El control de la hidatidosis en Río Negro es un logro a nivel mundial

Es una enfermedad que transmiten los perros. El doctor Edmundo Larrieu lideró durante 40 años un programa en la provincia que ha sido reconocido por su originalidad por la Organización Mundial de la Salud. Cómo beneficia a la gente

Compromiso. El doctor Edmundo Larrieu se dedicó a cuidar la salud humana y animal a la vez Foto: Marcelo Ochoa

Durante  40 años el doctor Edmundo Larrieu coordinó el Programa de Control de Hidatidosis de la provincia de Río Negro, y se logró bajar su tasa de transmisión de la enfermedad al 0,2 por ciento. Su plan que implicó un trabajo transdisciplinario con médicos, educadores y antropólogos fue reconocido a nivel mundial por la Organización Mundial de la Salud bajo el título de “Una Salud”. 

P- ¿Qué es la hidatidosis?

R- Es una enfermedad parasitaria del grupo de las zoonosis, o sea, transmisible de los animales al hombre. En el caso de la hidatidosis o equinococosis quística, es probablemente la más presente en Argentina y el Cono Sur. Se contagia por el perro a partir de un parásito que tiene en el intestino, que se llama Echinococcus granulosus. Éste elimina huevos en la materia fecal que posteriormente son ingeridos por rumiantes menores, principalmente ovinos y caprinos. En ellos se generan quistes hidatídicos, conocidos en la antigüedad como bolsas de agua. Van creciendo en el hígado o el pulmón, y destruyen la víscera. El hombre ingiere estos huevos accidentalmente a través de la comida, el agua o del contacto con el perro. 

La hidatidosis existe por un hábito del hombre de carnear ovejas viejas y alimentar a los perros con las achuras crudas. Se da en las zonas ovejeras y productoras de todo el mundo.

P- ¿Hay incidencia de los factores sociodemográficos?

R- Sí, con toda seguridad. Es una enfermedad de la pobreza, se da en zonas rurales y de bajas condiciones sociales. Con desarrollo, la hidatidosis se controla. Todo lo que realizamos nosotros en control tiene que ver con hacer algo mientras se mejora la vida de la comunidad. 

P- Usted fue propulsor en los años 80’ del modelo de control y prevención que logró bajar la cantidad de casos en Río Negro y que fue reconocido por la OMS. ¿En qué consiste este estándar llamado ahora “una salud”?

R- Se hizo famoso el término “One Health” (Una salud), que en español es una sola salud. Hoy día se internacionalizó y se puso de moda, pero plantea algo cierto: no hay abordaje de la enfermedad desde la particularidad de las profesiones. Se requieren acciones integradas desde las ciencias médicas, las veterinarias, la docencia y la educación. No existe salud aislada. “One Health” (Una salud) es un término relativamente nuevo, pero cuando empezó el programa solo pensamos en incorporar actividades de diagnóstico precoz en las personas, sumado a lo que se hacía en medicina veterinaria. Hoy en día lo llaman “One Health”, nosotros lo hicimos sin ponerle ningún nombre y por una necesidad. 

Medida. Se hace desparasitación de los perros

P– ¿Cómo llegó a este programa y por qué decidió dedicarse a la investigación en torno a esta enfermedad?

R- Yo me recibí en el año 1978, en Buenos Aires. Soy egresado de la UBA y soy porteño. Tenía dos razones para irme, una que no quería quedarme a ejercer la profesión y tampoco era muy segura quedarme. Mis mejores amigos estaban desaparecidos. Mientras pescaba un día en San Blas, conocí  un señor que me insistió en ir a Viedma. En salud pública buscaban un veterinario para montar un programa de hidatidosis. Fue el azar. En ese momento el 10 por ciento de los días camas quirúrgicas eran enfermos hidatídicos. Un paciente estuvo 30 días internados y un porcentaje se moría. La autoridad vio tantos costos humanos y económicos que decidió llevar adelante un programa. Pasé por ahí y me quedé 40 años.

También empecé a trabajar en la Universidad de La Pampa, el hacer una vida universitaria me permitió complementar tareas.

P- El ideal para erradicar la enfermedad consiste en la desparasitación de los perros cada 45 días, pero en las condiciones de nuestra provincia era insostenible, ¿cómo se llegó a la conclusión de hacerlo con períodos más distantes entre sí?

R- Desparasitar cada 45 días es lo correcto y fue exitoso en islas.  Tampoco teníamos personal para llevar adelante el proceso. Así que consideramos que cuatro veces al año podría llegar a funcionar. Obviamente no se eliminó la enfermedad, pero no subió la prevalencia en los perros.

