El proceso penal, lejos de lo esperado en Cipolletti

El nuevo Código Procesal pretendía acelerar los tiempos, pero no ocurrió. Hay proyectos de cambios en la Legislatura.

El nuevo Código Procesal Penal de Río Negro pretendía, entre otras cosas, acelerar los tiempos de la justicia, una de las grandes demandas sociales. Nada de eso ocurrió. Incluso, en algunas causas, hay más demoras que con el antiguo procedimiento que podía demorar hasta tres años. El nuevo sistema fija claramente los plazos: seis meses para formular cargos, cuatro para controlar la acusación y dos para el juicio. En total las investigaciones debieran resolverse en el plazo de un año. Para muestra alcanza un botón.

El maestro del jardín 85 del barrio El Manzanar de Cipolletti está condenado por los abusos sexuales cometidos contra niños y niñas que asistían a la salas de 4 y 5 años. La causa se tramitó exclusivamente con el viejo código procesal, caracterizado por su laxitud en los plazos, la excesiva burocracia y las marchas y contramarchas que sufrían las distintas resoluciones.

Con eso y todo el docente llegó al primer juicio transcurridos tres años desde la primera denuncia. Un caso similar es el del profesor de Las Perlas cuyo debate está fijado para abril de este año. El último caso, conocido en 2019, lleva a concluir que con el nuevo código algunas causas demoran casi lo mismo.

“Este (nuevo) código es muy rápido para las causas de flagrancia, para los temas sencillos”, sostuvo un abogado que litiga permanentemente en el fuero penal de Cipolletti. Es que el código procesal penal, sancionado bajo la ley 5020, se implementó en agosto de 2017 bajo el paradigma de la celeridad y de las respuestas rápidas a la sociedad. A menos de cuatro años de su implementación ya se presentaron algunos proyectos de reformas en la legislatura provincial.

Cipolletti siempre fue una sociedad compleja y sensible sobre todo con los delitos que involucran hechos de abusos sexuales y femicidios. No por nada tiene una triste y larga historia de mujeres asesinadas. “La sociedad es reactiva a los hechos de abuso sexual, creo que es algo que fuimos aprendiendo de la mano de movimientos como los que surgieron en Cinco Saltos con el caso del docente Carlos Anzaldo”, reflexiona una de las mujeres que militan este tipo de causas.

Por ello las causas de abusos sexuales y las de violencia de género son las que mayor celeridad requieren por parte de la justicia. Sin embargo, funcionarios y funcionarias del fuero penal se ocupan de demostrar la efectividad en hechos menores, casi todos puestos en la agenda de los medios por la prensa policial.

Por caso, los homicidios del año pasado ni siquiera están con control de acusación que es la instancia previa al juicio, las causas de violencia de género que toman estado público (solo las que se conocen) no tienen respuesta y las víctimas utilizan los medios de comunicación para traccionar y conseguir un avance o en su defecto para denunciar reiterados incumplimientos a la perimetral.


Algo así ocurrió en el proceso contra un reconocido empresario acusado de ejercer violencia contra su expareja. El año pasado salió a la luz luego de que intentará incendiar el vehículo de la mujer. Trascendió que la causa estuvo más de un año parada porque no podían notificar al hombre. Se le formuló cargos, pero sigue latente el pedido de control de acusación. Mientras, la víctima sigue sumando denuncias por violaciones a la orden de restricción.

Otra causa que generó muchísima repercusión en Cipolletti es la del odontólogo acusado de abusar de una paciente en su consultorio de la calle Mengelle a fines del año pasado. Transcurre el mes de marzo y ni siquiera se conoce la situación respecto a las condiciones de detención, mucho menos si hay, hubo o habrá control de acusación.


Los abusos cometidos en la escuela de Las Perlas, cuyas víctimas fueron niñas de 9 y 10 años, tienen como único acusado al docente José Ruffa y la primera denuncia se realizó en abril de 2019. El control de acusación se hizo interminable, como suele ocurrir con otras causas como las del ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra o la de Rubén López por la administración fraudulenta en el gremio de la fruta.


El debate del maestro de Las Perlas está fijado, días atrás, para abril de este año y ello permite concluir que la causa tardó en tramitar exactamente dos años, sin contar que durante la cuarentena las audiencias virtuales aceleraron muchos procesos ya que las víctimas, testigos y peritos no debían trasladarse para declarar.


La causa del maestro Carlos Meza, que finalmente terminó con tres condenas aun no revisadas por la Corte Suprema, tardó tres años con voluminosos expedientes que aguardaban una declaración indagatoria, un procesamiento, una apelación, una elevación a juicio y finalmente la fijación del debate con testigos y peritos presenciales que debían desfilar por los estrados. Más allá del espíritu de l nuevo código, el objetivo de acelerar el proceso penal de las causas complejas sigue siendo materia pendiente en la justicia.


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