El nuevo «Barril Macri» amenaza a Vaca Muerta
Con el congelamiento de los combustibles Nación creó un nuevo barril interno que depreció 15 dólares el valor del crudo. Tras la polémica generada Nación convocó a las operadoras a una reunión para analizar el tema.
Vaca Muerta era la gallina de los huevos de oro para la economía nacional, pero el congelamiento del precio de crudo y el tipo de cambio para ese sector que implicó la instauración de un nuevo barril, el Barril Macri, le asestó una puñalada.
La medida generó rápidamente una amplia polémica y Nación convocó a las operadoras a un encuentro para analizar el congelamiento de precios.
El congelamiento del precio de los combustibles que anunció el presidente Mauricio Macri como parte de un paquete de medidas luego del adverso resultado electoral del domingo fue en realidad una medida mucho más profunda para los productores de petróleo. Esto se debe a que contempla un doble congelamiento que en la práctica representa la pesificación de la industria del petróleo argentino y que automáticamente llevó a que el precio del barril perdiera hoy 15 dólares.
En detalle Nación redacta una serie de resoluciones basadas en la Ley de Abastecimiento para fijar que la cotización del Brent, el tipo de referencia para el crudo argentino, quedará fijada por 90 días en los 59 dólares que cotizó el pasado viernes 9. A su vez, el tipo de cambio aplicado para valuar los barriles se fijó que sea el de ese día, es decir 45,19 pesos.
De esta forma el nuevo Barril Macri quedó fijado en 2.666,10 pesos y ya hoy, con el dólar en torno a los 61 pesos marcaba una caída en su valor del 35% pues sin el congelamiento del tipo de cambio habría representado 3.599 pesos.
En números
- 35%
- es la depreciación que ayer alcanzaba el barril dentro del país por el congelamiento del tipo de cambio.
- 42 dólares
- es el precio que las petroleras no integradas recibirían por sus barriles por la quita del equivalente a retenciones.
La formación no convencional se preparaba para dar un salto en la producción de crudo hacia fines de este año impulsado en gran parte por ser el sector en donde se concentraron las inversiones en el último año por la falta e capacidad de transporte en el segmento del gas. Sin embargo con el nuevo escenario nadie confía en que ahora pueda alcanzarse.
Para las petroleras integradas como YPF y PAE, es decir las pocas que además de producir crudo tienen refinerías, los cambios impuestos desde la misma Presidencia de la Nación depreciaron en la práctica el barril local a 43,70 dólares, es decir que en sólo un día perdió un poco más de 15 dólares.
Pero la peor parte se la llevaron las petroleras no integradas pues son las que al negociar con las refinerías terminan recibiendo un menor valor por sus barriles, al aplicárseles una suerte de descuento equivalente a las retenciones a las exportaciones.
Estas operadoras entre las que se encuentran firmas como ExxonMobil, Vista Oil&Gas, Chevron, Pluspetrol, Tecpetrol, Wintershall, Total Austral y Shell -que se desprendió de sus refinerías- entre otras, vieron caer el precio de sus barriles a muy cerca de los 40 dólares.
A diferencia del Barril Criollo que supo instaurar Guillermo Moreno para elevar artificialmente su valor por sobre la cotización internacional, el Barril Macri deprecia el crudo argentino para acompañar el congelamiento de los precios de los surtidores. Y esta depreciación del nuevo barril relega el crudo a valores que amenazan las inversiones en Vaca Muerta.
Estupor es un término que se queda corto para describir el impacto que ayer generó la medida entre las operadoras de Vaca Muerta, incluso desde una firma no integrada indicaron a “Energía On” que el cambio los “destruyó”.
La medida adoptada afecta al sector de Vaca Muerta en donde se concentraron las mayores inversiones en el último año.
Es que el congelamiento por tres meses de la industria del petróleo no sólo implica una caída instantánea del 35% en el valor de su producción, sino que deja el precio del barril muy cerca del límite de rentabilidad o ‘break even’ que en los no convencionales es más elevado que en el convencional.
