El termómetro político de Río Negro toma otra temperatura: a seguir cuidándonos
Visto el aumento de casos positivos de Covid en las últimas semanas, y considerando el uso del “termómetro político” que ha definido la autoridad provincial, es más imperioso que nunca cuidarse. Porque además de lo epidemiológico, en lo sanitario no alcanza la capacidad hospitalaria, de insumos, personal, y de los establecimientos privados para dar respuesta a los pacientes de diferentes edades, que requieren internación a medida que se van sumando contagios a diario, y que demandan también internaciones a enfermos de otras localidades cercanas sin terapia intensiva.
A ellos se les suman también los pacientes de patologías no Covid que requieren intervenciones quirúrgicas no postergables, más los casos que resultan de accidentes y hechos de violencia, entre otros.
El personal de salud también se enferma, se agota física y psíquicamente. Es por eso que apelamos a la responsabilidad de los adultos para contener y aconsejar a los y las jóvenes, y evitar comportamientos que ponen en riesgo a familias enteras, a personal de los establecimientos educativos, a los y las trabajadoras de comercio, y en particular a vecinos y vecinas con patologías prevalentes, y con necesidad de asistencia sanitaria, y tratamientos que ocupan al personal de salud.
En el Alto Valle crecieron un 67% los casos en las últimas semanas, pero, sin embargo, por el momento no se prevén restricciones mayores, en una de las zonas más calientes del mapa epidemiológico de Río Negro. Parece ser que el “termómetro político” de la Provincia toma una temperatura diferente a la del cuerpo humano y familiar.
La pandemia, lejos de haber finalizado, amenaza constantemente a un sistema sanitario que transita al borde del colapso. No aflojemos, sigámonos cuidando entre todos.
Graciela Landriscini
Diputada nacional FdT por Río Negro
CIPOLLETTI
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