El motoviajero inglés durmió en la YPF de Madryn: le ofrecen casa, no puede pasar los controles
Lo hizo en su bolsa de dormir pese a la llovizna. Paul Shepherd, de 58 años, viene recorriendo la Patagonia hace varios meses. En Dolavon (Chubut) había armado su carpa para pasar la cuarentena pero la policía lo demoró, le sacó la moto y le ordenó seguir hacia el norte. Llegó hasta Puerto Madryn. Le ofrecieron hospedarse allí, en Viedma y en Las Grutas, pero no puede pasar los controles. "Es una situación extraña. En mi carpa estaba en cuarentena, pero ahora ya no lo estoy", le dijo a Río Negro.
«Buenos días a todos. No fue una mala noche. Cálido con solo una llovizna. Hacía un poco de ruido y la policía volvió a preguntarme por qué no estaba en cuarentena, pero dormí un poco. Muchos amigos nuevos también trabajan en mi nombre… Seguir la corriente es la estrategia menos estresante que conozco. Se ha convertido en un hábito de los últimos años de viaje. Qué aventura tan interesante…».
El que habla es Paul Shepherd, el turista inglés de 58 años que viene recorriendo la Patagonia en moto desde junio del 2019, cuando ingresó por Fay Bentos con su Yamaha YB125, una travesía para audaces. ¿Cómo llegó a la YPF de Puerto Madryn donde durmió detrás de una pared pegado a su moto y a pesar de la llovizna? Una semana atrás decidió ponerse en cuarentena en su carpa en el camping municipal de Delavon (Chubut). Estuvo cuatro días ahí hasta que fue denunciado por los vecinos y demorado por efectivos de la policía provincial. Por violar el artículo 205 y por apercibimiento del artículo 239 del Código Penal Argentino, le informó a Radio Chubut el subcomisario Juan García, jefe de la Comisaría de Dolavon.
«Estaba en el camping municipal y vino la policia y me señaló que no podía hacer eso -le contó Shepherd a Río Negro-. Me llevaron en el patrullero al Hotel Deportivo en Rawson y me sacaron la moto. Dijeron que debía estar 15 días, pero al día siguiente volvieron y dijeron que ya no podía estar ahí, que debía ir hacia Río Negro».
Esa mañana se la devolvieron y lo escoltaron hasta la ruta, donde siguió hacia el norte como le indicaron. Llegó hasta Puerto Madryn, donde no pudo superar otro control. «He leído en internet que en Río Negro arrestan a la gente que quiebra la cuarentena», agregó preocupado, para el caso de que lo dejaron continuar, aunque tiene una carta de la Policía Federal que solicita que lo dejen pasar los controles.
«Gente solidaria me ofreció hospedaje en Las Grutas, en Viedma y también en Puerto Madryn, pero no puedo pasar los controles para llegar. Es una situación extraña: en mi carpa estaba en cuarentena pero ahora ya no lo estoy», señaló. Aunque intervino la fiscalía correspondiente, no hubo caso: solo lo autorizan a continuar viaje hacia el norte. El problema es que en Arroyo Verde, en la frontera provincial hay otro control que no podrá superar.
Minutos antes de la medianoche la policía lo fue a ver a la parada de camiones donde se instaló. «La policía de Chubut acaba de llegar y me volvió a interrogar. Les dije que quería refugio, pero los puntos de control de la policía me lo impidieron, por eso estoy durmiendo a la intemperie en una parada de camiones. Hablaron con un amigo bilingüe que me está ayudando y se fueron con sus detalles y lo contactarán para pasarle un mensaje», dijo a Río Negro en los primeros minutos del martes. Ese mensaje debería llegar durante la mañana de hoy. Es lo que está esperando.
«Me dejaron dormir aquí. Empezó a llover justo ahora pero se detuvo… La policía fue amable conmigo. Toda la policía ha sido amable, pero sus nuevas leyes están causando los problemas», agregó en la madrugada de hoy. Y se despidió con esta frase: «Estoy tranquilo en esta gran aventura».
El caso es un ejemplo de la preocupante situación de muchos turistas que estaban hace varios meses recorriendo el país y con la cuarentena no pudieron regresar a su lugar de origen, ya sea en el exterior o en la propia Argentina, por los cortes de ruta. Por eso varios grupos de viajeros se movilizaron en ayuda de Shepherd, con la esperanza de que encuentre un lugar donde pasar con tranquilidad la cuarentena mientras otros trataban infructuosamente aún de contactar a la embajada británica para que le brinde de asistencia.
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