El complejo año para los estudiantes de Medicina en Cipolletti
La falta de espacios para realizar las prácticas ocasionó demoras en el desarrollo académico de los alumnos avanzados. La modalidad virtual no generó mayor deserción. La cantidad de egresados en 2020 se mantuvo dentro de la media.
Una piedra en el zapato resultó ser el aislamiento social y preventivo por la pandemia del coronavirus en la Facultad de Medicina de Cipolletti. Paradójicamente, el año de mayor necesidad de profesionales de la salud, muchos estudiantes se vieron afectados por la falta de prácticas profesionales. La ausencia de lugares para desarrollar aprendizajes afectó principalmente a los académicos avanzados: es que desde cuarto año en adelante, la carga horaria en las prácticas es fundamental.
Todos coinciden que hubo un gran esfuerzo por parte de las autoridades para resolver la situación y de hecho a final de año se allanó bastante el camino. Pero muchos alumnos se vieron afectados para avanzar en la currícula.
Quinto año fue el más perjudicado porque recién en diciembre lograron asistir a centros de salud, la mayoría en Neuquén. Los estudiantes pudieron finalizar la parte teórica a través de la modalidad virtual, sin embargo les quedaron pendiente las prácticas.
Recién cuando esté concluida podrán avanzar sobre los finales. Es decir que estarán sobrecargados este año si finalmente la situación mejora. Distinto fue para los estudiantes que atraviesan el primer tramo de la carrera ya que pudieron completar la cursada con normalidad.
Susana Sánchez, vicedecana de la Facultad de Medicina, detalló que fue un año “muy complejo” para el ámbito universitario y que el principal escollo fue la falta de lugares para las prácticas.
“La Facultad en todo momento intentó seguir con las actividades. Tuvimos el problema de que las instituciones no permitían el ingreso de los estudiantes por problemas de seguridad. Es entendible y eso marcó que no fuera la Facultad la que pudiera tomar las decisiones porque dependíamos de que el sistema de salud recibiera a los estudiantes. Costó bastante resolverlo”, indicó.
Sánchez contó que comenzaron a trabajar en convenios y acuerdos con instituciones de salud para realizar las prácticas: “Tuvimos una respuesta muy importante de Neuquén y desde allí comenzamos a organizar la distribución de estudiantes en los centros de atención primaria”, señaló. Paulatinamente comenzaron a abrirse algunos espacios en Río Negro, principalmente en Roca.
Sobre los egresos, Sánchez destacó que se realizaron todos los que estaban programados. Actualmente hay unos 35 alumnos que aceleraron el proceso de prácticas de diciembre y se podrán recibir en mayo. Otra camada lo hará en junio.
Agregó que para 2021, 65 estudiantes comenzarán el último año de la carrera, el séptimo. “No dejamos de generar flujo de egresado previsto para el año 2020 a pesar de todas las dificultades, y mucho de eso depende del sistema de salud que forma a nuestros estudiantes”. La Facultad armó un laboratorio de simulación para poder avanzar con las practicas, esto permitió mejorar el acceso de los estudiantes pero muchos tuvieron que esperar, fue el caso de quinto año.
A pesar de las dificultades que ocasionó el reacomodamientos de clases virtuales, la deserción de estudiantes no varió demasiado con respecto a años anteriores.
Algunos alumnos dejaron, sobre todo en los primeros años, pero la cifra no fue significativa. Además, la tasa de desaprobado fue menor que años anteriores.
“Estuvimos en los mismos niveles de 2019. Nuestros datos indican que antes teníamos mayor tasa de desaprobados y ahora hubo más ausencias, pero eso también se produjo porque los exámenes estuvieron postergados”, precisó la vicedecana.
En primer año recién pudimos comenzar con los exámenes a partir de junio.
Para este año se espera que la cantidad y la calidad de las practicas profesionales sea significativamente mayor que en 2020.
Alumnos de quinto año, los más perjudicado
A fines de octubre, en la primera visita a Cipolletti del ministro de Salud de Nación, Ginés González García, un grupo de estudiantes se presentó en el Complejo Cultural para visibilizar el reclamo que llevaba varios meses: habilitar las prácticas profesionales. En esa oportunidad los atendió el ministro de Salud provincial, Fabián Zgaib.
Recién sobre el epílogo de 2020, comenzaron a generarse espacios de prácticas. Sin embargo, los estudiantes de quinto año fueron los más perjudicados porque se priorizó a los que estaban – y están- terminando la cursada.
Macarena Galera, quien este año cursará sexto y es consejera estudiantil, dio algunos detalles del complejo calendario que atravesaron. Aseguró que se pudo concluir con la parte teórica, pero las prácticas generaron un “cuello de botella”.
“Desde cuarto año en adelante fue todo muy caótico, sobre todo en el primer cuatrimestre. A muchas cátedras les llevó bastante tiempo poder adaptarse. Los alumnos de quinto -2020- hasta el día de hoy no hemos podido recuperar absolutamente ninguna práctica. Somos el único grupo que todavía no ha puesto un pie en el sistema sanitario”, indicó.
La joven de 23 años señaló que la conducta de la Facultad de priorizar por años fue “entendible”, sin embargo, remarcó que la falta de espacios para trabajar en el laboratorio de simulación que la sede ubicada en calle Roca: “Dejó mucho que desear” porque “nosotros todavía no pudimos avanzar en nada y ya se viene el próximo ciclo lectivo que desconocemos cómo se va a desarrollar”.
Galera agregó la falta de predisposición por parte de algunos docentes. Indicó que la falta de prácticas los limita para rendir los exámenes finales porque antes deben cumplir con la carga horaria en el territorio. “Eso supone, posiblemente, generar un atraso en los próximos egresos médicos”, señaló.
Todos los estudiantes pudieron cumplir, a través del sistema virtual, con las horas cátedras teóricas, pero sin regularizar las materias. “Fue la conducta de esta Facultad, porque otras, como la de Córdoba, accedió a tomar finales con la condición de que recuperen la parte práctica “cuando el contexto lo permita”.
Explicó que este retraso les genera una gran sobrecarga para este año. Son entre 80 y 100 alumnos que están en esta situación.
Precisó que en Cipolletti no hubo la misma respuesta que en Neuquén o Roca para recibir a los estudiantes en los centros de salud. “No sé si por burocracia no se habilitaron con la cantidad de centros de salud que tenemos acá. Podríamos estar asistiendo pero no tenemos permiso”, indicó.
Una piedra en el zapato resultó ser el aislamiento social y preventivo por la pandemia del coronavirus en la Facultad de Medicina de Cipolletti. Paradójicamente, el año de mayor necesidad de profesionales de la salud, muchos estudiantes se vieron afectados por la falta de prácticas profesionales. La ausencia de lugares para desarrollar aprendizajes afectó principalmente a los académicos avanzados: es que desde cuarto año en adelante, la carga horaria en las prácticas es fundamental.
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