En Bariloche piden una reactivación del turismo parcial y progresiva
El plan presentado por el empresariado propone una apertura desde el 20 de junio. Buscan amortiguar el impacto y apuntan al público regional.
La Cámara de Turismo de Bariloche le presentó al Comité de Emergencia, que define los alcances de la cuarentena, un plan de reactivación parcial y progresiva de la actividad con fecha de inicio para el 20 de junio y una primera etapa orientada sólo al público local.
El objetivo es amortiguar el daño que provocaría el actual nivel de restricción, cuyo impacto -si se prolonga todo el invierno- sería demoledor para la economía local. Tal como publicó este medio superaría los 9.000 millones de pesos.
El vicepresidente del Emprotur, Néstor Denoya, dijo que presentaron el plan el último viernes y esperan que el municipio lo analice y lo traslade a la provincia. Incluyeron en la propuesta los protocolos detallados para cada rubro y la idea es reabrir en forma escalonada la hotelería, restoranes, agencias y transporte turístico. “Teníamos que tomar alguna iniciativa, es algo para evaluar y conversar”, señaló.
El sector enfrenta una aguda crisis que ya lleva más de dos meses, con una reducción a cero de sus niveles de facturación y ninguna perspectiva de reactivación, como las que aprovechan ya otras actividades comerciales.
La posibilidad de reducir ese impacto es escasa mientras queden postergados hasta septiembre -tal como se anunció- la reactivación del tráfico aéreo y del turismo estudiantil.
Denoya dijo que “todo cambia día a día”, pero aun en esa incertidumbre el empresariado turístico apuesta a una recuperación pautada, que permita alcanzar un movimiento del 20% en comparación con la anterior temporada invernal.
La meta parece modesta, pero aun así suena lejana en el contexto actual. Significaría por ejemplo que Bariloche reciba entre julio y septiembre unos 55.000 turistas, cuyo consumo podría dejar en la ciudad cerca 2.000 millones de pesos.
Hoy el panorama es sombrío “pero todo depende, puede aparecer mañana o pasado un escenario distinto”.
Aseguró que en lo personal está de acuerdo con la cuarentena estricta impuesta hasta ahora porque “la vida es lo más importante”.
Aseguró que en la Cámara que integra la actitud es de cautela extrema, porque el éxito de cualquier apertura, por mínima que sea “dependerá de que las cosas se hagan bien”. Pero admitió también existe algún malestar porque “son pocas las respuestas, y si uno pregunta mucho genera enojo”.
Aclaró que entre sus pares”no hay ningún loquito que quiera salir a abrir de cualquier manera, y eso es una tranquilidad para todos”.
Denoya aseguró que la preocupación es muy grande “porque hay sueldos que pagar y empleados que todavía no cobraron”, porque la ayuda nacional llega con atraso. Y para peor, se suman las noticias diarias sobre la marcha de la pandemia. “Si te ponen rojo o naranja (la zona de Bariloche) en un informe de tevé, es difícil generar demanda. Algo así te voltea todo”, señaló.
Otro motivo y un cierre inflexible de rutas en Buenos Aires o La Pampa (por caso) podría abortar cualquier intento de reactivación en la zona cordillerana.
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