El gallo cantó en Twickenham

Dos espectros de sí mismos jugaron ayer en la catedral del rugby inglés, Twickenham. Inglaterra, campeón del Mundo, y Francia, campeón del último Seis Naciones, parecen una mala copia de su propia forma, pero a fuerza de emotividad jugaron un partido difícil de olvidar. El triunfo logrado por los galos, 18 a 17, fue memorable, ya que lograron remontar la desventaja de 17 a 6 con que se cerró el primer tiempo. Después de su flojo rendimiento de la pasada semana, Inglaterra y Francia tenían ganas de dar ayer en Twickenham impulso a sus respectivas campañas. Al final, Francia hizo otro partido poco convincente, pero aun así se llevó el primer triunfo en suelo inglés desde 1997. El partido fue poco vistoso y muy improvisado. Francia, defensor del título en el Grand Slam del Seis Naciones, tuvo un rendimiento propio del Doctor Jekyll y Mr. Hyde. En la primera mitad cometió una falta detrás de otra, en lo que fue un vergonzoso espectáculo de indisciplina, pero recuperó la compostura en el segundo tiempo y consiguió un triunfo muy valioso. Con este triunfo, Francia comparte la punta del Seis Naciones junto con Gales e Irlanda, con 4 puntos, mientras que Italia, Escocia e Inglaterra cierran con 2. (Télam)