El ritmo silencioso de Vaca Muerta
Abril, el mes de las protestas de los autoconvocados de Salud, registró el anterior récord de producción: 147.000 barriles diarios.
En su nacimiento Vaca Muerta perseguía, incluso más que la rentabilidad de los proyectos, un bien intangible: la licencia social. La aceptación de un desarrollo masivo por parte de una industria siempre bajo la lupa fue el objetivo de gobiernos, empresas y sindicatos. Sin que el debate esté saldado, los hidrocarburos no convencionales comenzaron a perder espacio en las tapas a manos de la angustia generada por la pandemia de coronavirus.
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Lejos de las campañas de evangelización que llenaron minutos de televisión y páginas de diarios, la industria petrolera en la Cuenca Neuquina avanza casi en forma silenciosa. Recién en el último mes hubo repercusiones públicas de lo que pasaba puertas adentro, pero fue solo para anunciar nuevos récord de producción, ampliaciones de plantas de tratamiento, proyecciones de barriles y nuevas -e ingeniosas- asociaciones.
El 22 de junio se conoció un nuevo hito. La producción de petróleo de mayo fue la más alta desde 2005. No solo se recuperaron niveles de prepandemia sino que los volúmenes, 189.199 barriles por día, se encaminan a la proyección de 235.000 barriles para fin de año. Neuquén confirma su condición, recostada en los no convencionales, de ser el principal productor de gas y petróleo del país.
Argentina necesita unos 500.000 barriles diarios para cubrir su demanda interna, hoy le “sobran” cerca de 15.000 barriles. Con la proyección anticipada por el gobernador Omar Gutiérrez, los excedentes se triplicarían y el camino de la exportación podría empezar a transitar el esperado destino “en firme”, es decir, envíos al exterior continuados.
En la actualidad las exportaciones de crudo representan cerca de un 6%, su aporte a la balanza comercial es marginal en cuanto al ingreso de divisas, pero mejora cuando se revisan los años de importaciones que sumaban presión a la cuenta central, marcada por el ingreso del gas vía barcos.
Hoy al país le “sobran” unos 15.000 barriles. De cumplirse la proyección del gobernador, Omar Gutiérrez, los excedentes se triplicarían.
El movimiento resulta tan silencioso que de todas las previsiones negativas que se le adjudicaban a los 22 días de bloqueos de los trabajadores de Salud, ninguna se cumplió. Desde la secretaría de Energía lo reconocieron, pero aclararon que de todos modos la situación tenía una fecha límite. Hubo variables, como el menor consumo, que ayudaron, pero el sistema productivo superó casi un mes de piquetes, una interesante marca que relativiza la máxima de que la conflictividad social es el peor enemigo de los inversores.
Abril, el mes de las protestas, registró el anterior récord de producción: 147.000 barriles diarios.
El precio internacional del petróleo, un aplanamiento del costo de la mano de obra por el tipo de cambio y una curva de desarrollo que compite con otros desarrollos en el mundo, despejan el camino de Vaca Muerta. Los números también tienen impacto, como dicen en la política, para “la persona de a pie”: la provincia embolsará -con un cálculo conservador- durante 2021 más de 65.000 millones de pesos por regalías, un 20% más de lo estimado en el Presupuesto.
Antes de llegar a los objetivos trazados queda una pelea que, en apariencia, no afectaría el camino. Se trata de la ley de promoción petrolera que busca premiar los aumentos de producción con el objetivo de hacer crecer los saldos exportables y que sea una nueva fuente de divisas para el país. De todos modos todavía no está desenredado el ovillo entre los grandes jugadores de la industria y los que pretenden mejorar su porción de mercado.
Alcanzar 235.000 barriles diarios a un valor actual del crudo de 70 dólares -en el país por la dinámica del mercado y el precio del combustible se paga entre 10 y 12 dólares menos- daría una prometedor número: 13,3 millones de dólares diarios. Hacia fin de año serían unos 400 millones de dólares al mes. En regalías, solo de petróleo, que es la mitad de la cuenta, serían unos 4.800 millones de pesos. La cifra representa un mes promedio actual de regalías totales (gas + petróleo).
Abril, el mes de las protestas de los autoconvocados de Salud, registró el anterior récord de producción: 147.000 barriles diarios.
En su nacimiento Vaca Muerta perseguía, incluso más que la rentabilidad de los proyectos, un bien intangible: la licencia social. La aceptación de un desarrollo masivo por parte de una industria siempre bajo la lupa fue el objetivo de gobiernos, empresas y sindicatos. Sin que el debate esté saldado, los hidrocarburos no convencionales comenzaron a perder espacio en las tapas a manos de la angustia generada por la pandemia de coronavirus.
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