El castillo en el que dormirá Alberto Fernández: así es El Messidor
El presidente y su pareja pasarán la noche en Villa la Angostura. En la casona se alojaron desde Videla a Alfonsín.
El Messidor es el castillo de la cordillera de Neuquén. En su historia ha alojado desde el dictador Jorge Rafael Videla hasta al primer presidente del retorno de la democracia, Raúl Alfonsín. Además se hizo famosa por ser la prisión de Isabel Perón durante siete meses después de ser destituida. Hoy, será la residencia de Alberto Fernández y la primera dama, Fabiola Yañez, durante su visita a Villa la Angostura. La pareja presidencial compartirá una cena con el gobernador Omar Gutiérrez y pasará la noche, para retirarse mañana al mediodía.
Si bien no se trata de un castillo en sí mismo, se lo llama así por la similitud que tiene la fachada de esta casona francesa levantada sobre la ladera de la montaña, con vista al lago Nahuel Huapi. Cuando Elías Sapag decidió comprarla, a pesar de la oposición de su hermano Felipe, no tenía el quincho que años después construiría Jorge Sobisch, durante su gobernación.
La mansión está rodeada por un hermoso parque que los turistas pueden observar desde las calles que lo rodean, pero sin detener la marcha.
Detrás de la fachada de piedra, se hace presente la madera con el interior de ciprés y los pisos de lenga. En sus paredes luce dos obras de arte, una de Juan Carlos Castagnino y otra de Antonio Berni. En El Messidor nada es estridente, todo es mesurado, sencillo pero de calidad.
La pareja presidencial dormirá en una de las tres habitaciones matrimoniales. Probablemente en la que está sola, en la planta alta y con baño privado. Además, la residencia tiene otros cuatro dormitorios individuales.
Gutiérrez irá a pasar la noche a una cabaña porque en El Messidor, por «protocolo» no pueden alojarse dos familias distintas.
El castillo tiene su biblioteca, un living con chimena -obviamente- y un comedor en el que Fernández será agasajado por el gobernador, Omar Gutiérrez, con una cena. Es el mandatario provincial quien tiene la potestad de brindar la invitación oficial que abre las puertas de El Messidor.
Alguna vez hubo visitas turísticas guiadas, pero por poco tiempo. Ahora solo entran quienes tienen invitación especial y tienen «todo cubierto» . Funcionarios de la provincia o invitados no especiales tienen que pagar por la comida.
El mito de la casa embrujada
En 2018, RÍO NEGRO recorrió El Messidor y entre los detalles de la casona, fueron surgiendo los mitos. “He escuchado cosas normales de una casa de madera que cruje, pero por las dudas por la noche dejo la radio fuerte”, contó en ese momento el administrador, Guido Scherer. Para él había una convincente explicación: “Es una casa grande de madera y, al cambiar la temperatura, siempre hay sonidos”.
Horacio De Azevedo, administrador de El Messidor durante 13 años, agregó: “No había huéspedes y se escuchaba que alguien caminaba arriba. Había una mucama miedosa que me decía ‘Señor, arriba yo no subo, hay gente’, entonces tenía que ir a revisar, y cuando confirmaba que no había nadie, ahí subía”.
El mito también se alimentó de coincidencias, como la muerte del esposo de la exadministradora Marga Moure en una habitación y la de un linyera en el muelle, que fue encontrado en el agua gracias a la “visión” de una vidente que indicó el lugar donde estaba el cuerpo.
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