Esta línea que fija el nuevo barril marca para algunas operadoras y algunas áreas puntuales que la actividad continuará siendo redituable porque tienen su límite de rentabilidad bajo, entre los 30 y los 35 dólares. Pero no será tan así para otras firmas que tienen menor escala o áreas más complejas y cuyo límite de rentabilidad está muy cercano al fijado por el nuevo Barril Macri.
Además la depreciación del crudo nacional implica un serio problema para las compañías sustentadas en inversionistas extranjeros que claramente verán que perdieron buena parte del negocio, como así también abre fuertes interrogantes puertas adentro de las compañías extranjeras con presencia en Vaca Muerta que difícilmente incrementarán inversiones para cobrar un barril que ahora vale mucho menos que los norteamericanos.
El plan
- 90 días
- es el plazo que fijó el gobierno nacional para la aplicación del nuevo esquema apodado el Barril Macri.
“Vaca Muerta se quedó afuera del mundo”, sentenciaron desde una petrolera al advertir que el shale de ese país vale hoy mucho más que el de Vaca Muerta. Y al igual que varias de las operadoras consultadas por este medio, señalaron que con el nuevo barril “se van a reanalizar todas las inversiones, las que están empezadas seguirán pero las que no, se van a repasar y sólo se harán las que sean necesarias”.
Pero si el escenario es complejo para las grandes empresas lo es mucho más para las firmas de servicios, muchas de ellas pymes locales, y también para los trabajadores vinculados a la actividad petrolera.
“Entendemos que no se puede trasladar toda la devaluación al surtidor y que cada aumento genera más inflación pero con esta medida la actividad en Vaca Muerta se va a frenar”, sostuvieron desde otra operadora.
Análisis: La sábana corta y la volatilidad
Por Victoria Terzaghi
La medida adoptada por el gobierno nacional de congelar el precio de los combustibles líquidos refleja claramente la imagen de la sábana corta, en la que al correrla para cubrir a un sector se deja sin cobijo a otro.
En este caso la sábana fue corrida para buscar cubrir a los consumidores, la población en general que de lo contrario habrían sufrido en un escenario de devaluación una suba en los combustibles que además impacta en todos los productos que dependen del transporte.
Quienes quedaron sin cobija son las operadoras centradas en la búsqueda de petróleo pero también buena parte de Vaca Muerta y de la promesa que traía consigo de generar divisas para el país.
Hace apenas un mes y medio se pronosticaba desde YPF que para el año que viene el sector podría estar exportando 70.000 barriles de petróleo por día, pero con el nuevo escenario no sólo es incierto si se alcanzará el incremento en la producción para poder tener ese saldo exportador.
También es incierto si, en función de la aplicación de la Ley de Abastecimiento se autorizarán los envíos al exterior con los que las petroleras podrían gambetear el precio del nuevo Barril Macri.
Pero la sábana corta también deja a otros sectores sin abrigo. Uno de ellos es la provincia de Neuquén, la que capitaliza Vaca Muerta, pues el congelamiento del barril reducirá las regalías que recibe por la producción de petróleo y que representan en conjunto un tercio de los ingresos provinciales.
Los trabajadores vinculados a la industria petrolera son otro de los sectores que se verán afectados. Si bien por ahora ninguna operadora resolvió realizar despidos ni suspender actividades en marcha, las crisis del sector impactan directamente sobre el nivel de empleo que en el caso de Vaca Muerta trasciende las fronteras de la provincia de Neuquén.
El viernes las principales petroleras del país recibieron tres encuestas sobre las elecciones PASO que indicaban un escenario entre la paridad y una leve ventaja de la fórmula encabezada por Alberto Fernández. El resultado de domingo las sorprendió, pero el lunes coincidían en señalar que no ven con temor un cambio en el gobierno de turno pues confiaban que Vaca Muerta es también para el kirchnerismo una política de Estado.
La preocupación era entonces la volatilidad del dólar que impactó en las acciones, hasta el baldazo de agua fría que llegó hoy con la nueva medida.
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