“El banco de Macri”
Pasó el segundo semestre del 2016. El túnel, gracias a lo pésimo realizado por este gobierno, seguirá obscuro, muy obscuro. La sequía que empezó el 10 de diciembre del 2015 continúa y la lluvia de inversiones prometida no llegó ni llegará. A full la bicicleta financiera, eso sí.
Los brotes verdes para los trabajadores de clase media como uno no aparecen ni aparecerán. A la que le ha ido bien (y muy bien) es a la asociación que gobierna y está saqueando el país. El gobierno de Macri se ha autofavorecido con las medidas que llevan adelante. Decreto para anular parte de una ley de modo de favorecer el blanqueo de capitales fugados, lavados y evadidos de sus familiares, es sólo una mínima muestra de lo que está haciendo Macri, que por otro lado veta la ley de tratamiento para una patología sensible para miles de mujeres como lo es la ley de trombofilia. “Digamos la verdad”, repite cual psitácida el actual presidente luego del monumental fraude que significó su campaña (por todos sabidos fueron sus promesas “No voy a devaluar”, “No voy a despedir”, “No vamos a aumentar los servicios”, “Los trabajadores no van a pagar ganancias”, “No vamos a quitar subsidios” y muchas más, un compendio del cinismo y la mentira flagrante, de las que habitualmente hace gala Macri).
Pero, sin dudas, les ha ido excelentemente bien a él y sus CEO. En el caso particular de Macri, hasta se compró un banco (el Interfinanzas) sin empleados y con una filial en Buenos Aires y otra en islas Caimán. Si consideramos que hasta el momento al presidente se le han comprobado 50 vinculaciones con empresas offshore (con mutismo cómplice y soez por parte de los medios corporativos de comunicación y de la Justicia que lo blindan), imagínense el torrente de dinero que evadirán Macri, su familia y sus amigos empresarios a través de esa vía a partir de ahora.
Total, para él, con un cierto tinte de patología psicopática, esos “son temas personales”. Sinceramiento (se puede separar la palabra en sincera y miento) pide la AFIP. Macri miente sinceramente. Mark Twain decía que “Es más fácil engañar a las personas que hacerles entender que han sido engañadas”.
Parece que los que votaron el “cambio” han sido flagrantemente engañados, Doña Rosa. Porque nosotros, los que no votamos a Macri, pues sabíamos exactamente lo que iba a hacer, estamos orgullosos de decir a los cuatro vientos que no contribuimos al saqueo sistemático de nuestra patria, que está llevando adelante, junto al peor equipo de los últimos 50 años. Trazando paralelismos con Menem, el mismísimo Macri lo hizo público: “Si sabían lo que iba a hacer, me hubieran metido en un manicomio”.
2017, año de elecciones, Doña Rosa, una oportunidad para intentar desviar el perverso rumbo que lamentablemente está transitando nuestro querido país, incluido el salvaje endeudamiento externo y la llegada del funesto FMI para hipotecar el futuro de nuestros hijos, nietos y generaciones posteriores.
Creo que los que amamos a nuestro querido país a la hora de votar no vamos a elegir con los 8 “No sé” de Prat Gay, porque lo que sí sabemos es que no vamos a permitir que sigan saqueando el país como lo ha hecho Macri desde diciembre de 2015 a la fecha. No, ¿Doña Rosa?
Marcelo Claudio Fracchia
DNI 17.575.066
“2017, año de elecciones, Doña Rosa, una oportunidad para intentar desviar el perverso rumbo que lamentablemente
está transitando nuestro querido
país”.
Marcelo Claudio Fracchia
DNI 17.575.066
Datos
- “2017, año de elecciones, Doña Rosa, una oportunidad para intentar desviar el perverso rumbo que lamentablemente
- está transitando nuestro querido
país”.
Pasó el segundo semestre del 2016. El túnel, gracias a lo pésimo realizado por este gobierno, seguirá obscuro, muy obscuro. La sequía que empezó el 10 de diciembre del 2015 continúa y la lluvia de inversiones prometida no llegó ni llegará. A full la bicicleta financiera, eso sí.
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