “pero una vez es suficiente para actuar como refuerzo”. Y hacia allí apuntó el segundo estudio, en este caso llevado adelante en Reino Unido. Allí participaron más de 35 mil personas, testeadas entre diciembre de 2020 y septiembre de 2021. Se realizaron PCR cada dos semanas, y se hizo un recorte enfocado específicamente en trabajadores de salud.
¿Cuál fue el resultado que llamó la atención? Que la inmunidad era más duradera en aquellas personas que se habían recuperado de Covid-19 y luego se habían vacunado con Pfizer. Y para muestras, los números nunca están de más… Por ejemplo, un participante sin infecciones previas y con ambas dosis de la vacuna tenía un 85% menos de riesgo de contagiarse hasta dos meses después de la vacunación. Sin embargo, seis meses después el porcentaje bajaba al 51%. Ahora veamos a quienes se vacunaron luego de contagiarse: se observa una protección por encima del 90% incluso hasta un año después de la primera infección y medio año después de la dosis de la vacuna.
En una nota con CNN, la doctora Monica Gandhi, jefa de la División de VIH, Enfermedades Infecciosas y Medicina Global de la Universidad de California, San Francisco, dijo que “puede ser que ver el virus completo de alguna forma para producir respuestas inmunitarias amplias junto con una profundización de la respuesta inmunitaria con la vacunación (ya sea antes o después) confiera la superinmunidad”.
Este concepto de superinmunidad, o “inmunidad híbrida”, permite “un montón de bonificaciones adicionales. Una, que estos estudios están demostrando actualmente, es la durabilidad. La durabilidad es bastante robusta”, explicó Shane Crotty, virólogo y profesor del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas y Vacunas del Instituto de Inmunología de La Jolla. Esta inmunidad híbrida permitirá, además, que el cuerpo forme anticuerpos más diversos y por ende ataque más variantes.
Arbel aseguró que la ómicron “generará más contagios”, pero que las vacunas de todas formas serán seguras; aunque evitó comparar los porcentajes de inmunidad de las vacunas luego de un contagio con esta variante. Ahora habrá que esperar a ver qué influencia tiene la ómicron en estas estadísticas, que fueron recabadas a lo largo de parte del 2020 y casi todo el 2021.
Una cosa es segura: a medida que vayan surgiendo nuevas variantes, la vacunación continuará sirviendo para desarrollar una inmunidad más duradera. Pero es fundamental no negociar la vacunación. En el medio, los laboratorios y los profesionales de la salud continuarán trabajando para que salgamos de esto lo más rápido posible.
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