También medimos la infección en los chicos con campañas masivas. Hemos hecho 50 mil serologías y 60 mil ecografías. La infección inicial bajó. Al comienzo el cinco por ciento de los niños de la línea sur tenían quistes. Hoy estamos en 0,5 o 0,2. Confirmamos que la estrategia sirvió.

P- ¿Qué acciones deberían mejorarse en Patagonia Norte?

R- A veces inventamos cosas nuevas porque la gente no cambia el hábito de alimentar a los perros con achuras crudas. Los últimos dos años implementamos el slogan: si alimenta al perro con achuras, al otro día desparasítelo. Después no hay mucho más, las estrategias de control siguen siendo iguales. 

P- ¿En el equipo se integraron investigadores sociales?

R- Hemos trabajado con antropólogos que nos permitieran tener otra imagen del por qué la gente continúa dándole achuras a los perros y de qué otra manera enfocar el tema. Es bastante curioso porque hay algunas comidas mapuches que se basan en comer vísceras crudas. Entonces, ¿si ellos se lo comen por qué no se la pueden dar al perro? Desde nuestra percepción es difícil de entender.

P- Como doctor en Epidemiología imagino que habrá colaborado en torno al covid-19, ¿qué aspectos aprendidos con la hidatidosis se pueden aplicar para el control de la pandemia?

R- Ya estaba jubilado y me mordía los codos por participar. La lección más importante que uno debe aprender es que se debería trabajar como en “Una salud”. Lo viví en mis años como secretario de Salud. Se requiere de una integración de todos los sectores bajo un solo mando y muy articulado con los municipios. En la provincia de Río Negro eso no funcionó aceitadamente. Salud ambiental casi no participó, pese a que todo su personal está entrenado en epidemiología. Hay que poner por delante la salud de la gente.

En qué consiste la hidatidosis

La hidatidosis es una enfermedad producida por un parásito que se llama Echinococcus granulosus y que transmite el perro a través de su materia fecal. Cuando el perro infectado elimina su materia fecal, salen con ella miles de huevos del parásito que contaminan el agua, el pasto, la tierra, las verduras y hasta quedan adheridos en el pelo del mismo perro. Cuando las ovejas comen los huevos de los parásitos al ingerir el pasto o tomar agua, en sus órganos (pulmones, hígado, etc.) se forman los quistes. Si el perro es alimentado con estas vísceras enfermas, en su intestino se forman otra vez los parásitos, y empieza el ciclo nuevamente, según explicó el Ministerio de Salud de la Nación. 

Una iniciativa por la buena salud de perros y sus dueños

El Programa de Control de Hidatidosis lleva operando en el territorio de forma ininterrumpida durante los últimos 40 años. Se trabaja en dos grandes aspectos: el humano y el animal. El primero se basa en las búsquedas activas y pasivas de pacientes.

En lo que va del 2021 se registraron un total de 18 casos, de los cuales siete se tratan de personas menores de 15 años. Aunque si bien se notifican quistes en adultos, los médicos consideran que las infecciones se dan en la etapa temprana, en torno a los cuatro a seis años. La persona puede vivir muchos años sin sintomatologías vinculadas.

“En 2019 se hizo catastro a dos pueblos de la región sur: Ramos Mexía y Ñorquinco. Ese año se detectaron un total de 51 casos. Comparado con los 7 que hubo en 2020, en donde casi no hubo controles producto de la pandemia”, precisó Marcos Arezzo, actual jefe del programa provincial.

Cuando el estudio sanguíneo o la ecografía da positivo, se hace un abordaje de todo el grupo familiar. “Se busca a los integrantes de la familia para examinarlos y se va a la vivienda para comprobar si el perro está desparasitado”, añadió Arezzo. 

La parte veterinaria tiene que ver con acciones en las zonas productoras entre Valcheta y Pilcaniyeu, así como las áreas agrarias de Bolsón, Bariloche, San Antonio Oeste y Catriel. Anualmente se distribuyen vacunas para los rebaños y pastillas para eliminar los parásitos en los perros. El mes pasado Arezzo tambíen se convirtió el anfitrión de las XXXV Jornadas Nacionales y las LVII Internacionales de Hidatidosis, que tuvieron como sede virtual a Río Negro. Durante las jornadas  se expusieron los resultados obtenidos a partir de los organismos de control y se discutieron nuevos desarrollos investigativos.


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