El instituto de Lapeña propone una reforma del sector energético
El Instituto Mosconi, que preside Jorge Lapeña, elaboró un programa energético de mediano y largo plazo para implementar luego del aislamiento obligatorio. Sugieren que es necesario una reforma de la ley de Hidrocarburos y una revisión del Estado dentro de YPF.
Ante la inminente publicación del decreto que volverá a instaurar un precio sostén para el barril de petróleo en el país, el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE), liderado por el exsecretario de Energía de la Nación, Jorge Lapeña, le envió a Nación una propuesta para una reforma integral del sector energético.
Elaborado por 35 especialistas del sector con “amplia experiencia” en la función pública, el instituto propone la fijación de un programa energético de mediano y largo plazo para implementar luego de levantamiento de la cuarentena.
El informe de 46 páginas destaca 15 puntos que atraviesan el sector eléctrico, los hidrocarburos, la transición energética, precios, tarifas y economía. De esta selección sobresale la idea de una reforma integral de la Ley de Hidrocarburos vigente; la propuesta de una reevaluación integral del proyecto de Vaca Muerta; la revalorización de la exploración de hidrocarburos en todas las cuencas del país; el planeamiento de obras de infraestructura clave y la revisión del rol del Estado dentro de YPF.
El documento, que fue elaborado entre el 25 de abril al 8 de mayo pasado, parte de la premisa “La política argentina ha olvidado el rol estratégico de la energía para el funcionamiento de cualquier país” y pone en discusión el modelo energético argentino que “está en crisis permanente” y no encuentra manera de salir.
“Durante la campaña electoral, el Frente de Todos no explicitó su programa energético de manera que la ciudadanía desconoce olímpicamente dicho programa y nosotros los especialistas también lo desconocemos”, dice el informe, que además aclara que la ahora oposición de Juntos por el Cambio “tampoco explicitó su programa”.
En detalle, el IAE propone que se actualice la Ley de Hidrocarburos y se sumen artículos de la derogada Ley 14.773, sancionada durante el gobierno del expresidente Arturo Frondizi, en el que se declaraba a los recursos hidrocarburíferos como bienes exclusivos, imprescriptibles e inalienables de Estado Nacional.
No solo dictaba que Nación controlaba y administraba las operaciones del país, sino que cambiaba el rol de las provincias a las que se les otorgaba una participación del 50 por ciento de la producción que allí se realizaba.
Barril criollo
Como contrapartida al precio sostén para el barril de petróleo, argumentan que se deben aplicar 4 medidas centrales mientras dure la pandemia:
Un barril criollo para apuntalar a la industria
1- En primer lugar, en lugar de un precio sostén, se debe regular el precio del crudo para que tenga como finalidad única la retribución de costos de operación y mantenimiento para mantener el personal contratado.
2- Las refinerías deben fijar temporalmente sus márgenes de refinación conforme a valores similares vigentes en el mundo.
3- Las provincias petroleras deben canalizar sus requerimientos de equilibrio presupuestario por vía del Presupuesto Nacional y no por el mecanismo del barril criollo.
4- Nación debe exonerar a las petroleras de los derechos a la exportación de crudo.
Aseguran que en el mediano y largo plazo se debe fijar un crudo interno al valor de referencia (paridad de exportación) para las transacciones entre empresas petroleras y refinadoras. Y, por último, que la autoridad de aplicación implemente un mecanismo de compensación para las fluctuaciones del mercado internacional de coro plazo.
Producción petrolera y el rol de YPF
Sobre los volúmenes de producción de crudo, que han sido fuertemente marcados por los recursos no convencionales en los últimos años, el IAE subraya que, si bien normalmente se cubren las necesidades del mercado interno y a veces se generan saldos exportables, los costos de producción de hidrocarburos en el país son relativamente más altos en términos internacionales, por lo que el sector es “muy débil” a la baja de precios del crudo.
“La inversión necesaria para desarrollar a pleno los recursos convencionales y no convencionales no fue nunca alcanzada”, agrega el informe.
Por otro lado, sostienen que otro de los condimentos que atenta contra el desarrollo de la industria son las “políticas cambiantes” que han sido desacertadas, cambiantes o discontinuas. Y los convenios colectivos y acuerdos salariales que afectan la productividad de las operadoras.
“Los Estados provinciales han obtenido importante participación en la renta petrolera, a través del cobro de las regalías, pero no la han aplicado proporcionalmente a mejoras en la infraestructura de la industria”, señala el documento como otra de las razones por la cual se debe modificar la ley vigente.
En este marco es que los especialistas argumentan que el Estado nacional debe “abandonar el rol pasivo” frente a YPF. “Es verdaderamente incomprensible este abandono de su orientación estratégica para con una empresa que ha sido históricamente la columna vertebral de su sistema energético”, indica el informe.
Para el Mosconi, el impacto de la pandemia en la industria es una “excelente” oportunidad para que Argentina haga cambios en materia energética. “Si lo hace, logrará tener una industria competitiva, capaz de construir un factor de peso en la economía de nuestro país. De no hacerlo, se comprometerá hasta la propia sustentabilidad de la industria”, concluyeron.
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