El presidente de Argentinos aseguró que «Tinelli no tiene tiempo ni ganas de conducir la LPF»
Malaspina aseguró que es no un golpe, sino algo que está escrito en el estatuto de la Liga y que Marcelo se victimizó.
El vicepresidente primero de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), Cristian Malaspina, consideró que el titular de la organización, Marcelo Tinelli, «no tiene tiempo ni ganas» de ejercer su cargo, por lo que confirmó que el martes se realizará una reunión de Comité Ejecutivo para tratar su remoción tal como se solicitó en una carta firmada por 15 clubes.
Malaspina confirmó que, en caso de decidirse por consenso en el debate, la LPF quedará transitoriamente a cargo de la vicepresidencia y se convocará a elecciones en el término de 90 días para encontrar «la mejor salida para el fútbol argentino».
«La falta de gestión se está llevando puestos a todos los clubes. Tinelli debe reconocer que evidentemente no tiene tiempo ni ganas de conducir este barco», afirmó el presidente de Argentinos Juniors, al dar a conocer su opinión acerca de lo que esta sucediendo con la LPF.
Malaspina identificó que debido a la relación entre Tinelli y la máxima autoridad de AFA, Claudio Tapia, «es prácticamente imposible» dar respuesta a las necesidades de los clubes, por lo que entendió que «hay que barajar y dar de nuevo» en la conducción de la LPF.
Aldosivi (Mar del Plata), Lanús, Argentinos Juniors, Independiente, Gimnasia y Esgrima La Plata, Estudiantes (La Plata), Godoy Cruz (Mendoza), Rosario Central, Huracán, Defensa y Justicia, Arsenal, Colón, Platense, Sarmiento y Central Córdoba (Santiago del Estero) firmaron una nota dirigida al presidente de la LPF en la que reclamaron el tratamiento de la remoción en los términos contemplados por el Estatuto.
Tinelli consideró la estrategia como «un golpe artero» e invitó a una reunión dirigencial para el 11 de enero, después de que se realice el sorteo del próximo certamen.
«Esto no es un golpe. No estamos haciendo nada que no esté escrito en el Estatuto de la Liga Profesional. Lo de Marcelo es una estrategia de dramatización y victimización», consideró.
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