El kirchnerismo busca reflotar el Plan Nuclear

Hay expectativas entre los municipios que forman parte del Fomden. Cambiemos frenó el impulso que se generó la gestión K. El trasfondo es la disputa geopolítica entre EE.UU. y China.

El desarrollo de la energía nuclear en la Argentina tiene un futuro incierto. Mientras el gobierno de Cambiemos despreció la construcción de nuevas centrales, el kirchnerismo, que se perfila para volver al poder a partir del 10 de diciembre, quiere relanzar el Plan Nuclear.

En el medio, la Argentina se encuentra como eje de un capítulo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Los norteamericanos quieren limitar la expansión asiática en América Latina, que se manifestó claramente durante la década pasada con financiamiento abundante para inversiones. El swap de monedas y la construcción de represas hidroeléctricas en Santa Cruz son algunos de los más claros ejemplos.

En Argentina, a partir del 10 de diciembre, la ciencia, la industria y la tecnología volverán a elevarse como políticas de Estado».

Federico Bernal es director del Oetec.

En esta nueva etapa, el gobierno de Estados Unidos apuesta masivamente a Vaca Muerta (incluso, hace dos semanas aprobó financiamiento a Vista Oil & Gas y Aleph Midstream por US$ 450 millones mediante la OPIC) y quiere excluir a China de la estratégica reserva de petróleo y gas natural ubicada en la Cuenca Neuquina.

Tiene una garantía: condicionó a la Argentina con los multimillonarios desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una quita de apoyo del gobierno de Donald Trump desembocaría en una extrema crisis a nivel local.

En números

5.220
nuevos especialistas en el sector había en 2015 tras un proceso que se originó en 2003.

En cambio, China, además de las represas hidroeléctricas, quiere ampliar su participación en el país mediante las centrales nucleares, que complementan o compiten -según la manera en que se lo quiera analizar- a las plantas térmicas a gas y, por tanto, con el desarrollo hidrocarburífero.

El viernes pasado, figuras del kirchnerismo se reunieron en la localidad bonaerense de Zárate, cerca de las centrales Atucha. Fue en un foro de municipios organizado por el intendente local, el peronista Osvaldo Cáffaro quien fue muy criticó la política nuclear del macrismo.

En números

129
empresas registrada había en 2015 especializadas en la industria nuclear.

Oficialmente llamado Foro de Municipios para el Desarrollo Nuclear (Fomdem), allí los referentes locales de Zárate y Ezeiza (Buenos Aires), Formosa, Embalse Río Tercero (Córdoba) y Bariloche (Río Negro), todas localidades con actividad para el sector, buscaron dejar un mensaje: el desarrollo de la energía nuclear debe ser uno de los pilares del crecimiento en la próxima década, a partir de la tecnología asociada.

Es fundamental el Plan Nuclear para toda nuestra Región. Es realmente triste lo que ha pasado con Atucha, toda esa tecnología que estuvo prácticamente oxidándose, y no queremos que los trabajadores vuelvan a pasar por esa situación”, dijo el intendente Cáffaro.

Foro en Zárete. La semana pasada se realizó un encuentro que estuvo encabezado por el intendente peronista Osvaldo Cáffaro.

Es un mensaje que claramente está en contraposición con lo expresado meses atrás, por ejemplo, por el grupo de ex secretarios de Energía, entre los que se encuentran los radicales Emilio Apud, Daniel Montamat y Jorge Lapeña, que sostienen que el costo de la energía nuclear es seis veces mayor que el de la energía térmica.

En números

2006
el presidente Néstor Kirchner firmó un acuerdo con China para la construcción de dos centrales nucleares.

Federico Bernal, bioquímico y director del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo Soberanía y Seguridad Jurídica Popular (OETEC), estuvo a cargo de la introducción.

Bernal fue asesor energético del exministro de Planificación e la era kirchnerista, Julio De Vido, y es muy escuchado ahora por la expresidente y actual candidata a vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, debido a sus profundas críticas al actual modelo energético.

La reactivación del Plan Nuclear es central, como el objetivo lanzado por Alberto Fernández de encender la economía nacional”.

Federico Bernal es director del Oetec.

“Entre 2003 y 2015, el Plan Nuclear expandió en 5.220 los nuevos especialistas del sector, se terminó la Central Atucha II y se recuperó el clúster nuclear científico, tecnológico e industrial, entre otros grandes logros. En 2003 no había empresas calificadas en el sector; en 2015, había 129. Lamentablemente, con (Mauricio) Macri el Plan Nuclear se vio severamente afectado. Fue gracias a infinidad de compañeros y compañeras, trabajadores y profesionales que, resistiendo, lucharon para evitar su desmantelamiento”, dijo Bernal.

Hubo críticas a la política nuclear del actual gobierno nacional.

“En la Argentina que se viene a partir de diciembre, la ciencia, la industria y la tecnología volverán a elevarse como política de Estado. La reactivación del Plan Nuclear es central en este sentido, como central también en la concreción del objetivo lanzando por Alberto Fernández de encender la economía nacional mediante la recuperación del empleo y la industria argentina”, completó.

En 2006, durante el gobierno de Néstor Carlos Kirchner​ se impulsó el sector y se relanzó el Plan Nuclear con los acuerdos con el país asiático para la construcción de dos centrales nucleares que se concretaron años más tarde bajo la presidencia de Cristian Fernández.

Por presión popular Río Negro desistió de la central en Sierra Grande

A principios de 2018 el Gobierno nacional desistió de la idea de construir una quinta central nuclear en Sierra Grande, ubicada al sudeste de Río Negro.

A las dos centrales en Atucha y la planta de Embalse, China construirá con tecnología propia otra más en Zárate (por US$ 7900 millones) y estaba dispuesta a financiar la instalación en Sierra Grande. Sin embargo, la oposición de la comunidad y las necesidades políticas del gobierno de Alberto Weretilneck enterró esa posibilidad.

Luego que se conociera el proyecto en 2017 comenzó una ola de reclamos entre los rionegrinos en contra de la instalación de la planta que en un escenario político atravesado por elecciones generó la decisión política del gobernador de no dar el permiso. Truncos quedaron los intentos del diputado macrista Sergio Wisky y el intendente Nelson Iribarren de impulsar el proyecto. También hubo reclamos de algunos ciudadanos a favor de la obra que generaría muchos puestos de trabajo.Sin embargo la mayoría estuvo en contra.

En tanto el mes pasado, el candidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto insiste en la idea de construir una central nuclear en Sierra Grande.


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