El político honesto que fue reconocido por la comunidad, en Huergo
Santiago Rivero (91) fue el primer jefe comunal tras los años de dictadura. Su trayectoria, marcada por el diálogo conjunto y los valores inquebrantables, le valieron el título de Ciudadano Destacado otorgado por el Legislativo local.
La construcción de la memoria de un pueblo yace en cada uno de sus vecinos. Algunas trayectorias supieron lograr modestas contribuciones, pero otras marcaron los designios de buena parte de la comunidad, símbolo de un antes y un después. Esa es la historia de Santiago Rivero, el demócrata que se convirtió en el primer intendente comunal de Huergo en 1983 y una fuente de referencia para la clase política.
El hombre, de valores honestos y férrea defensa de la participación plural, se convirtió en Ciudadano Destacado de la Democracia el mes pasado. Las distinción fue otorgada por el Concejo Deliberante en el marco de los 38 años del inicio de la nueva Argentina.
“Para mí fue sinceramente lo más grande que me ha pasado en la vida, en realidad no esperaba semejante homenaje”, comentó Rivero. A sus 91 años, con pérdida de la visión pero con una lucidez que se mantiene intacta, se encuentra recluido en su chacra en las afueras de la ciudad.
El homenaje fue impulsado por el ex intendente y juez de paz Osbaldo Giménez, aunque también se hicieron presentes en el acto otros exmandatarios.
En la época en la que Rivero asumió la conducción de la ciudad, los cargos tenían una duración de dos años. Pero en su compromiso y misión de hacer cosas por la gente, su gestión logró atesorar grandes hitos. Tales como la extensión del tendido eléctrico en los barrios, reparación del hospital y hasta la instalación de las primeras garitas de colectivo.
“Luché por los ideales de la patria, soy un nacionalista neto. En la campaña junto al peronismo colgamos carteles clandestinos a las tres de la mañana. No fue simple”, añadió.
Aunque en un comienzo tuvo afinidad con los sabattinistas fue durante la primera presidencia peronista en la que se identificó con la causa obrera, en lo que él considera un “gobierno del pueblo”. Fueron esos mismos colores los que lo llevaron a su primer cargo, aunque esto no le impidió generar acuerdos con la oposición.
“Fue la única vez en la historia que el Tribunal de Cuentas se ofreció a los radicales, porque era un convencido de que tenía que estar controlado por la oposición”, destacó con profundo orgullo su hija, Silvia Rivero.
El demócrata, quien también fue detenido de la dictadura, se retiró en 1985 convencido de que de la política no se debe vivir.
En contexto… el análisis social de un experto
Por su particular visión que le permite llegar a acertados análisis sociales, Santiago se convirtió en el blanco de las visitas de gobernadores e intendentes en busca de sus consejos.
“Lo veo duro al contexto, ojalá me equivoque pero no lo veo bien”, mencionó el ex intendente en su más reciente perspectiva de la actualidad del país.
Pero pese a las crisis nacionales, destacó que Huergo pudo avanzar a pasos agigantados en materia de obras públicas. en los últimos años. “La comunidad ha despegado”, sentenció.
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