El caso de una beba que perdió a su mamá en el parto aceleró un Centro de Lactancia

Los primeros días de mayo, en el hospital Ramón Carrillo en Bariloche, nacía Pía con solo 30 semanas de gestación. Su mamá, oriunda de El Bolsón, murió en el parto.

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La beba que pesó un kilo al nacer estuvo internada más de dos meses. Su caso aceleró la necesidad de que el hospital público de Bariloche concluya el Centro de Lactancia para sumarse, de esta forma, a la Red del Banco de Leche Humana de Río Negro que funciona en el hospital de General Roca.

Pero el caso de Pía no fue el único. También nacieron dos bebés, hijos de madres portadoras de VIH, que no podían recibir leche materna.

“Estos bebés sufrieron enterocolitis necrotizante, un problema que se puede evitar con la leche materna. Estos casos movilizaron que, aún en tiempos de pandemia, nos aboquemos a contar con el centro de lactancia y así disponer de leche pasteurizada para los bebés que lo requieran”, explicó la licenciada en Nutrición, Ana Lais De Nápoli, del área materno infantil del hospital de Bariloche.

El Banco de Leche Humana de la provincia comenzó a funcionar el 18 de septiembre de 2018 en el hospital López Lima. A fin de articular con esta institución, a fines de ese mismo año, Bariloche presentó un proyecto para crear un centro de recolección de leche y enviarla a Roca.

“Bariloche no contaba con un espacio físico adecuado para recepcionar la leche humana ni con la logística para hacer el traslado adecuado a Roca. Ya tenemos nuestro primer padrino, Al puro huevo, que nos va a acompañar en el transporte de la leche. Tienen una franquicia en Roca y cuentan con un camión de transporte de alimento congelado”, explicó De Nápoli.

Añadió que ya disponen de un espacio propio en el hospital de Bariloche que comenzará a funcionar a fin de año “porque requiere de toda una estructura. La situación de pandemia hace que todo sea más lento y la prioridad se otra pero está todo encaminado”.

Para poner en marcha el centro de lactancia, Bariloche ya cuenta también con heladeras especiales que permiten que la leche salga -y llegue a destino- congelada.

De Nápoli advirtió que contar con un banco de leche humana en cada ciudad “sería muy caro. La realidad es que con la cantidad de internación neonatal que registramos en la provincia deberíamos funcionar perfectamente con el de Roca”.

Aunque planteó que “si en Bariloche, llegamos a tener una superproducción de leche y muchas mamás donantes, podríamos ser punto de partida para otras localidades más al sur”.

En el banco de leche humana, es fundamental la “red de mamás donantes”. “Uno de los derechos del prematuro es que pueda ser alimentado con leche humana. Previene otitis, enterocolitis, infecciones respiratorias”, puntualizó De Nápoli.

Recalcó que los bebés muy prematuros no pueden succionar del pecho y se alimentan a través de sondas nasogástricas. “Al principio, a las mamás les cuesta extraerse leche, por estrés o por condiciones psicológicas”, expresó y agregó: “Si bien la prioridad es darles leche de su propia mamá, a veces esto no se puede sostener. De esta forma, esos bebitos tendrían la posibilidad de recibir leche humana para favorecer su sistema de defensas”.