El IPPV absorberá Casa Rionegrina, que será disuelta
La desaparición de Viviendas Rionegrinas, creada hace 20 años, se concretará próximamente con su absorción por parte del IPPV. Esta decisión gubernamental se formalizó con un proyecto aprobado el viernes por la Legislatura. Esa empresa estatal, con unos 120 empleados, registró un déficit de cinco millones de pesos en el último balance, según afirmó el presidente del IPPV, Luis Bardeggia. Hace un año, el gobierno de Alberto Weretilneck ya había decidido que esa estructura se fusionara al organismo habitacional y, finalmente, se avanzó a partir de una iniciativa general que estableció un programa de cancelación de deudas. Bardeggia consideró que esa sociedad era “insostenible” y defendió su disolución, con la transferencia de su patrimonio al IPPV para optimizar la entrega de créditos. “La figura –explicó– es la disolución por absorción” y el Instituto recupera “las funciones que había delegado”. El viernes, la Legislatura aprobó –en primera vuelta– esa iniciativa y Bardeggia aseguró que creará una Unidad Ejecutora en el IPPV. Tendrá a su cargo la administración de créditos para compras de materiales y pago de mano de obra. Afirmó que Viviendas Rionegrinas “estaba parada, con créditos en picada. Es absurdo, además, la existencia de dos direcciones de personal y dos contadurías”. En ese sentido, el funcionario mencionó que por tratarse de una sociedad comercial con pagos impositivos a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “estábamos afrontando compromisos tributarios anuales por casi 1,3 millones al año, y ahora evitaremos esa imposición con un ahorro; ya que pasaremos todo a un organismo público”. Según Bardeggia, el último balance arrojó un saldo negativo de cinco millones de pesos; ya que por cada peso prestado se gastaban tres dado que los procedimientos operativos significaban un crédito de 5.000 para manejos internos por 15.000 pesos. Casa Rionegrina y, luego, Viviendas Rionegrina cumplió 20 años. Su creación replicó a partir del banco de Materiales del Perú. Se orientó al “otorgamiento de créditos para la provisión de infraestructura básica comunitaria”. Se ofrecían “de doscientos” materiales de construcciones para levantar una vivienda completa. Pero, en los últimos años, la sociedad comenzó a registrar fuertes pérdidas y pocas operaciones. (AV)
La desaparición de Viviendas Rionegrinas, creada hace 20 años, se concretará próximamente con su absorción por parte del IPPV. Esta decisión gubernamental se formalizó con un proyecto aprobado el viernes por la Legislatura. Esa empresa estatal, con unos 120 empleados, registró un déficit de cinco millones de pesos en el último balance, según afirmó el presidente del IPPV, Luis Bardeggia. Hace un año, el gobierno de Alberto Weretilneck ya había decidido que esa estructura se fusionara al organismo habitacional y, finalmente, se avanzó a partir de una iniciativa general que estableció un programa de cancelación de deudas. Bardeggia consideró que esa sociedad era “insostenible” y defendió su disolución, con la transferencia de su patrimonio al IPPV para optimizar la entrega de créditos. “La figura –explicó– es la disolución por absorción” y el Instituto recupera “las funciones que había delegado”. El viernes, la Legislatura aprobó –en primera vuelta– esa iniciativa y Bardeggia aseguró que creará una Unidad Ejecutora en el IPPV. Tendrá a su cargo la administración de créditos para compras de materiales y pago de mano de obra. Afirmó que Viviendas Rionegrinas “estaba parada, con créditos en picada. Es absurdo, además, la existencia de dos direcciones de personal y dos contadurías”. En ese sentido, el funcionario mencionó que por tratarse de una sociedad comercial con pagos impositivos a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “estábamos afrontando compromisos tributarios anuales por casi 1,3 millones al año, y ahora evitaremos esa imposición con un ahorro; ya que pasaremos todo a un organismo público”. Según Bardeggia, el último balance arrojó un saldo negativo de cinco millones de pesos; ya que por cada peso prestado se gastaban tres dado que los procedimientos operativos significaban un crédito de 5.000 para manejos internos por 15.000 pesos. Casa Rionegrina y, luego, Viviendas Rionegrina cumplió 20 años. Su creación replicó a partir del banco de Materiales del Perú. Se orientó al “otorgamiento de créditos para la provisión de infraestructura básica comunitaria”. Se ofrecían “de doscientos” materiales de construcciones para levantar una vivienda completa. Pero, en los últimos años, la sociedad comenzó a registrar fuertes pérdidas y pocas operaciones. (AV)
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