El Kuelgue: cóctel explosivo de humor, canción y actuación

De Paul McCartney al Alto Valle, con escalas. Así es el viaje de El Kuelgue, la inclasificable banda que en mayo teloneó a Macca en el estadio Único de Las Plata y que este fin de semana se presentará en escenarios de la Asociación Española, de Roca, el sábado a las 23, y junto al grupo local Songolongo; y en Pirkas, de Neuquén, el domingo, con Los Mescalitos.

En “Cariño reptil”, su tercer compacto, El Kuelgue, formado en 2004, amalgama antiguas composiciones con un renovado presente compositivo. Las performances músico actorales se hacen canciones, apoyadas en una compleja y expansiva rítmica bailable. Sobre una fusión de estilos va surgiendo una asociación libre de letras que juega con el humor y el absurdo, con la sorpresa de lo que surge en el momento.

Integran la banda Julián Kartún en canto, la voz y teclados de Santiago Martínez, Nicolás Morone en guitarra, el bajista Juan Martín Mojoli, Pablo Vidal en saxo y la batería y percusión de Tomás Baillie.

La charla entre Julián Kartún (32), voz de El Kuelgue, y “Río Negro” ocurrió en casa de su padre, Mauricio, prolífico dramaturgo y docente.

“Siempre dentro del juego y el absurdo, es difícil determinar qué dice una canción”, asume Julián. Pero, “creo que con los ensayos y el momento previo a la grabación, se define el sentido del tema y se lo intenta justificar. Yo digo cosas que sé a qué lugar me llevan, pero se resignifican al llegar a otro que las convierte en propias. Las letra de El Kuelgue tienen mucho que ver con imágenes, en general no hay una bajada de línea, es muy raro también que aparezca una historia”.

P- ¿Cómo las recibe el público?

R- Son imágenes reinterpretadas por quien las escucha. Combinada con la música aparece la poesía, de un modo muy interesante que fue variando a lo largo de nuestra trayectoria. Me parece que el público de El Kuelgue está muy sobre estimulado porque mira tele, YouTube, escucha sonidos de todo el mundo Allí está lo que llamamos zapping de El Kuelgue, que puede ir de un lugar a otro, en la lírica y lo musical, en los géneros que tocamos. Y es bien interpretado, se entiende por qué lado vamos…

Julián, al igual que Julieta Zylberberg, Martín Piroyansky y Violeta Urtizberea, surgió del mítico programa “Magazine For Fai”. También es creador del personaje Caro Pardíaco y fue una de las estrellas de “Cualca”. El año pasado recibió elogios y premios por el unipersonal “Absolutamente comprometidos”, en el que encarna treinta personajes diferentes. Hace además en radio “La hora animada” por Internet. “Sí, estoy en Futuröck. En realidad, soy yo con un micrófono, poniendo temas que me gustan, hablando un poco entre ellos, y haciendo algunos personajes. El lunes grabo casi toda la semana y el viernes voy en vivo… Trabajo también con el lenguaje físico, el Kuelgue y en Caro Pardíaco, que hago en teatro los viernes (trasnoche en Sala Siranush de Palermo). Caro es muy física. En El Kuelgue aparecen mucho los personajes y no nos tomamos en serio el lenguaje, aunque es una herramienta fundamental”, cuenta Julián.

P- Hay humor en Caro, en El Kuelgue, también en la radio.

R- Sí, hay momentos en que entran Caro con una nota de moda; Osvaldito que es un jugador de fútbol roquero y habla cosas de camarines y de rock; Ariel, un locutor con todos los lugares comunes de la locución radial de FM. En El Kuelgue no es un desafío o una idea previa, hacer reír, simplemente es una consecuencia del juego, del proceso lúdico que nosotros tenemos tan en cuenta. Pero es espontáneo y se relaciona con el movimiento, con no estar fijos a una técnica específica de composición. Lo que generamos, sucede de una manera muy orgánica: puede resultar una chacarera metalera o un reggae punk, pero no a partir de una idea previa. Si hay algo que caracteriza a El Kuelgue es su dinámica orgánica.

P- Permitirse libertades…

R- Totalmente. Y cada uno de nosotros tiene un rol claro. Por ahí, algunos más en lo musical, yo poniendo las letras y la jeta. Al laburar en grupo, hay que entender eso. De lo contrario duran poco las compañías o los elencos que hacen algo muy lindo, pero el ego termina destruyéndolo todo. Es un trabajo diario y nos ha costado en otro tiempo, entender la cuestión de los roles. Llevamos doce años juntos y tenemos una dinámica bien interesante de laburo que funciona cuando componemos, arreglamos los temas o los grabamos; en el momento del vivo. Somos un grupo de amigos que logró armar un ensamble musical importante, cada uno poniéndole todo su esfuerzo y su costado profesional, operando su instrumento.

P- ¿Algo nuevo?

R- Justo ahora estamos empezando a maquetear el próximo disco y las giras nos sirven mucho para ir reforzando los temas nuevos, componemos en los hoteles. Estar todo el tiempo juntos, comer juntos, conocer lugares, zapar toda la noche, siempre lo valoramos mucho. Lo considerábamos una fórmula que no podía salir mal.

P- Y este fin de semana retornan a Roca y Neuquén…

R- La primera vez que fuimos (julio 2015), nos sorprendió mucho la cantidad de gente que nos fue a ver y su buena onda. La respuesta fue buenísima. Por eso volvemos, seguimos girando por el país.

Para la presentación

de El Kuelgue el sábado en Roca, los socios de Club Río Negro tienen
el beneficio de 2×1 en entradas.

“Las letras de
El Kuelgue tienen mucho que ver con imágenes, es muy raro que aparezca una historia”.

“Lo que generamos, sucede de una manera orgánica: puede resultar una chacarera metalera o un reggae punk, pero no a partir de una idea previa”,

revela Julián Kartún, voz líder de El Kuelgue.