El desamparo y la necesidad del FdT
La falta de conducción es una encrucijada en el FdT, especialmente por el distanciamiento de Doñate después de las derrotas. Plantea esperar hasta marzo o abril para reunirse.
El oficialismo se ancla y se debate entre dos liderazgos.
Juntos por el Cambio se estructura detrás del cipoleño Aníbal Tortoriello.
El Frente de Todos carece de guía y ordenamiento, que insinuó este año asumir Martín Doñate. Ese intento se derrumbó con las caídas electorales. Su desaprensión posterior es la mayor crítica interna al senador, que ciertamente se distanció incluso en el último tramo de la campaña, a pesar de que Ana Marks fue producto de su promoción.
Contados dirigentes pudieron hablar con él después del traspié de noviembre. Recién se juntó en los últimos días con intendentes en gestión que se llegaron a Buenos Aires, como Sergio Hernández (Lamarque), Héctor Leineker (Conesa), Fabián Pilquinao (S.Colorada) y Renzo Tamburrini (Sierra Grande).
La titular del PJ, Alejandra Mas, también logró comunicarse, previa ubicación comunicacional. Ocurre que el senador abandonó Whastapp y pasó a Telegram, otro artilugio en su refugio.
Charlas -mayormente- individuales. Su compendio expone el actual razonamiento de Doñate, centrado que en Río Negro se perdió como ocurrió en el país y repite números de las caídas en La Pampa y Santa Cruz, gobernadas por el FdT. Reflexión que completa con acciones para corregir. ¿Su salida? Un proceso interno en la segunda parte del 2022 para resolver autoridades partidarias (el año próximo, solo vencen los mandatos del Congreso) y candidatos electivos para el 2023, a partir que en la Provincia se votaría entre marzo y abril.
Dirigentes apuran un encuentro para reagruparse, reanimarse y, desde la necesidad, idear alguna que otra reacción para pensar en un futuro menos frustrante.
Ideas arrancadas y alejadas cuando la dirigencia justicialista está sofocada por un presente ambulante. Ese desamparo explica su enojo con la autoimpuesta reclusión del parlamentario.
Se manifiesta, en contrapartida, una opinión generalizada que la Mesa del PJ -que encabeza Mas e integrada por intendentes- debe reunirse, ampliar la convocatoria y, desde la necesidad, idear alguna que otra reacción que haga pensar en un futuro menos frustrante. Desde hace días, Mas amaga con una reunión, pero aún no la convocó, posiblemente el reparo de Doñate tenga que ver. “Hay que esperar hasta marzo o abril” cuando aclare el escenario nacional, transmitió.
Su retiro post-electoral hasta revaloriza al ministro nacional Martín Soria. “Me llamó a los pocos días de la derrota del 2019 para ver cómo seguíamos”, recuerda hoy un regente territorial. Pequeñas acciones que adquieren ahora valor en la desolación. La intendenta María Emilia Soria ratifica su rumbo: gestión municipal y trabajo de reelección. En Roca reafirman -obviamente- la culpabilidad de Doñate en el fracaso y, además, le cargan que no llamó por el triunfo roquense.
No hay candidato para el 2023 es la conclusión justicialista. El senador perdió esa posibilidad, dicen hasta quienes creyeron en su proyección. Él, en sus charlas, se mostró igual de “disponible” en un cuadro de Río Negro “de tercios”, en referencia a JSRN y la consolidación de Tortoriello.
La dirigencia peronista tiene otra premura: reagruparse, reanimarse y bloquear deserciones. JSRN monitorea y Javier Iud, su incorporación, realiza incursiones. Tampoco faltan en el FdT quienes detectan en Tortoriello otra razón de subsistencia.
Además, el ex titular de la Legislatura, Ariel Rivero -ahora intendente de Campo Grande y referente de Miguel Pichetto- anuncia un partido amplio -Primero Río Negro- y consigna a peronistas, incluso a legisladores.
La comandancia del PJ repara en ese riesgo y, por eso, se impacienta con la pasividad. El objetivo de congregarse, además de los tanteos de la conducción partidaria, ya parten de la titular del bloque, María E. Martini, y, entre otros, de los legisladores Alejandro Marinao y el sorista José Berros. Se habló también para la reacción -aseguran- con la senadora Silvia García Larraburu, habitualmente alejada de los dilemas locales, salvo pronunciamientos críticos.
Dirigentes y militantes espolean para recobrar pie, a pesar que otros creen que lo del justicialismo ya es un naufragio.
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