El caño llega a la esquina de un barrio de Plaza Huincul pero no tienen gas
Vecinos del barrio Otaño reclamaron que les conecten el servicio. Solo unos pocos reciben la garrafa social.
Unas veinte familias que residen en los nuevos loteos de barrio Otaño de Plaza Huincul pidieron ante los concejales que les extiendan la cañería principal para acceder al gas natural. En algunos casos, hace cinco años que están viviendo en el lugar y a pesar de las gestiones hechas ante la empresa subdistribuidora, todavía no acceden al servicio.
En la banca del Pueblo, una de las vecinas, Débora Pala fue la encargada de explicar la situación que padece al igual que el resto de las familias que la acompañaron. Pala detalló que hace cinco años está instalada en el sector, que es el final del barrio Otaño y que ya presentó notas cuando todavía no estaba suspendida la subdistribuidora Tecnogas Patagónica de Plaza Huincul, para reclamar por el servicio de gas.
“Me dijeron que no había recursos para pagar el caño principal. Y es lamentable porque hay familias que se calefaccionan con leña, otros con pantallas y hay que saber que no a todos se les está dando la garrafa social. La garrafa de 10 kilos la cobran 500 pesos y el bono, para quienes lo tienen les cubre unos 200 pesos nada más”, definió.
“Nos sentimos mal y lo tomamos como una burla porque hay un caño principal que pasa por la esquina de la calle Di Marco, entre Santiago del Estero y Entre Ríos. Y le conectaron a una vecina y no a nosotros que vivimos al final”, refirió.
Nos sentimos mal y lo tomamos como una burla porque hay un caño principal que pasa por la esquina de la calle Di Marco, entre Santiago del Estero y Entre Ríos. Y le conectaron a una vecina y no a nosotros que vivimos al final».
Débora Pala es una de las vecinas del barrio Otaño.
A esos inconvenientes, se le suma la situación puntual que atraviesa la prestación en Plaza Huincul. La subdistribuidora Tecnogas fue intervenida desde hace unos ocho meses atrás y está a su cargo Camuzzi Gas del Sur, por lo que los reclamos hechos en la primera empresa, los deben repetir en la actual.
“Los vecinos fueron a hablar a Camuzzi y les dijeron que no tienen el dinero necesario para hacer el zanjeo. Les propusimos que lo podíamos hacer nosotros pero tampoco lo permiten porque sostienen que es peligroso”, detalló la vecina.
Pala trajo recordó a los ediles un hecho doloroso ocurrido años atrás cuando una familia entera falleció intoxicada con monóxido de carbono a raíz de la mala instalación del gas. “No sé si ahora esperan que ocurra otra tragedia”, agregó.
Luego detalló que en los meses de mayor consumo, en su caso llegó a pagar facturas de energía eléctrica porque utiliza estufas, de hasta 10 mil pesos. Finalmente, la vecina solicitó a los concejales que puedan hacer gestiones ante el Ejecutivo y o la empresa de modo que les llegue el servicio.
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