El piloto militar, situado como clave en las desapariciones

El fiscal finalizará el miércoles próximo con el alegato y el pedido de condenas para los 15 acusados. Responsabilizó por todos los hechos a la plana mayor de Inteligencia de Bahía Blanca y de Neuquén. Detalló las pruebas contra los policías de Río Negro.

Sobrevivientes de la tortura e integrantes de organismos acompañaron las tres jornadas de alegatos de la fiscalía con imágenes de las desaparecidas. Foto Florencia Salto.

El fiscal José Nebbia acusó al piloto del Ejército Juan José Cappella de haber mentido en su indagatoria en la que buscó despegarse del traslado de 20 cautivas desde Neuquén hasta el centro clandestino de Bahía Blanca. En tanto aseguró que los testigos Carlos Martínez (otro piloto presentado como experto) y el mecánico Antonio Colombo “son parciales. Colombo cerraba la puerta del Twin Otter AE106 en los traslados con desaparecidos.”

Nebbia desacreditó ambos testimonios con los que la defensa oficial buscó darle a Capella una coartada de inocencia. Agregó que con la prueba lograda, se conoció que Capella “también tripulaba los Fiat de Campo de Mayo, así es que no sólo tendrá que dar explicaciones acá, sino también en la causa Campo de Mayo”, dijo en alusión a que piloteó aviones que tiraron personas torturadas al Río de la Plata.

En su tercer día de alegatos, que se extendieron por más de ocho horas en cada jornada, el fiscal se adelantó a las hipótesis defensistas con una discriminación del resto de los aviones que operaban en el aeropuerto Neuquén en junio de 1976.

“No hay ningún registro con fecha y hora que coincida como coinciden los vuelos de Capella con los traslados clandestinos del centro clandestino de Bahía Blanca”, afirmó.

Añadió que durante la dictadura hubo traslados de presos políticos “pero todos fueron de una unidad carcelaria a otra, no de la U9 a un centro clandestino”. A Capella le endilgó la responsabilidad de un jefe de Estado mayor del V Cuerpo del Ejército y anticipó que solicitará que sea declarado como partícipe necesario.

“Su rol no fue circunstancial, hubo una actividad frenética en junio de 1976 con vuelos entre Bahía y Neuquén», marcó. El 15 de octubre, en pleno proceso de desapariciones, fue calificado por los máximos jefes de la zona como Carlos Suárez Mason, Osvaldo Azpitarte y Adel Vilas.

Recordó que en el ordenamiento militar solo puede calificar a un jerarca militar, su superior. La fiscalía puntualizó tanta prueba y detalle porqué es uno de los pocos procesos en el país donde un piloto está acusado de llevar desaparecidos y se le imputa la desaparición forzada o asesinato. En el caso de Capella, también de las violaciones de las cautivas que transportó.

Aseguró que toda la prueba lo sindicó como el piloto de los vuelos nocturnos y clandestinos del 10, 11, 15 y 16 de junio en el que las personas secuestradas en Neuquén, Cutral Co, Cinco Saltos y Zapala terminaron en el circuito de tortura bahiense.

Mostró registros del aeropuerto del 1 de julio, cuando devolvió a los cautivos Pedro Maidana, Eduardo Buamscha, Raúl González y Miguel Pincheira tras haber pasado por “La Escuelita” bahiense. “Ese vuelo no se registró en su legajo, pero quedó en los registros del aeropuerto y coincide con los testimonios de las víctimas”, planteó.


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