El aumento de tarifas y la pobreza también se hacen notar en El Bolsón

La pérdida estacional de empleos por la baja del turismo y el sector productivo (chacras), sumado a la crisis económica del país, afecta a cientos de familias de los barrios más carenciados de esta ciudad, que además a esta altura del año deben afrontar mayores costos por calefacción.

En distintos sectores reapareció el trueque y se multiplican los comedores sociales atendidos por iglesias evangélicas y juntas vecinales.

En coincidencia, este miércoles el bloque de concejales del Frente para la Victoria presentará un proyecto para declarar la emergencia tarifaria (energía y gas) y otro declarando la emergencia alimentaria.

En concreto, piden que los fondos de emergencia para asistir a las familias necesitadas se obtengan “de los 7 millones que gasta por año el municipio en asesores y que nadie sabe bien quiénes son y qué función cumplen, además de los 22 millones presupuestados para el Poder Ejecutivo. Hay partidas que están por encima de la necesidad de la gente. Solamente sin asesores, en un cuatrimestre podríamos comprar 10 mil garrafas o 5 mil metros cúbicos de leña”, argumentó Leandro García (Nuevo Encuentro).

En principio, la secretaria de Desarrollo Social, Laura Rojas, adelantó ayer que unas 400 familias estarán cubiertas por el Plan Calor (leña y garrafas), aunque desde distintos sectores marcaron que “hay que hablar al menos de unas 2 mil familias que necesitan asistencia”.

“Se ha incrementado la ayuda con módulos alimentarios, es una pauta cierta de que la situación económica se está agravando. Se nota mucho en las redes sociales que hay trueque, la parte buena es que las personas comiencen a agruparse solidariamente para aunar esfuerzos”, valoró la funcionaria. “La prioridad será fortalecer el trabajo de actores sociales en los barrios y parajes”, agregó.

“Los vecinos no llegan a pagar sus impuestos o la luz y el precio del gas es elevadísimo. A las tomas no llega el Anses a cubrir la garrafa subsidiada y estamos hablando de mucha gente. La cuestión se está complejizando, basta observar el crecimiento de las ferias con venta de ropa usada o comida y estamos muy preocupados”, precisó a su turno la concejal Rosa Monsalve (FpV).