El cachorro salvado de un pozo ciego busca adopción
Moya tiene tres meses, es saludable y juguetón. Fue rescatado en una chacra de Roca por un policía.
El cachorro salvado de un pozo ciego busca adopción
Moya tiene tres meses, es saludable y juguetón. Fue rescatado en una chacra de Roca por un policía.
Moya es un auténtico sobreviviente. Hace poco más de un mes fue rescatado de un pozo ciego por un policía y en homenaje a él es que este cachorro mestizo fue así bautizado.
El animalito había sido arrojado intencionalmente a un precario retrete, en una chacra habitada por una familia oriunda de Bolivia, porque dijeron que tenía sarna y temían el contagio.
Gustavo Moya es sargento primero en el destacamento de Chacramonte, lugar donde aparentemente es habitual que los perros sin dueño o sueltos se aquerencien, un poco en busca de refugio, comida o cariño. El cachorro, por entonces de unos dos meses, había estado rondando el lugar, de modo que cuando el joven policía terminó su jornada laboral, le extrañó no verlo así que salió en su busca.
Enseguida, proveniente de una chacra aledaña, oyó el llanto del animalito. Una vez allí Gustavo preguntó a los residentes por el origen de los quejidos, en la sospecha de que se trataba del perrito. Así fue que le explicaron que lo habían arrojado al pozo ciego para que se ahogara porque estaba sarnoso.
El policía logró que le permitieran entrar a rescatarlo. El cachorro salió mojado, sucio con excrementos, pero todavía vivo. Los signos de sarna eran visibles solo en sus patas.
Entonces fue cuando entró en juego el grupo “Sin pirotecnia, sin maltrato animal”. Tras tomar ellas intervención, lo lavaron y alimentaron y lo llevaron a la veterinaria donde fue vacunado, desparasitado y comenzó tratamiento para la sarna, “una enfermedad totalmente curable”, según enfatiza Gaby Zalazar, rescatista y mentora de la agrupación.
La mujer y el policía formalizaron una denuncia penal, en el marco de la ley nacional 14.346, que reprime el maltrato animal.
Gaby Zalazar, quien refirió lo ocurrido a Mi Mascota quiso exhortar, más allá del curso que siga la presentación judicial, a que las personas que tengan cualquier problema con animales, no los sacrifiquen ni sometan a tratos crueles o perversos, sino que recurran a alguno de los grupos de rescatistas “que siempre los hay” y que pueden brindar ayuda.
Respecto a la suerte corrida por Moya, hoy es un saludable perro de poco más de tres meses, que juega y espera que alguna familia lo adopte ya que sus tenedores provisorios no pueden albergarlo mucho más tiempo.
Los interesados pueden dirigirse por facebook a “Sin Pirotecnia/Sin Maltrato Animal.” o a los móviles 298 – 4790336 (Gaby) 298 – 4689184 (Virginia).
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