“El vino argentino debe abrirse camino hacia nuevas formas de consumo”
Entrevista con Martín Hinojosa, Director del INV
Encontrar un sector que haya logrado expandirse y crecer durante la pandemia, es una tarea por cierto titánica. No obstante, la vitivinicultura es uno de ellos. Martín Hinojosa es el Director del Instituto Nacional de Vitivinicultura, y en diálogo con PULSO, detalló el momento que atraviesa la actividad en un año tan complejo como el 2020.
PREGUNTA: ¿Cómo es la realidad de la vitivinicultura?
RESPUESTA: Hay algunas tendencias que cambiaron en 2020 respecto a la vitivinicultura. Hay que tener en cuenta que el 75% del vino que producimos en Argentina, se vende dentro de Argentina. Significa que tenemos un mercado interno muy fuerte, y eso es bueno. Veníamos de cuatro años con una tendencia de caída permanente en la venta de vino, tanto a nivel interno como en el exterior. A partir de la pandemia, esa tendencia comenzó a revertirse, no solamente en el mercado interno, sino también en el exterior.
P: ¿A que atribuyen la mejora?
R: Según el análisis en base a los datos con que contamos, hay una serie de factores. En cuanto a las exportaciones existe en primer lugar una mejor relación de tipo de cambio. Segundo, la excelente calidad de los vinos argentinos, lo cual es una marca histórica. Otro factor es el mosto. Argentina es el primer productor mundial de mosto, y nuestro primer competidor es el jugo de manzana chino. Durante la pandemia, muchos países reemplazaron el jugo de manzana chino por el mosto argentino. Las exportaciones de vino a granel también crecieron durante la pandemia. En cuanto al sector interno, hemos recuperado momentos de consumo que habíamos perdido, por ejemplo el almuerzo en casa y el acercarse a la cocina casera, acerca el vino a la mesa. Los bares y los pubs se cerraron, con lo cual los jóvenes se acercaron al vino. Es un dato que hemos cuantificado. En casa uno no se hace un mojito, pero si consume una botella de vino. Otro factor, es que el vino es una bebida saludable, y por ese motivo ha ganado terreno.
P: ¿Sobre qué base manejan estos datos?
R: Nuestros datos son reales. No se trata de estimaciones. Son datos concretos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) en base a las declaraciones juradas de los productores y de la cadena de comercialización del vino en Argentina. Es por ese motivo que el rol del INV es tan importante para el desarrollo de la actividad. Es por ello también que estamos trabajando para que el INV vuelva a ocupar los lugares que había abandonado, por ejemplo en la Organización Internacional del Vino y la Viña (OIV), en el grupo internacional de comercio, o en la mesa de relaciones internacionales, que estamos presidiendo.
Hace diez años a nadie se le hubiera ocurrido comer un asado con un agua saborizada. Hoy en cambio, el agua saborizada y las bebidas cola son competencia directa del vino.
P: ¿A qué atribuyen la caída de los cuatro años anteriores?
R: Existen varios factores. Pero hay un par que es necesario trabajar en profundidad. El primero es que es necesario descomplejizar el consumo de vino. Soy enemigo de quienes dicen “no tomo vino porque no sé tomar vino”. La verdad es que para saber tomar vino hay que tener un buen destapador. No hay que ser un experto para tomar vino. La complejización del consumo, se da con el tiempo. El que lo desea lo toma con soda, el que quiere lo toma con frutas, y el que puede lo hace complejo. Pero no hay porqué alejar al consumidor obligándolo por ejemplo a encontrar aromas. Hay que tener vinos para todos los clientes.
P: ¿Ese planteo no va en contra de la calidad?
R: No. Esto no va en contra del que hace un vino complejo, ni a favor del que hace un vino sencillo. Esto es ampliar la idea de consumo. Nosotros estamos en un negocio mucho más grande, que es el negocio de la sed. Ese mercado en Argentina, representa 33.000 millones de litros al año, de los cuales el vino representa solo el 2,7%. Hace diez años a nadie se le hubiera ocurrido comer un asado con un agua saborizada, pero la realidad es que hoy el agua saborizada y las bebidas cola, son competencia directa del vino. En lugar de enojarse, hay que comprender que nuestro ámbito es mucho más amplio, y volver a ganar esos momentos de consumo. Pensar cómo hacer para vender más, cómo hacer para acercar el vino a los jóvenes, cómo hacer para lograr un vino sin alcohol.
P: ¿Cuál es la forma de lograr esa transformación?
R: Bueno, un ejemplo es claro es el proyecto implementado en Río Negro junto al Ministro Carlos Banacloy, que habilita la posibilidad del take away en vino. En Río Negro hay 29 bodegas. El proyecto permite pasar por un punto de recarga y reponer entre 1 y 5 litros de vino, al igual que los jóvenes acostumbran a hacer con la cerveza. Hay envases nuevos y modernos, existen hoy bebidas a base de vino. Yo pertenezco a una familia productora de vino, y conozco la tradición. Pero si hoy logramos un vino de menor graduación alcohólica o incluso un vino sin alcohol, podríamos acceder a mercados como el indio o el musulmán, que representan miles de millones de habitantes. Mientras más uva entre dentro de la botella, mejor es para el productor.
P: ¿Es posible en Argentina lograr un vino sin alcohol?
R: Si, técnicamente es posible. El vino se produce de la forma tradicional, y luego se des alcoholiza. Y desde el INV estamos estudiando el marco legal, para autorizarlo.
P: ¿Hay una resistencia dentro de la industria a este tipo de apertura?
R: La vitivinicultura es diversa. No es sencillo alcanzar consensos. En este caso hay acompañamiento. Seguramente hay quienes no están de acuerdo. Pero eso no impide llevar a cabo la idea, porque esto no se trata de imposiciones, sino de oportunidades.
PERFIL
Martín Hinojosa tiene 46 años, y es Contador Público Nacional (Universidad Nacional de Cuyo).
Ha realizado postgrado en Contabilidad superior, UNC y Maestría en Dirección de empresas, Universidad Católica de Córdoba.
Fue Subsecretario de Industria y Trabajo del Gobierno de Mendoza (2011-2015) y Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Tunuyán (2018-2019).
Fue designado al frente del INV el pasado 14 de febrero.
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