Elefanticomio, jazz latino en clave patagónica
La banda acaba de editar su primer disco con el apoyo del Instituto Nacional de la Música (Inamu). Río Negro habló con el baterista Nicolás Coronado y su vocalista Daniela Amondarain sobre esta producción y el presente del grupo regional.
En épocas de trap, electro cumbia y en que la explosión tecnológica cambió la forma de consumir arte, y hasta modificó la manera de crearlo, la “música de siempre”, como el jazz, se reinventó, inserta en esta “modernidad” de Spotify y podcast.
El jazz, según reflexiona Nicolás Coronado, baterista de la banda local Elefanticomio, se aprovecha de los cambios en nuestras realidades socio económicas “para evolucionar”. Lo dice a pocos días del lanzamiento del primer disco de la banda, “Nohy”. No eligieron un disco físico por nostalgia ni amor retro, ellos realmente creen en consumir estos objetos, y en su valor más allá del sonido. Y, además, porque el Instituto Nacional de la Música (Inamu), los premió con una generosa tirada de copias.
Ellos son Hochy Ravagnan en el contrabajo, Nicolás al frente de la batería, Facundo Busnadiego en guitarra y Daniela Amondarain con su potente y expresiva voz.
Con un sonido moderno y “fusionero”, su sonido proviene del trabajo y la investigación, pero “siempre manteniendo la impronta” que los vio nacer. El folclore es uno de los géneros que suele llamarlos, y sobre todo la música latinoamericana, de Brasil, Perú o Uruguay. Y todo atravesado por la improvisación, como sello patente del ambiente jazzero, y que, con grandes capacidades, reflejan estos chicos.
“Uno vuelve siempre a sus raíces, en una búsqueda, pero ya sabiendo, adonde estás cómodo y qué es lo que en verdad te gusta”, reconoció Nicolás.
Elefanticomio está por cumplir ocho años de transitar escenarios, festivales y ciudades, y se los ve más que contentos al mirar atrás, tanto recorrido. “Estamos muy contentos por haber llegado hasta acá, y creemos que estamos para mucho más”, expresó el percusionista, que reconoce en Fabián Gallina a su gran maestro. La docencia es una de sus grandes pasiones, reveló.
Daniela Amondarain es la voz de Elefanticomio y recuerda que llegó a la música “desde muy pequeña” cuando solía cantar en las fiestas familiares canciones de Isabel Pantoja. Tras un breve paso por el violín, decidió que su instrumento principal sería su voz. Desde ese entonces viene “trabajando, experimentando y estudiando”, contó.
Reconoció que los comienzos con la banda fueron “muy duros”, porque el jazz le resultaba un género distante, en el que se siente “recién aprendiendo”. “Me costó mucho encontrar mi voz ahí, fueron muchas horas de estudio, de armonía, de improvisación, pero ahora me trae mucha satisfacción”.
“Trato de cantar cosas que dicen lo que me identifica, que sean un desafío, o de decir distinto el fraseo, renovarlo”, explicó.
Para Nicolás, el anhelo del conjunto es “poder seguir grabando música propia”, y la calificó como “una de nuestras grandes proyecciones”, dice entre orgulloso y emocionado. “Queremos tocar con una sección con bronces, o con alguna sinfónica, es algo que se viene haciendo mucho, pero nunca con un grupo de jazz”, proyectó.
“La química de la banda es muy buena, tengo tres compañeros maravillosos, nos queremos mucho y nos hicimos muy amigos”, expresó Daniela, ya que se ven muy seguido porque tocan casi todas las semanas. “Sin manejar el género, pude lograr un lugar de equidad y eso fue súper positivo, por eso estoy más que agradecida siempre de mis compañeros, ellos son muy generosos y siempre dispuestos a crecer, escuchar y que las diferencia no sean una desunión, sino todo lo contrario”.
Nicolás se siente un “afortunado” de poder vivir íntegramente de la música. “Me di cuenta desde muy chico que era lo que más me gustaba. Siempre quise vivir de la música y por suerte, hoy en día, puedo hacerlo. Me encanta dar clases y siempre trato de seguir investigando y estudiando para poder disfrutar y poder expresar y compartir, y llegar a otros, devolver un poco lo que me han dado a mí, grandes maestros como Fabián Gallina”.
“Nohy”, fusión jazzera
El nuevo disco, “Nohy”, que contó con la colaboración del Inamu, representa “una música que veníamos masticando y laburando hace tiempo”, adelantó Nicolás Coronado y mencionó que “tiene de todo, es un disco dinámico de un sonido moderno, pero en el que se pueden escuchar canciones de jazz que te llevan a otras épocas, con ritmos afrobrasileños, árabes, y mucho juego con el sonido”, resumió
Justamente, el disco como objeto físico representa una lucha por la supervivencia. “Está como tratando de salvarse”, advirtió, y se insertó en una “minoría, que consume físicamente a las músicas, pero como disco, es un objeto que tiene muchísimo valor”, reflexionó.
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