El cóndor rescatado en Chos Malal podría haberse intoxicado con plomo
Es un macho de 20 años y extreman los esfuerzos para salvar su vida. Le suministraron medicamentos traídos especialmente de Mendoza.
La semana pasada un cóndor volaba a baja altura en Chos Malal cuando, de repente cayó al suelo. Inmediatamente, se rescató al ave y se la empezó a tratar por una posible intoxicación. Se pensaba que había consumido un cebo. Respondió bien algunos días, pero luego comenzó a decaer. Ahora, se cree que pudo haber ingerido perdigones al alimentarse de algún animal muerto de un disparo. Se trajo un medicamento específico de Mendoza para intentar que el animal se recupere y pueda ser liberado.
El cóndor que bajó en un sector de chacras de Chos Malal recibe, por estas horas, un tratamiento con medicación específica que fue traída desde Mendoza; y es controlado por un grupo de expertos que procura reducir el contacto a lo estrictamente necesario. Así lo explicó la directora provincial de Areas Naturales Protegidas y Recursos Faunísticos de la Provincia del Neuquén, Lucía Redondo, quien contó que el ejemplar descendió a tierra el 15 de septiembre y en circunstancias penosas.
Su imponente presencia y su majestuoso vuelo concentraron la atención de vecinos que comenzaron a filmarlo con sus teléfonos; y en eso estaban cuando de repente el animal “cayó” en un lugar cercado. De inmediato dieron aviso a Guardafaunas, sobrevino el rescate y el cóndor quedó al cuidado de Areas Naturales Protegidas. Los expertos detectaron que estaba afectado por una bradicardia -descenso en la frecuencia cardíaca- y que segregaba más saliva de lo habitual.
Además, este ejemplar macho de unos 20 años y un peso 11,600 kilogramos estaba golpeado en virtud de la brusca caída. “Por estas horas está siendo atendido por el veterinario Alejandro González, de la Corporación para el Desarrollo de la Cuenca del Curí Leuvú (CORDECC)”, explicó Redondo.
Contó que se encuentra en Chos Malal, en un sector de Áreas Naturales que fue especialmente adaptado y que, como primera medida, le suministraron una dosis de atropina, que es lo que indica el protocolo ante una sospecha de intoxicación. Se presumía que había ingerido un cebo envenenado. “Se actuó de manera rápida y nos pusimos en contacto por video llamada con Vanesa Astore que es bióloga de la Fundación Bioandina, cuyos veterinarios son especialistas en rapaces y particularmente en cóndores”, contó Redondo.
Primero el animal, que por supuesto estaba estresado, reaccionó bien. Pero luego empezó a decaer «ante el decaimiento generalizado del ave y en concordancia con la opinión de los profesionales se presumió intoxicación con plomo», agregó. La hipótesis es que se haya alimentado de un animal abatido por un disparo y que haya ingerido perdigones.
Fue necesario, entonces, cambiar de medicación y aplicarle cálcico disódico granulado, un producto que -según explicó- dejó de comercializarse pero que se sigue produciendo en un laboratorio que realiza trabajos para Bioandina. Para lograr que ese producto llegara a Neuquén fue necesario realizar gestiones ante la secretaría de Ambiente de Mendoza. “Así fue posible que de Mendoza Capital sea llevado a Malargüe, luego a Barrancas y de ahí a Chos Malal”, dijo Redondo y destacó el trabajo tanto de los Guarparques del Area Natural Protegida El Tromen como del personal de Fauna de la regional Norte. También se tramitó otra dosis a Buenos Aires, en caso que sea necesaria.
Todo apunta a que el cóndor se recupere y que pueda ser liberado en una zona alejada. A mediados de mayo, un guardarpaque y un guardafauna lograron rescatar a otro cóndor, en este caso una hembra de un año, que no podía volar, porque tenía un ala fracturada. El animal fue rescatado en Cajón del Covunco y llevado a un santuario de Mendoza, pero lamentablemente no podrá ser devuelto a su ambiente natural, ya que no puede volver a volar.
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