Un nuevo video muestra al pulpero al volante de su F-100 en la playa de Las Grutas
Mirá el último video que publicó Cristian Firmapaz. En esta nota, cuenta los secretos de su camioneta: motor de 6 cilindros, caja de tercera, casi no tiene amortiguación, radiador de un Falcon que calienta y por eso anda sin capot, cubiertas que sufren el traqueteo. La novedad: firmó el 08 como comprador y el antiguo dueño lo hará el lunes. La transferencia está más cerca y luego Ford podrá restaurarle la F-100.
Manejar la chata que el recordado video volvió viral, es como andar a caballo. Es que “casi no tiene amortiguación, y corcovea, se sacude y te zamarrea de lo lindo cuando pasas por el monte o andás arriba de las piedras” contó Cristian Firmapaz, el pulpero que se hizo tan popular como su Ford F100.
Por eso, el hombre reconoce que estar arriba de la famosa camioneta “cansa”. Y que “hay que tener muñeca” para pasar con destreza cuando la marea está subiendo. Con una carga que, cuando la caja está al tope de leña, puede llegar a pesar hasta 1100 kilos. En esos momentos, el volante se vuelve más duro que una tosca. Y las venas del pulpero se inflan como troncos, creciendo en sus brazos flacos, que tensa de tanto esfuerzo.
Eso no se ve en la maniobra que alcanzó millones de vistas. Ahí, la chata avanza con levedad de gacela, sorteando rocas y espuma. Adentro, sin embargo, está Cristian. Yugando al mando del volante después de haber hachado todo el día. Pero el hombre tiene naturalizado el arte del manejo, y sólo identifica el cansancio cuando alguien le pregunta. Entonces, mira la escena de lejos. Y se ríe de su capacidad de aguante.
Aguantadora también es su Fordcita. Gasta entre 36 y 38 litros de nafta cada vez que va a la playa o al monte. Es que el tramo de ruta es de 15 km, que se recorren casi sin consumir nada. Pero, en la arena o a campo traviesa, la “camio tira y gasta como loca”.
Su chata es noble, y tiene corazón de Ford. Un motor Falcon 221 de 6 cilindros, que, según Cristian, que es experto en fierros, la empresa utilizó tanto para las Ford Rancheras como para los Falcon.
Además, tiene caja de tercera. Y aunque su dueño le ve pocos defectos, debe reconocer que se calienta enseguida. Y no por su naturaleza, sino por lo que los años han hecho de ella. Es que en el camino alguien le puso un radiador chico, que había pertenecido a un auto Falcon. Y, por este detalle, Firmapaz tuvo que resignar estética. Para andar le saca el capot, porque levanta una temperatura de infierno.
El mar, además, puede hacer estragos. Por eso siempre tiene que revisar el bolillero y las crucetas. Ocurre que el agua lava la grasa, y, cada tanto, hay que volver a lubricar bien esas piezas.
Las ruedas también son material de descarte. Se pinchan con las espinas, se rompen, y el desgaste las vuelve lisas como la piel de un bebé.
Por eso los gomeros del pueblo lo conocen. Siempre compra algunas que estén mejor que las que abandona. “Varios me guardan las que saben que todavía me pueden servir. Es la parte que más sufre de la chata” destacó el pulpero.
Novedades
La buena noticia es que el antiguo dueño de la Ford F100 el próximo lunes 18 se comunicará con la gestora que se ofreció a ayudarlo con la transferencia, para encaminar el trámite. Una vez obtenido ese papel, la empresa Ford, tal como le prometió, podrá llevarse el vehículo para restaurárselo.
“El viejo dueño está en Bahía San Blas, en Carmen de Patagones, visitando a su familia. De ahí pasará a Viedma, y hablarán con la gestora” se entusiasmó Cristian.
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