El sueño de tener un mercado de la Agricultura Familiar

Por INTA Bariloche

Entre las verduras de estación se entremezclan también los frascos de mermeladas, los huevos caseros, que son más grandes que lo habitual, la miel brillosa recién cosechada, alimentos disecados para quien quiere lucirse en la cocina, vigorosos plantines de huerta y cultivos hidropónicos y plantas medicinales. Los panificados también se lucen. En esa rica variedad está la respuesta de por qué pasó de ser una feria de “horticultores” a una de “agricultores”.

Esa simple transformación denota crecimiento y diversificación y por ello, hablar del inicio de la decimotercera temporada de la ahora “Feria Franca de Agricultores del Nahuel Huapi”, no es solamente mencionar el inicio de un evento más, es celebrar el esfuerzo y compromiso que asumieron hace 13 años un grupo de pequeños productores y productoras de Río Negro y ver los frutos de un espacio que no solamente sigue vigente, sino que crece.

“Apuntamos a tener un mercado de la agricultura familiar, ese es nuestro sueño”, así lo cuenta María Toro, productora de Villa Llanquín (Río Negro) y flamante presidenta de la Feria. Ella, junto a otros pequeños agricultores y agricultoras es una de los artífices de los pasos que se van dando para concretar esa meta.

“Hace cuatro años que conformamos la asociación civil . Es un trabajo arduo, pero hoy ya contamos con Comisión Directiva y son 40 los productores asociados, la idea es seguir trabajando y creciendo”, asegura Maria.
La diversificación productiva y la unificación de pueblos y parajes de distintos lugares de la provincia en un mismo espacio son características típicas que la feria cuida e impulsa.

“Hay un ambiente de sociabilidad muy interesante” subraya el ingeniero Julio Ojeda, del INTA Bariloche y uno de los creadores de la Feria. “Se genera un vínculo entre los productores y los clientes que va más allá de un intercambio comercial, ya que el cliente sabe quién produjo lo que está comprando, dónde, en qué momento y en qué condiciones”, señala.

En ese sentido Toro destaca que “nosotros les enseñamos nuestros saberes al cliente, los mismos que nos enseñaron nuestros ancestros, le brindamos nuestro conocimiento y les enseñamos también a producir en su mismo patio o terreno”.

Además de saber “instruir” al cliente sobre esos aspectos, la persona que forma parte de la feria debe responder a lema “coma sano y natural”. Para ello debe vender productos donde se haya usado abono natural, (como de oveja o chiva, por ejemplo) y debe ofrecer productos de la época.

“Es condición no acelerar el proceso de ningún cultivo con agroquímicos para después poder venderlo” relata Maria. “Si es la época de la manzana se vende manzana, pero manzana no vas a encontrar en cualquier época. Ese es un modo de cuidarnos y cuidar al cliente que es parte de nuestra familia”, asegura.

Desde sus inicios, allá por el año 2009 las instituciones acompañaron la gestación y el crecimiento de la feria.
“Es un halago para nosotros tener el apoyo de las instituciones. Nosotros podremos tener los saberes y la experiencia, pero las instituciones aportan su conocimiento en lo productivo y administrativo y la tecnología avanzada que beneficia la tarea productiva desde distintos aspectos” sostiene la presidenta de la Feria.

El INTA, las universidades del Comahue y de Río Negro, la Subsecretaria de la Agricultura Familiar y distintos organismos municipales, provinciales y nacionales, cada uno desde su rol, aporta aquello que la Feria necesita para mantenerse en el tiempo y seguir creciendo.

Ojeda reconoce que “la feria ha traído cosas importantes, como lograr que las instituciones puedan trabajar en conjunto teniendo un objetivo en común y el compromiso sigue siendo trabajar todos juntos”.
La Feria Franca de Agricultores del Nahuel Huapi inició una nueva temporada el pasado 20 de noviembre y estará abierta al público todos los sábados de la temporada estival. Su lugar, como siempre, será la Plaza Belgrano, ubicada en la unión de las calles “20 de febrero” y “24 de septiembre” de Bariloche.

Quien se acerque a la feria encontrará productos provenientes de El Manso, Corralito, Villa Llanquín, Colonia Suiza, Ñirihuau, El Bolsón y de barrios de Bariloche como el Pilar 2.
“La idea de la feria es que muchos más productores se empiecen a incorporar para que seamos más fuertes y visibles”, expresa Maria Toro. “La única condición –remarca- es la continuidad y que todo sea agroecológico y natural”. E invita: “Aprovechen la oportunidad porque es un modo de no dejar sus tierras y tener un complemento en el campo.”