Elegir en la abundancia, el desafío de Guillermo

Mientras la mayoría de los equipos del fútbol argentino sufren cuando se les cae un titular por la falta de recambio, Boca cuenta con un plantel amplio de profesionales. Si encima aparece un pibe de inferiores que la rompe, este aspecto toma mayor intensidad.

Gonzalo Maroni asoma como una promesa y está en la consideración de Guillermo Barros Schelotto. Ayer el DT confirmó que Ricardo Centurión estará entre los concentrados, aunque es poco probable que tenga minutos.

Pablo Pérez cumplió la suspensión por cinco amarillas y su regreso al once titular es una fija.

Fernando Gago volvió ante Arsenal tras una lesión y se lo vio en buena forma física y futbolística.

Se sabe que Rodrigo Bentancur es una debilidad del cuerpo técnico. Lo bancaron a morir desde que llegaron y no hay chances de que salga.

Wilmar Barrios se ganó su lugar a fuerza del gran rendimiento que tuvo luego de la lesión de su compatriota Sebastián Pérez, quien tenía minutos antes que él.

Lo más probable para el duelo de mañana con Estudiantes es que los Mellizos corten el hilo por lo más fino y el reemplazado por Pérez sea el pibe Maroni.

El tema es elegir quien cumple el rol del juvenil y juega de espaldas al arco. Ninguno de los cuatro que sería titular en la plata tiene características de enganche, por lo que es muy probable que en el medio Boca muestra una formación más cercana a la línea de cuatro.

En definitiva, teniendo en cuenta la característica batalladora que tienen los volantes del Pincha, Guillermo pondría un cuarteto combativo, con más tenencia y menos vertical.

Racha

positiva