Dos chefs de Río Negro en el fin del mundo: qué fueron a hacer a Río Grande, Tierra del Fuego

Sebatián Mazzuchelli y Juan Solorza recorrieron Río Grande, en Tierra del fuego, poniendo en valor la cocina patagónica.

Algunos de los protagonistas de la movida de cocina patagónica en Río Grande, Tierra del Fuego, días atrás. Juan Solorza y Sebastián Mazzuchelli fueron parte de este evento gastronómico.

Sandra Ruiz Díaz vive hace 30 años en Tierra Del Fuego, dejó la gran ciudad en 1992 por mejor trabajo, tranquilidad y la construcción de un futuro para su familia.

Descubrió que le faltaba, entre Villa Ballester y Ushuaia, la posibilidad de generar eventos acordes al público de su nueva ciudad de residencia. Aprovechó las posibilidades de la temporada baja (de 1992) para acceder a mayores beneficios. Así consolidó su trabajo como gestora cultural que con el tiempo, y después de muchos estudios, abarcó también el turismo. “Son áreas totalmente inseparables; el turismo sin cultura son paisajes sin historias”, afirma la entrevistada.

Juan Solorza, en una de sus intervenciones, en Río Grande, días atrás.

Desde 2009 preside la Fundación Inti Main y dirige la Residencia artística “Ud. está aquí”, donde han participado diferentes artistas gestores, curadores e investigadores. En plena pandemia fue convocada por la Dirección de Turismo municipal para realizar asesoría sobre destino rural y emergente buscando visibilización de una ciudad tan llena de tradiciones, costumbres e historia para ser contadas como es Río Grande.

Con hijos ya hombres, en 2022 se mudó definitivamente a Río Grande donde encontró otro estilo de vida, más estrechamente vinculado con productores, emprendedores y las posibilidades de fomentar la cultura gastronómica. “Ella misma dice que la gastronomía es el rasgo cultural de un lugar y que este rasgo, muchas veces, trasciende el mapa”.

Días atrás organizó el Encuentro de cocineros patagónicos en Río Grande, donde los cocineros rionegrinos Sebastián Mazzuchelli y Juan Solorza fueron los protagonistas de la gran movida. Ambos tienen una extensa trayectoria gastronómica en la región, además de ser mentores y curadores de eventos, ferias y festivales en toda la Patagonia. El primero es de Cipolletti y el segundo de Catriel.

Sandra Ruiz Díaz, gestora cultural.

¿Cómo surgió la idea de armar este evento?

En 2020 me convocaron como asesora turística cultural de la dirección de Turismo municipal. Aprovechamos al máximo la virtualidad para trabajar, yo desde Ushuaia y el equipo de Turismo en Río Grande. Hacer visibles las bondades de la ciudad a los ojos de los residentes logrando un sentido de pertenencia y luego a los visitantes que ingresaron por tierra a la provincia de Tierra Del Fuego fue uno de los desafíos.

Río Grande es la única puerta de entrada a la provincia por tierra; teníamos que capitalizar eso aportándole un plus de circuitos y actividades a quienes nos visitaban. La ciudad cuenta con gran cantidad de chacras agroproductivas y emprendedores cuyos productos naturales o manufacturados se venden a la ciudad de Ushuaia.

Cocinar es el acto de amor más grande que existe, la posibilidad de unir distintas materias primas pensando en una persona distinta. Me encantan las cocinas perdidas en esos pueblitos donde aparentemente no pasa algo y sin embargo pasan muchísimas cosas. Creo que los mejores momentos se maceran, se adoban, se maridan, se cocinan y se consumen.

Sandra Ruiz Díaz, gestora cultural de Río Grande, Tierra del Fuego

Me parecía fundamental poder mostrar este trabajo a los residentes contando con el apoyo del municipio y de cocineros patagónicos que verdaderamente estén empapados de las idiosincrasias climatológicas de la región. Con Sebastián Mazzuchelli teníamos una deuda pendiente. Él fue jurado en la selección de recetas para un libro que presenté al Ministerio de Cultura de la Nación llamado “Sabores y Saberes con Tradición”.

Se rescataron las recetas ancestrales, rurales, de mar y río y las reversiones más contemporáneas. Intentamos con este libro poder rescatar las recetas que traían los inmigrantes croatas, chilenos, polacos y que se modificaron acorde a los productos posibles. Ahí empezó a hacerse oír la gastronomía puesta en valor por la comunidad de la ciudad.

La gente tenía que conocer a Sebas y a Juan que son dos grandes de la gastronomía patagónica; tenía que escucharlos hablar del Festival del Chef Patagónico de Pehuenia/Moquehue y de tantas experiencias más. Tras esta misión se vivieron dos días intensos de experiencias.

