El joven que entrena con la carretilla y gana en la montaña

Sergio siempre corrió. Lo hizo desde pequeño, cuando salía a buscar los animales de su familia en un campo de Costa del Malleo, en el sur neuquino. Y trabajó desde chico también, desde que tenía apenas 12 años. Por eso hoy no es extraño que cuente que mientras en la mañana trabaja en una obra de construcción carretilla en mano, durante la tarde le mete kilómetros de entrenamiento con el objetivo del campeonato mundial de Trail Running de Italia en la mente.

Sergio Gustavo Pereyra, 22 años, nació en Zapala y hasta los ocho años se crió en Costa del Malleo.

“Salíamos al cerro a arriar los animales. Y teníamos que subir y bajar”, cuenta sonriente sobre aquella génesis del corredor de ultra trail (carreras de montaña de más de 41 km) que es hoy.

Luego su familia se mudó a Junín de los Andes. En la secundaria, que hizo en el CPEM 7, un profesor de educación física le vio condiciones para correr.

“Empecé con las carreras de calle. Viajé por el país y Chile y participé de los Juegos de la Araucanía”, rememora.

Pereyra sigue teniendo el tono cansino del hombre de campo al hablar. No recuerda mucho las fechas o la edad que tenía en tal o cual momento de su carrera, pero tiene marcado en su cabeza cada tiempo que hizo en cada distancia.

Su primera carrera de trail fue en Cipolletti, más precisamente en Balsa Las Perlas, hace apenas cuatro años atrás. Desde allí no paró de crecer, al punto que meses atrás ganó en Córdoba su boleto directo a Italia tras triunfar en los 50K del Champa Ultra Race que sirvió de clasificatorio nacional. Ahora hace empanadas los fines de semana para poder viajar.

Un mes atrás, Sergio contestó con un video en su muro de Facebook a quienes le preguntaban como eran sus métodos de entrenamiento: en la filmación se lo ve con una carretilla con la que recorre un camino lleno de tablones en una obra de construcción. Y describió: “Mi primer turno de entrenamiento comienza antes de las 8 de la mañana de esta manera (video), con frío o con calor. Y se extiende por unas 9 horas. En algún momento como un sándwich y una coca, para reponer energías. El segundo turno es más corto. Salgo a correr, lo mejor que pueda, lo más rápido que pueda, lo más largo que pueda. A veces por la ruta y otras por la montaña. Dejando todo, si es que el primer turno me dejó algo. Sin mucho más secreto”.

“Yo trabajo desde los 12 años. Empecé en un taller en el que limpiaba motores, después me dediqué a trabajar en el mantenimiento de parques y casas. Y después empecé a trabajar con mi viejo en albañilería”, cuenta.

“Todos los días trabajo y a la tarde entreno. Me siento bien, porque siempre me gustó exigirme. Exigir el cuerpo al máximo, llevarlo al límite. A veces estoy una semana sin trabajar en casa y no me siento bien y los entrenamientos no salen del todo bien. Si estoy trabajando me siento mejor. No me gusta ir al gimnasio, he ido y me aburre estar haciendo pesas. Ni siquiera hago abdominales ni trabajo de piernas. Es eso: trabajar, correr y la bici”, afirma.

Sergio, que tiene la suerte de tener dos sponsor que le proveen de ropa, calzado y anteojos, dice igualmente que hoy en día es difícil competir por los altos costos de alojamiento y estadía. Pese a que lo invitan las organizaciones de las carreras, cada evalúa mejor qué prueba correr. Eso mientras sigue trabajando con una sonrisa cada día en una obra de construcción con su padre.

Mejores resultados

Patagonia Run 42k (2014) 1ero gral 3h16:06

K42 Salomon Brasil (2015) 1ero gral 3h28:23

Cruce de los Andes 100k (2016) 3ero gral 8h35:16

Utacch 75km (2016) 1ero gral 8h:08:20

Trail del Viento Andacollo 60km (2016) 1ero gral 6h48:47

Cruce de los Andes 100k (2017) 2do gral 9h05:39

Champa Ultra Race 50km (2017) 1ero gral 5h12:00

El dato