El Frigorífico Arroyo se encamina a la quiebra en Bariloche
Los trabajadores retomarán los escraches al propietario. Tienen el diálogo cortado y no percibieron los sueldos de septiembre.
CRISIS
El Frigorífico Arroyo no volverá a abrir sus puertas y se encamina a la quiebra, de modo que a los casi 80 trabajadores no les quedará otra opción de reclamar lo que les adeudan en el marco del expediente judicial, y en puja con los demás acreedores.
Así lo reconoció el titular de la firma, Daniel Arroyo, quien durante largo tiempo había señalado que el levantamiento de la barrera sanitaria antiaftosa sería la llave para reactivar la planta de faena, la única de esta ciudad. Pero una vez que el Senasa tomó esa medida, en agosto pasado, la parálisis se agudizó.
El sindicato de la Carne retomará este martes las protestas callejeras, con “escraches” en la puerta de las carnicerías atribuidas a Arroyo.
Los trabajadores quieren cobrar los salarios adeudados de septiembre y también pretenden que alguien les dé certezas sobre su situación laboral. El delegado sindical Manuel Mardones dijo que ya enviaron las cartas documento con esa intimación y aseguró que el diálogo con el empresario está cortado, aunque descuentan que “no quiere seguir”.
Ayer Mardones le dijo a este diario que mantendrán los escraches y preparan una presentación ante la Justicia “para que se investigue qué hizo Arroyo con los fondos del Estado que recibió durante tantos años”.
En los últimos tres meses el gobierno provincial se hizo cargo del pago de salarios -a razón de un millón de pesos por mes- y en años anteriores la firma recibió subsidios de Nación y también de la provincia por otros diez millones, según precisó el gobernador Alberto Weretilneck.
Mardones dijo también que los titulares del frigorífico “no son insolventes” porque tienen suficientes propiedades para afrontar sus deudas con los productores de hacienda y con otros acreedores, que rondarían los 30 millones de pesos. También dijo que estarían montando una nueva planta para producir chacinados.
Daniel Arroyo dijo que hoy difundirán su postura pública sobre el conflicto. Pero adelantó a “Río Negro” que el levantamiento de la barrera sanitaria que permitió ingresar ganado en pie desde el norte de Río Negro no aportó ninguna solución.
“Las resoluciones del Senasa crearon una situación peor que la anterior, porque liberaron la competencia en Bariloche y nos impiden vender al sur del paralelo 42, que era nuestro mercado natural”, señaló el empresario.
Dijo que el ingreso libre de carne de distintos proveedores del norte (porque ya no hay controles antiaftosa) “tal vez haya provocado una cierta baja en los precios”, pero al frigorífico local le generó “un grave perjuicio”.
Consultado sobre la situación de los trabajadores, Arroyo no ofreció ninguna respuesta. “Tendrán que cobrar en la quiebra”, señaló.
Agencia Bariloche
Comentarios