Sebastián Mazzuchelli compartiendo lo que sabe, tras larga trayectoria gastronómica en Río Negro y Neuquén, especialmente, en Río Grande.

¿Por qué pensaste en cocineros patagónicos?

Si bien la ciudad de Río Grande es un destino rural, el desarrollo del turismo está todavía en estado de emergente, lo cual es fantástico porque hay mucho por hacer. Habiendo hablado con Sebastián sobre estas faltas y posibilidades, me pareció que era la persona indicada para poder motivar y fogonear a productores y emprendedores para la generación de un circuito propio, de una agenda propia vinculada a la gastronomía.

La mayoría de las cosechas, de las producciones de quesos de oveja o vaca, chacinados, chocolate bean to bar se venden en Ushuaia donde la característica de ciudad turística ya es su sello. El sí de Sebastián fue inmediato y al mejor estilo de él, con un montón de exclamaciones positivas. Surgió la propuesta de que Juan Solorza pudiera completar este trabajo y ya sabemos que es una dupla perfecta. Juan, con toda su trayectoria también en ahumados, su trabajo en festivales y en panadería fue el maridaje perfecto para la idea que tenía.

¿Cómo se diseñó el recorrido?

Me interesaba que conocieran a nuestros productores y emprendedores para devolvernos posteriormente un diagnóstico de si era posible la creación de este circuito, muchas veces el motivar al otro no es una tarea sencilla. Sé que nadie es profeta en su tierra y ellos dos, juntos, o separados, tienen un modo de llegar a la gente que es sumamente empático. Se sumó como cocinero anfitrión Carlos Martinic; joven cocinero riograndense ganador de Bake Off Argentina 2021 sumamente conocedor del público local y sus colectividades ya que él pertenece a una de las primeras familias croatas.

¿Cómo viviste este primer evento ideado por vos en Río Grande?

Creo que todos los emprendedores, productores y funcionarios hemos quedado muy motivados y más que satisfechos.

La idea es continuar con este tipo de capacitaciones encuentros en el 2023 y con una agenda planificada de modo anual para poder contar con la presencia de otros cocineros patagónicos y, de este modo, ir nutriéndose en la región destacando una gastronomía de alto nivel y con productos exclusivos.

En un tramo de la entrevista Sandra Ruiz admite que “no es sencillo trabajar en Tierra Del Fuego en un evento tal como uno lo diseña. De lo ideal a lo real nos encontramos con cuestiones climatológicas; tenemos la posibilidad de trabajar en espacios abiertos pero tal vez el clima no lo permite; los costos de traslados aéreos, la falta de algunos productos y la incorporación de otros locales como sustitutos o protagónicos…”.

Por ello, una frase de Solorza fue como un mantra para Sandra: “no te preocupes, lo resolvemos, no te preocupes ya lo vemos, no te preocupes va a estar perfecto”. Quienes conocemos a Juan sabemos que es tal cual, que es así su personalidad y su modo de andar por la vida.

“Mucha gente viaja acá, a Tierra Del Fuego, con un imaginario en su cabeza y, a veces, no es posible cumplirlas y no depende de uno, depende de factores inmanejables cómo es el clima. Sin embargo, todo fue fantástico, fluido y ameno”, agrega.

“Hubo una linealidad, como una transversalidad amorosa de conocimiento, de posibilidades, de diálogo, de aportes y de satisfacciones”. ¿Ejemplo de esto? El mismo domingo en un viaje relámpago llegó desde Ushuaia Pamela Fernández quien junto a su hermana Melisa Fernandez llevan adelante “Buena mezcla”, un emprendimiento de pastelería tradicional y de autor, siempre con productos locales, catering en su food truck y menúes especiales que ofrece a bordo de una embarcación mientras recorrés el Canal Beagle. “Esto le agregó más luz a la movida”, acota Sandra.

Escena de la isla de Tierra del Fuego que tanto seduce al turismo internacional.

Hay que poner en valor la cocina patagónica y estos dos chefs pueden ser esenciales en esta intención y proyecto”, reaccionó Pamela.

“Cocinar es el acto de amor más grande que existe, la posibilidad de unir distintas materias primas pensando en una persona distinta. Me encantan las cocinas perdidas en esos pueblitos donde aparentemente no pasa algo y sin embargo pasan muchísimas cosas. Creo que los mejores momentos se maceran, se adoban, se maridan, se cocinan y se consumen”, concluye esta entusiasta y hacedora desde el fin del mundo en su charla con “Río Negro”.


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