El invitado menos querido: el coronavirus desembarcó en televisión
La llegada del coronavirus a los sets de TV reavivó la discusión respecto a la importancia de ciertos programas. ¿Era una situación evitable? ¿Están a tiempo de frenar los contagios?
Desde que comenzó la pandemia del coronavirus, la televisión parece no tener ningún otro tema de discusión. Sin embargo, hasta esta semana, el asunto del coronavirus se tocaba “desde afuera” gracias a infectólogos, médicos y periodistas que buscaban difundir información.
Estos últimos días, el Covid-19 pasó de ser el principal protagonista de la charla a convertirse en un problema concreto: llegó a los sets y, por consiguiente, el temor del contagio también.
La primera alarma llegó a través de Martín Insaurralde. Es que el Intendente de Lomas de Zamora dio positivo y generó preocupación en Telefe porque su esposa, Jésica Cirio, forma parte del programa “Morfi” que se emite los domingos y en cuyo estudio había estado presente. Las balas comenzaban a picar cerca, y aunque el test realizado a Cirio dio negativo, el debate sobre la esencialidad de los trabajadores televisivos quedó instalado en redes sociales… y en la mismísima pantalla chica.
El fin de semana pasó entre avisos y discusiones, pero la preocupación aumentó considerablemente en la jornada del lunes. Es que fue entonces cuando tuvieron lugar dos casos confirmados dentro de los sets.
Guillermo “Chiche” Ferro, el periodista deportivo de El Nueve, fue el primer caso; y esa misma noche (casi a la madrugada de ayer) se confirmó también el caso de un productor de “El Precio Justo”, el programa de juegos que conduce Lizy Tagliani en Telefe y que tuvo varios invitados durante los días anteriores.
En ViacomCBS – Telefe se activó rápidamente el protocolo de seguridad, y los involucrados (por ejemplo, Cirio o los participantes de “El Precio Justo”) estarán aislados durante 14 días.
Aún así, la paranoia quedó en el aire. Las redes, una vez más, fueron territorio de polémicas. Mucha gente apuntó contra los programas y pusieron en duda la esencialidad de productos como “Por el mundo”, el ciclo conducido por Marley en el que además de enlatados de viajes anteriores, se pudo ver al conductor celebrando su cumpleaños con Humberto Tortonese y Elizabeth Vernaci, o visitando otras casas y paseando por la zona del Obelisco en Buenos Aires.
Lo mismo con los ciclos que llevan invitados, como “Podemos Hablar” o “Almorzando con Mirtha Legrand” (conducido por Juana Viale), o muchos ejemplos más que sembraron dudas.
Desde Viacom, además de activar el protocolo, hablaron sobre el contagio del productor y afirmaron que “nuestro equipo ha contactado a todas las personas que han tenido un vínculo cercano con este empleado, y les hemos pedido que cumplan con la cuarentena”.
Lizy Tagliani publicó en redes luego de la confirmación del positivo por parte de uno de los productores de su show. “Un compañero de nuestro equipo dió positivo en Coronavirus, por eso voy a cumplir con los 14 días de aislamiento preventivo como lo indica el protocolo” escribió, y luego se prestó a un intercambio con varios seguidores.
Fue allí que uno le contestó “hay muchos que no podemos ver a nuestras familias y muchos hacen programas como si fueran esenciales”, a lo que Tagliani contestó “si, pero yo no lo decidí. Tampoco veo a la poca familia que tengo, así que te entiendo”. Y allí surge otra duda: ¿Hasta qué punto definen los conductores qué es esencial?
Miguel Granados, conductor de “Últimos Cartuchos” en Vorterix, había hablado del tema en redes días atrás. Tras quejarse de los programas con invitados “no esenciales” (entiéndase esto como aquellos invitados que no son infectólogos o médicos), aseguró que “hago el programa desde casa justamente porque no es esencial. Podría tener permiso e ir a la radio tranquilamente. Pero prefiero que se vea pixelado y colaborar con la causa”.
Así, la polémica se instaló incluso dentro de los medios, entre los que consideran que no hay ningún problema en hacer un programa normal y quienes creen que es momento de evitar estar en un set.
La situación llega justo en un momento sensible en Capital Federal, donde hubo discusiones sobre la posibilidad de dar marcha atrás con algunas de las medidas adoptadas.
El tema está instalado. Por ser únicamente dos casos, es probable que no haya cambios a corto plazo, pero se generó el interrogante incluso entre los mismos colegas. Las redes, territorio eterno de discusión, seguirán siendo el lugar donde muchos expresen su postura respecto a qué consideran (o no) esencial.
Los próximos días, cuando se cumplan los aislamientos de la gente que estuvo en contacto con los contagiados, podremos conocer si fueron casos aislados o si el virus desembarcó en TV. Ojalá sea una falsa alarma.
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