El último que apague la hoguera

El Diablo se prende fuego en su propio infierno. Abrumado por la deudas, el Rojo se decolora día a día con los reclamos de falta de pagos de jugadores, deudas institucionales, penalidades por parte de la FIFA y futbolistas que se declaran en libertad de acción a no poder cobrar lo que la dirigencia encabezada por Hugo y Pablo Moyano les prometió. Independiente es uno de las dos instituciones del país con más cheques rechazados a futbolistas, y la triste paradoja es que al club lo conduce uno de los sindicalistas más poderosos del país.

En esta cuarentena y con el fútbol en pausa, jornada a jornada Independiente sólo ha acumulado sinsabores. Las pésimas noticias envician el pesado aire que se respira en Avellaneda y en verdad poco se sabe con qué equipo afrontará el Rojo los próximos compromisos una vez que se reanude la actividad post pandemia.
Los principales referentes ya pidieron, por una vía u otra, dejar el club. Silvio Romero, Martín Campaña y Juan Sánchez Miño pidieron ser negociados. Prefieren ser vendidos a tener que tomar la vía judicial para cobrar todo lo adeudado. Diferente fue la postura de Gastón Silva y Cecilio Domínguez, quienes se consideran jugadores libres por todo lo que le debe Independiente.

El último revés para los Moyano lo dio la propia AFA, quien ayer autorizó al uruguayo Silva a fichar para otro club, esgrimiendo el “derecho laboral” que le asiste al futbolista. El defensor oriental había entablado una demanda judicial contra la entidad por 2,3 millones de dólares, en concepto de la falta de pago de salarios caídos, primas y premios.

El caso Cecilio Domínguez quizás sea la muestra más fiel del desastre económico en el que se metió Independiente después de obtener la Copa Sudamericana 2017. Entre la dirigencia y el DT anterior, Ariel Holan, se rompió la base de ese equipo campeón y se apostó a reconstruir lo que ya estaba hecho.
¿Fue el paraguayo Domínguez la acertada pieza de cambio para cubrir la salida de Emmanuel Gigliotti? ¿No era preferible ajustar el salario del Puma y no apostar al arribo de un futbolista que ponía en aprietos a la reconstituida tesorería de aquellos días donde el Rojo dio la vuelta en el Maracaná ante el Flamengo?

El delantero paraguayo es el jugador por el que más pagó Independiente en su historia: seis millones de dólares por el 75% del pase, de lo que todavía le debe 3,2 millones al América de México. En estos números se ejemplifica la política del error constante en el Rojo después de ganar la Sudamericana: en total el club gastó más de 40 millones de dólares en refuerzos y en ninguno de los casos, salvo el de Silvio Romero, valió la pena.
En las últimas horas Cecilio decidió aceptar ser vendido para evitar litigios judiciales y no perjudicar al club. La gestión corresponde al manager Jorge Burruchaga, que al igual que el DT Lucas Pusineri, le explota una bomba diferente día a día.

El pasado fin de semana, Pusineri pidió una reunión con los máximos dirigentes y con Burruchaga para saber exactamente qué pasa con cada uno de los jugadores y poder así planificar con quienes contará para la vuelta a los entrenamientos en Villa Domínico (ya lo vienen haciendo vía zoom), previsto para los primeros días de agosto.

Romero tiene contrato pero su sueldo es muy elevado, la relación con los dirigentes está muy desgastada y la opción es venderlo. River y Boca se mostraron interesados en contar con el Chino. También pidió salir Juan Sánchez Miño, por lo que le presentó una propuesta a la directiva para su salida ya que es pretendido por Boca y Estudiantes. También pidieron marcharse Domingo Blanco y Alexander Barbosa.

¿Quiénes le quedarán a Independiente? Pusineri desea que el plantel sea apuntalado por Alan Franco, Fabricio Bustos y en lo posible Martín Campaña, aunque el DT ya sabe que si llega una oferta por alguno, se priorizará la venta.
Lo que tiene en mente Lucas además es darle rodaje a los pibes de la cantera con ADN rojo y armar un equipo con pertenencia. Alan Velazco (17 años) y el mediapunta Brian Martínez son los que encabezan la nueva joven guardia del entrenador. También figuran en el borrador del DT el lateral derecho Gonzalo Asís y el delantero Nicolás Messiniti. A ellos se les sumará el tucumano Pablo Hernández, recuperado de la rotura de ligamentos cruzados y listo para volver a jugar.
Pusineri deberá dar con un equipo que revalorice la palabra Independiente. Ese será su trabajo. Para los dirigentes, la tarea será otra: aprender de los errores si es que no quieren que la rica historia del club se lo demande.

Los jugadores y sus deudas

Cecilio Domínguez: se debe pagar dos cuotas de 1,6 millones de dólares y una penalidad de 800.000 a América de México

Silvio Romero: el club debe abonarle 1,8 millones de dólares y 637.500 de multa por plazos incumplidos al América de México

Gastón Silva: se le deben 1,6 millones de dólares al Torino y el central uruguayo reclama 2.000.000 en concepto de indemnización.

Carlos Benavídez: como no se terminó de cancelar el pase al Defensor Sporting (Uruguay), el Rojo deberá desembolsar una multa de 200.000 dólares

Pablo Hernández: el Celta de Vigo reclama 900.000 dólares por el tucumano.

Alexander Barboza: River le exige a Independiente una deuda de 750.000 por el pase

Andrés Roa: Independiente debe pagar 450 mil dólares al Deportivo Cali para retener al jugador.

Pablo Pérez: por el volante que ya no está en el Rojo, Boca reclama una deuda de 600.000 dólares por el jugador, al que a la vez se le deben 920.000 de indemnización.

Cristian Chávez: se le deben 770 mil dólares a Aldosivi

Emmanuel Gigliotti: el Chongqing Lifan le reclama al Rojo 100.000 dólares de deuda.

Gonzalo Verón reclama 1,3 millones de dólares, Francisco Silva 890.000 y Emiliano Rigoni 300.000.