El teatro de María Marull dice presente en el festival de Roca
En diálogo con “Río Negro”, días antes de su presencia en el Quinto Festival Nacional, la autora se refirió a la obra y contó sus expectativas por la visita.
El quinto festival sigue desparramando teatro del mejor en Roca. Tras la exitosa presentación de “Terrenal”, la magistral obra de Mauricio Kartun, el martes a la noche, y de “La encomienda” y “Lágrimas y risas”, en la jornada de ayer, hoy a las 21 es el turno de “La Pilarcita”, de María Marull, representando a Buenos Aires.
“La Pilarcita”, celebrada creación de la actriz, dramaturga y directora rosarina, va por su tercera temporada, agotó localidades en todas sus funciones desde 2015, además de cosechar premios y nominaciones. María egresó de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD), dirigida por Mauricio Kartun. Se formó también con Ricardo Monti y asistió a talleres de Ariel Barchilón y Lautaro Vilo. Como actriz estudió con Raúl Serrano, Fernando Orechio, Helena Tritek, Julio Chávez, Javier Daulte, Roxana Randón y Joy Morris; y en dirección y puesta en escena, con Rubén Szuchmacher y Graciela Schuster.
P- ¿Qué hay en tu memoria afectiva de Corrientes, que te llevó a construir esta obra, alrededor de una santa popular?
R- Mi papá era de Rosario y fue a Esquina por trabajo. Hizo de todo en su vida, falleció en 2010, desde producción de cine hasta tener un aserrado y fabricar muebles. Se enamoró de ese pueblo, de la tranquilidad y su gente. Vivió allí antes que mi hermana (gemela, Paula) y yo naciéramos. Mi padre siempre volvió y después que se separó de mi madre, se radicó definitivamente. Paula y yo íbamos mucho cuando terminaban las clases y nos quedábamos los tres meses de verano. También en las vacaciones de julio. De alguna manera, siento que también soy de Esquina. Me di cuenta al escribir la obra que transcurre un poco en Esquina, volqué detalles muy familiares, y cuando la estrené en Buenos Aires, noté que en primer plano estaba el tema del pueblo, con un protagonismo mayor o igual al desarrollo de cada personaje. El acento al hablar, frases, comentarios totalmente naturales para mí, anidados, que acá resultan graciosos, aunque no fueron pensados como un chiste. La comparsa del carnaval también es importante dentro de “La Pilarcita”. En Esquina hay dos y la gente borda durante el año sus trajes, y compite en Yasí Berá y Carú Curá. Con mi hermana bailamos de chicas…
P- En el noreste, las creencias populares conviven con cultos de iglesia. ¿Cómo conociste a “La Pilarcita”?
R- Escribí “La Pilarcita” en un curso de la EMAD que dirige Kartun, bajo su supervisión. Él me prestó material que tenía en archivo de los santos populares de Argentina, y leí por su recomendación, el libro “Santos ruteros” (de la Difunta Correa al gauchito Gil) de Gabriela Saidón. En la lista que Mauricio me prestó, estaba Pilar Zaracho y su historia me llamó mucho la atención. Es una nena a la que le dejan muñequitas como ofrenda, porque murió al intentar recuperar una muñeca que cayó de sus manos mientras viajaba en una carreta. Algo me capturó, no lo pensé demasiado y empecé a tramar la historia de dos amigas en cuyo pueblo se festejaba La Pilarcita. La celebración, como está contada en la obra, tiene también recuerdos de la Desatanudos cuando yo iba, llena de velitas, de deseos que la gente le pedía, y sobre todo de los festejos del Gauchito Gil…
P- Algunos creen que un milagro llega de forma inesperada. Otros lo construyen día a día, casi de manera artesanal… Concluye así la sinopsis de tu obra.
R- Más que una premisa con la que trabajé, fue darme cuenta que hablaba de eso una vez que la terminé. Cuando escribo, no sé de antemano sobre qué voy a hablar, de qué va a tratar, no tengo el tema del argumento. Lo voy descubriendo una vez que la obra ya existe, por lo que la gente me devuelve.
P- ¿Qué pensaste al recibir la invitación para el festival de Roca y qué respuesta tiene el público de provincias?
R- Me llegó la invitación de Silvana Calicchia (Directora del Departamento de Arte Dramático del IUPA), a través de Mauricio Kartun que ha tenido una actitud sumamente generosa para conmigo y mi obra. No tengo ya manera de agradecerle… A mí, al elenco nos encanta viajar con “La Pilarcita”, tenemos que adaptarla a distintos escenarios, lo que nos permite seguir probando elementos y danos cuenta que está viva, se transforma. El público de otras regiones, según la experiencia del año anterior, comparándolo con el de BA, en general va con mucho entusiasmo al verla, se ríe, aplaude. Es más festivo y son experiencias muy enriquecedoras porque no ve propuestas como la nuestra, si no más del circuito comercial.
Estamos muy contentos de participar en este Festival y muy agradecidos por la convocatoria. Sé que están trabajando muchísimo, que consiguieron armar la escenografía, reproduciéndola casi exactamente. Yo, en general, miro la obra desde arriba, junto a la consola donde se operan las luces, y soy bastante observadora del público y sus reacciones. Muchas veces también me río o lloro con ciertos momentos. Veo a los actores y los quiero, entonces me conmuevo con cosas que hacen.
Sobre “La Pilarcita”
En Concepción de Yaguareté Corá, corral de tigres en guaraní, la Pilarcita es su santa popular. En 1917, Pilar Zaracho, de cuatro años, viajaba junto a su familia en una carreta tirada por bueyes. Por una distracción, la muñeca que traía en sus brazos cae al arenal. Cuando la niña se tira a rescatarla, una rueda de la carreta la aplasta y muere. Junto al polvoriento sendero correntino, sus padres, culposos y apesadumbrados, la sepultan. Con el tiempo, la fe lugareña convierte a Pilar en intermediaria de milagros. Año tras año, su capilla ubicada a 30 kilómetros de Concepción se llena de promeseros que llegan a pie, familias, niños y adultos que le ofrendan cientos de muñecas de diferentes tamaños y formas.
Ficha técnica
Actúan Luz Palazón, Pilar Boyle, Mercedes Moltedo y Juan Grandinetti
Asistente dirección: Sofía Salvaggio
Escenografía: Alicia Leloutre y José Escobar
Iluminación: Matías Sendón
Vestuario: Jam Monti
Canciones: Julián Kartun (música) y María Marull (letra)
Fotografía: Sebastián Arpesella
Diseño gráfico: Natalia Milazzo
Dramaturgia y dirección: María Marull
Duración: 65 minutos
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