El hotel allense que hospedaba a los petroleros podría cerrar a fin de mes

Hace cinco meses el Gran Hotel Allen tenía ocupadas 30 de sus 44 habitaciones. Allí se hospedaban los empleados del petróleo que se desempeñan en la Plata de EFO. Sin embargo la crisis en la actividad repercutió y ahora podría cerrar sus puertas a fin de este mes.

El hotel está ubicado en las calles Eva Perón y Juan B. Justo y se construyó hace 11 años. Eduardo Toth (45) es el actual concesionario y trabajó en la refacción del restaurante.

“Conocí a uno de los dueños del edificio por mi profesión de maestro mayor de obra y me ofreció encarar el negocio”, contó.

En mayo de 2014 comenzó a alquilar el lugar y junto a su familia y otros cuatro empleados lo sacaron adelante. “Sabíamos que iba a llevar un tiempo que la gente reconociera la calidad de este hotel pero lo habíamos logrado y pudimos llevarlo a buen puerto”, dijo.

La ocupación hasta el año pasado era del 80% de lunes a viernes. Solían hospedarse trabajadores de la planta EFO oriundos de Cutral Co y Plaza Huincul.

Pero la crisis en la actividad petrolera los afectó.

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“Este año la situación se complicó. Nosotros trabajamos con las industrias locales y zonales. La mayoría de los que se hospedaban eran hombres y mujeres que laburan en EFO”, dijo. “La crisis que está viviendo la industria petrolera y gasífera ha hecho que tengamos muy baja reserva y esto genera una imposibilidad de sostenerlo a largo plazo”, explicó Toth.

El dueño señaló que hasta hace un tiempo atrás el movimiento de gente era motivador. Sin embargo ahora sólo hay silencio.

“Esto ha cambiado mucho en estos meses. Antes estaba casi repleto, el que no estaba en la habitación, estaba en la confitería, mirando un partido o tomando un café. Los fines de semana también algunos se juntaban a ver los partidos, habíamos puesto una pantalla gigante para ver a la selección”, recordó con nostalgia.

Cuando “Río Negro” hizo la entrevista sólo estaban ocupadas siete habitaciones. Desde marzo comenzó el declive.

“Sabemos que hay altibajos pero llega un momento en que no se puede”, manifestó con resignación.

“Esto me deja tristeza porque le habíamos puesto mucha garra y habíamos logrado que funcionara. Con el personal se convive y hay una amistad, y nos conocemos”, expresó.

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Hoy sólo funciona una parte de la confitería y se sirve algún que otro café para los pocos huéspedes, además de vender algunas golosinas o gaseosas.

El hotel cuenta con 44 habitaciones con sommier. Tiene un restaurante que ahora está cerrado por la baja cantidad de huéspedes. Allí se les daba el desayuno y también había menúes para el almuerzo y cena.

Hoy sólo funciona una parte de la confitería y se sirve algún que otro café para los pocos huéspedes, además de vender algunas golosinas.