El efecto del dólar se siente en medicamentos, supermercados y corralones

Proveedores que indican que no pueden levantar nuevos pedidos, faltantes de algunos productos y restricciones para vender medicamentos.

El efecto del dólar se siente en medicamentos, supermercados y corralones

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La incertidumbre por la escalada del dólar ya alcanzó a los supermercados, pequeños comercios y farmacias. Los aumentos de precios, la restricción en la venta de medicamentos, por ejemplo, y los pedidos de espera se hacen sentir desde ayer.

Roberto Giglio, propietario de la cadena de supermercados Todo y del mayorista Puelche, destacó: “Estamos esperando. Ayer por la tarde, algunos proveedores decían que no podían levantar nuevos pedidos. Pero que hoy iba a haber novedades. Esto era lógico ayer”, dijo y agregó: “Nosotros estamos trabajando normalmente y lo cierto es que no se siente el desabastecimiento en este momento. Posiblemente hoy nos digan que toman pedidos pero con una nueva lista”.

Mónica tiene una histórica despensa en la calle Rolando. “Las distribuidoras están suspendiendo la entrega de mercadería por la incertidumbre de los precios. Hace días que no hay levadura, yerba, aceite o vino. Directamente, no nos toman los pedidos de especias. El argumento es el dólar. Y los precios son una locura. Un kilo de yerba cuesta 100 pesos”, planteó.

También surgieron inconvenientes con los medicamentos. Silvina, la propietaria de una farmacia en la calle Moreno, advirtió que “las farmacias tienen la reposición restringida a una unidad de todos los medicamentos. Te dejan reponer de a uno. Productos de perfumería no se consiguen. Ayer tenía que vender un tensiómetro y no tenía el precio”.

El director del hospital zonal, Leonardo Gil, remarcó que “algunas empresas ya adelantaron que no van a cotizar medicamentos ni descartables. Explicaron que van a esperar a ver qué pasa con el dólar. Pero por ahora estamos bien y no nos falta nada”.

La integrante de una gráfica de la ciudad admitió que “desde ayer, dejaron de pasar presupuestos hasta nuevo aviso”. “Es una empresa familia que por un lado, hace indumentaria y por otro, cartelería gráfica. Los insumos que tenemos son precios en dólares. No hay nada que se fabrique acá. Los proveedores, por ejemplo, no nos pasan los valores de las tintas. Nuestros precios está en dólares pero los de nuestros proveedores en dólares”.

Pablo está construyendo su casa. “Ayer fui a comprar materiales para hacer trabajos y poner una reja y los mismos empleados reconocieron que en el día, aumentaron dos veces los precios. Por otro lado, tengo una amiga que la semana pasada averiguó el precio de las chapas para el techo de su casa y le pasaron 35.000 pesos. Antes de ayer fue a comprarlas y le dijeron 45.000”, relató.


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