Emmanuel Horvilleur presenta «Pitada», su nuevo trabajo
El ex Kuryaki acaba de editar un bucólico registro visual para despojadas versiones acústicas de diez de sus clásicos junto a invitados, además de dos temas inéditos.
Emmanuel Horvilleur presentó en plataformas digitales «Pitada», un registro audiovisual realizado en escenarios naturales, en donde revisita diez de sus clásicos y estrena dos nuevas canciones, junto a un trío acústico que lo sustenta en su misión de unificar estas composiciones bajo despojadas sonoridades.
«Me gusta que tenga este espíritu acústico. Este disco se destaca también desde ese lugar porque yo siempre soy mucho más ecléctico en los discos entre canción y canción, y acá hay un sonido, que es ese mundo acústico. Me gustó que al menos alguna vez haya una cosa más dogmática en el sonido en todo el disco», dijo el músico en diálogo con Télam.
De esa manera, la «desnudez» sonora de «Pitada» y «Cosa loca», las dos nuevas canciones en esta producción, terminaron definiendo el carácter de las versiones encaradas junto a Mariano Domínguez, en bajo y contrabajo; Andrés Cortés, en guitarras; y Carlos Salas, en percusión, entre las que aparecen clásicos como «Soy tu nena», «No como» y «El hit», entre tantos.
La presencia de invitados como Bándalos Chinos, Zoe Gotusso, Chiara Parravicini y Evangelina Bourban es otro elemento que aporta nuevas miradas a aquellas canciones que, en algunos casos, están cerca de cumplir 20 años.
De esta manera, el ex Illya Kuryaki and The Valderramas logra, de manera subrepticia, enlazar mundos al oficiar como una suerte de eslabón entre leyendas del rock –a partir del «padrinazgo» musical recibido en sus inicios de Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Charly García, entre otros- y nuevas expresiones.
«La música no tiene edad. Por un lado, es cierto que los Bándalos Chinos me decían que escuchaban mi disco `Mordisco´ cuando estaban en la secundaria, pero yo también me veo influenciado por camadas nuevas que reinterpretan la música, que no hacen una reedición de lo que hice yo u otros, sino que también le dan una nueva vida al pop o a la mezcla de estilos, y eso me encanta. Me encanta compartir con ellos», remarcó Horvilleur.
En tanto, la decisión de realizar un registro audiovisual de este tipo y la elección del lugar también guardan una historia que se vincula estrechamente con esa situación común de tener que reformular planes tras la frustración sentida por los muchos los proyectos para el año pasado que debieron ser cancelados por la pandemia de coronavirus.
«Cuando entramos a la cuarentena no tenía muchas ganas de tocar, fue un golpe bastante duro para mí tener que guardarme porque tenía un montón de planes de giras y shows, era un buen momento porque había salido mi disco `Xavier´. De a poco fui cambiando el chip y cuando se abrió un poco la cuarentena, que pudimos movernos, me fui a una casa que estoy terminando en la provincia de Buenos Aires», narró el artista.
Y completó: «Ese fue un gran alivio para mí, fue como una curación que me dio ese lugar con muchos árboles, muchos pájaros y mucha naturaleza. Esa idea de hacer algo bajo los árboles fue creciendo y terminó en esta especie de minipelícula con la complicidad de los músicos y la productora audiovisual Cálido».
En diálogo con esta agencia, Horvilleur brindó precisiones sobre este trabajo disponible desde el jueves pasado en plataformas digitales, del que afirmó que espera en algún momento poder lanzarlo en formato físico.
P: ¿Cómo fue que aparecieron diez clásicos de tu repertorio en esta faceta acústica?
Emmanuel Horvilleur: En un primer momento, el proyecto que tenía para el 2020 y el 2021 era hacer un disco que sea «Xavier 2» y, a la vez, hacer algunas sesiones en mis estudios Avesexua de temas viejos con artistas distintos, estilística y generacionalmente. Eso se fue metiendo en la idea de hacer algo al aire libre, porque no queríamos encerrarnos en un estudio con barbijos y todos los protocolos. Por otro lado, de unos años a acá, cuando hacés un disco y salís a promocionarlo, en una nota para radio o TV, siempre te piden que toques alguna canción en vivo. Desde ese lado, intentábamos hacer una bajada de las canciones a un formato más reducido. Eso se metió en el proyecto de «Pitada».
P: ¿Cómo ves esta nueva alternativa para los artistas de apelar a producciones visuales en tiempos de streaming, sobre todo teniendo en cuenta que es un lenguaje que siempre explotaste?
EH: Siempre está ese lenguaje para explotar. Inclusive siempre cuando haces algo desde tu casa intentás que la luz esté medianamente bien, todos nos transformamos un poco en realizadores, algunos con más suerte que otros, pero esta bueno que cierta cosa esté cuidada. A veces podés volar más; otras, con una luz bien puesta ya mejora todo. «Pitada» no necesitó tanto porque la naturaleza es lo mejor que hay. Un árbol y un par de pájaros cantando ya es mucho.
P: ¿Hubo alguna relectura personal que te haya impactado de manera particular en este repaso de clásicos?
EH: Hay un poco de eso sobrevolando todas las canciones de «Pitada». Tal vez hay una canción, «Tu estado», que nunca toqué en vivo dentro de un disco muy hitero como fue «Mordisco», de 2007, pero que sentía que se adecuaba muy bien a este momento. Dice: «Yo ya sé tu estado, sé que estás quebrado pero vas a estar mejor. Llegarán los días en que las heridas cicatricen con el sol y vivas el viaje ya sin temor, surfeando la ola con emoción». Sentía que uno siempre puede siempre estar medio hecho mierda y encontrarle sentido a una letra así, pero también sentía que se adecuaba bien a ese momento de cuarentena, introspectivo, en el que necesitás esperanza.
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