El boom de la comida callejera en Bariloche
La oferta es tan amplia en los food truck que no solo hay variedad de hamburguesas y sandwich sino también productos gourmet y menúes con raíces árabes y asiáticas.
El fenómeno de la comida callejera no solo se puede ver en las series de Netflix o programas de televisión dedicados a la cocina. El boom también se instaló en Bariloche que consolida un perfil de ciudad cosmopolita con una gastronomía variada donde se pueden degustar de pie, en un food truck, sabores orientales, asiáticos, europeos, mexicanos, carnes en sus formas más diversas y productos gourmet.
La gastronomía es uno de los atractivos que tiene la cordillera para los turistas. Bariloche a la Carta, el evento que muestra la diversidad y calidad de la cocina que se produce en la región, busca potenciar esta oferta que se convirtió en un producto turístico en sí mismo.
Y de la mano de este evento, el municipio a fines de 2018 pensó en ordenar los espacios destinados a la comida callejera y garantizar condiciones de salubridad e higiene a los consumidores, para otorgarle mayor jerarquía a este segmento en crecimiento.
Así fue como comenzaron a licitar espacios públicos para instalar las llamadas unidades gastronómicas móviles o food truck. La primera experiencia se inició a modo piloto en la costanera, cuando se pensaba en un paseo para esa zona cercana al Centro Cívico y sin explotar turísticamente hasta el momento. Y desde ese primer paso creció tanto la movida gastronómica que ahora hay “carritos” a la vera de todas las avenidas, en espacios verdes y otros rincones, incluso en terrenos privados que encontraron en esta opción una alternativa comercial.
En el paseo del lago, en la costanera a pocos pasos de Skate Park, se amplió la oferta y el municipio otorga permisos precarios por temporada. Este verano desde el mediodía hasta la noche hay mesas y sillas con sombrillas y un verdadero patio de comidas donde también se ofrecen espectáculos musicales. El food truck de Mexicano Café es pionero en este espacio. “La gente busca estar al aire libre y el paseo se hizo conocido porque se empezó a correr la voz que además de comida rica y variada, hay espectáculos”, destacó Andrea, que atiende el puesto donde se ofrecen tacos, quesadillas y “nachos zapatistas”, con un toque llamativo que incluye queso cheddar, frijoles y pollo.
También en el paseo desde mediados de enero está TanteTruck, un carrito que ofrece delicias dulces y helados. Los waffles son lo más pedido y si la tarde no acompaña con el tiempo, sale chocolate caliente y churros. Miriam ideó este colorido food truck hace un tiempo y este verano encontró el espacio y amplió la oferta que en principio solo pensaba para helados. La afluencia de público “depende mucho del clima”, destacó Natalia que alterna con la propietaria en la atención. La oferta de este espacio se complementa con un enorme puesto de sandwich de carne y hamburguesas y un llamativo carro que ofrece sushi al paso.
En el kilómetro 2,100 de Bustillo hay otra parada obligada para los amantes de la comida callejera. La Cabrona es un food truck gourmet que creó la chef Julieta Caruso, una reconocida cocinera que trabajó en Asia y Europa, y tiene dos estrellas michelin. “Empezamos hace unos años cuando compramos el food truck como un impulso, comenzamos a participar en eventos y después nos instalamos acá, a la gente de Bariloche le gusta, nos recomienda y también los turistas pasan a probar”, señaló Valentina Caruso, hermana de Julieta que junto a otra amiga, Lucía List, emprendieron el exitoso proyecto que varía de menú y abre solo al mediodía, hasta las 16:30.
A pocos pasos, desde hace unas semanas hay otro food truck de delicias dulces y panchos, y muy cerca un carrito de comida árabe llamado Alma de Oriente, en el que Pauline convoca con un tradicional shawarma.
Siguiendo hacia el oeste, en el paseo del kilómetro 8,500 de la Avenida de los Pioneros se armó otro espacio gastronómico junto a la plaza de juegos que se mejoró con la Ecotasa. El Carrito de Juan es un clásico de este punto y convoca a decenas de personas cada mediodía, sobretodo barilochenses pero también turistas que están de paso por la zona. Es el carrito más conocido del cruce al cerro Catedral que ahora tiene un food truck muy bien equipado donde cocinan contundentes hamburguesas. En el mismo espacio comparten público un puesto de frutas finas, otro de chipá y un llamativo local ambulante de plantas.
En el este, Monkey Burger, frente al ingreso del barrio Las Victorias, es una sensación este verano. Ramiro y Jano emprendieron el proyecto y adaptaron un enorme food truck de 6 metros donde cocinan hamburguesas y sandwich de lomito. “Tenemos mucha gente porque es la entrada de Bariloche y los locales que ya conocen la calidad y les gusta”, destacaron los cocineros que cada día trasladan el carro. Habitualmente están desde el mediodía hasta las 18, y los viernes y sábados extienden la propuesta hasta la noche.
Otra propuesta de éxito estuvo en el kilómetro 13 con el food truck Quiero Pasta, que ofrecía pastas para llevar. Fue tan buena la respuesta que ahora las emprendedoras lograron tener su propio local en el centro. También en el oeste hay terrenos privados junto a las avenidas, con carros de comidas y cerveza artesanal que son verdaderos puntos de encuentro. Los destacados del verano están en el kilómetro 18, donde hay tres food truck en un mismo espacio, y en Circuito Chico metros antes del puente del lago Moreno.
Además la avenida Juan Herman se pobló de carros de comida con menúes que van desde choripanes, sandwich y hamburguesas, churros y medialunas, entre otros productos que atajan al paso a los viajeros que se dirigen a El Bolsón. Un poco más lejos, frente al lago Gutiérrez, en el kilómetro 2020 de la ruta 40, se diseñó un espacio parquizado en un predio privado con el food truck El Camión que ofrece sandwichs con un toque gourmet.
El municipio fiscaliza y licita espacios
A fines de 2018 la municipalidad de Bariloche buscó ordenar los puestos de comida. “Se licitaron varios espacios públicos con criterios de planeamiento y con un fuerte seguimiento de fiscalización y bromatología”, remarcó el jefe de gabinete Marcos Barberis.
El municipio en estos espacios cobra un canon y controla que se cumplan las medidas de salubridad e higiene. En otros sitios donde no hay habilitación municipal, como en la avenida Juan Herman, no se apeló al desalojo esta vez sino que se motorizó un plan de fiscalización con recomendaciones.
“Entendemos que es una fuente de ingreso importante para mucha gente y en muchos espacios se da la autoregulación entre los puestos”, dijo Barberis.
Puntualizó que además de los espacios licitados para unidades gastronómicas móviles, que hoy funcionan en la rotonda del kilómetro 8,500 de Pioneros y Kilómetro 13 de Bustillo, entre otros espacios, próximamente se licitará la zona frente a Invap donde desde hace años hay un puesto de comida y tiene “potencial” para contener al menos tres food truck.
En el caso del paseo del lago no se realiza licitación sino que se otorgan permisos precarios por temporada y se busca que sean food truck con diferentes productos para abrir el abanico de oferta.
Una premisa que el municipio tiene es que los que llegan con sus puestos “no se deben adueñar del espacio que es público, los carros deben retirarlos todos los días y siempre responder a las medidas de seguridad y salubridad”, puntualizó el jefe de Gabinete.
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