El apasionante y hermoso mundo de las orquídeas

Famosas por su belleza, su variedad, su perfección, están cubiertas además de un halo de plantas complejas. Pero Alejandra Barroso, desde Catriel nos enseña los secretos y los cuidados especiales que hay que tener para cultivarlas, y admirarlas.

La belleza de las orquídeas las ha hecho famosas, y la complejidad de su flor las vuelve únicas. Integran la familia de plantas monocotiledóneas . Las flores están formadas por tres sépalos, dos pétalos y un labelo o labellum (labio) y es donde el insecto polinizador hace su grandioso trabajo. El color de sus pétalos va del blanco al violeta ofreciendo una belleza única, y tiene una diversidad de colores y maravillosas combinaciones.


Son plantas que, en su hábitat original, no necesitan tener sustrato como las demás, porque sus raíces son epífitas. También hay orquídeas terrestres y semi terrestres, pero en esta oportunidad vamos a hablar de las más populares y las más adaptables a nuestra región.

Existen más de 30.000 variedades en todo el mundo y todavía hay muchas de ellas sin identificar – explica Alejandra Barroso, del vivero Árbol de la Vida, de Catriel – y no es una planta que pueda estar al exterior en nuestra zona debido a los fuertes vientos y lo seco del ambiente, por eso, lo recomendable es ubicarla en el interior de nuestro hogar.

La variedad Phalaenópsis es la más conocida y la más fácil de cuidar dentro del hogar patagónico, aunque también le siguen otras dos variedades populares y adaptables – si se tiene el cuidado de mantener una temperatura adecuada para ellas – aclara Barroso a RIO NEGRO – como la Dendrobium y Cymbidium. “Estas tres variedades se pueden conseguir en nuestra zona, sin dificultad y con respecto al tamaño hay variedades que son enanas o mini orquídeas. Existen otras que caen como cascada de flores y algunas que despliegan su vara floral hacia arriba”, describe.

En cuanto al cuidado, lo más importante es la humedad y la luz, pero no del sol directo, aunque no hay que olvidarse de la temperatura y el riego. “Las orquídeas necesitan mucha luz, pero no el sol directo, por lo que se debe encontrar la ubicación ideal dentro de la casa”, afirma la experta. Sobre todo si el lugar de la casa es seco, algo que generalmente sucede durante el invierno, por la calefacción. Para eso, Barroso aconseja colocar un plato con piedras y agua debajo de la orquídea, de esta manera, el calor del ambiente se evapora y aseguramos a la planta, la humedad ambiental. En cuanto a la temperatura ideal, la máxima es de 29º y la mínima 16º. “Pero por experiencia en mi vivero, el rango es mucho más amplio”, acota.

Una Cambria, con su característica flor.


Para prevenir y curar enfermedades, Barroso recomienda revisar las raíces porque a veces por excesos de agua y de humedad en el ambiente, se pudren. “Lo aconsejable en estos casos es cortar, con tijera desinfectada previamente, todo lo feo y colocar en cada corte, canela en polvo, para que cicatrice”. En caso de que la planta ya esté enferma, también se aconseja usar canela en polvo porque es un gran fungicida y saca los hongos de las plantas. “No es un producto caro y tampoco dañino para la planta”, explicó.

En cuanto a la floración, en condiciones normales, las flores duran de 2 a 3 meses. Luego de la primera floración se puede cortar la vara floral dejando tres nudos, lo que permite que otra vara florezca 3 o 4 meses después.

En cuanto a la poda, las hojas se muestran desde la base, en la superficie del sustrato, con hojas verdes y anchas, bien carnosas y luego sale la vara floral, la cual se estira hasta un promedio de 30 centímetros, donde nacen las flores de 4, 5 o 6 capullos. “Cuando se caen las flores, se debe cortar la vara, para que nazca otra nueva vara de floración”, explica. Y agrega: “La vara vieja se debe cortar de abajo hacia arriba, contando 3 nudos. Es decir, se debe cortar en el tercero. Eso hace que la orquídea vuelva a florecer nuevamente en 3 o 4 meses”.

Para Barroso, el sustrato ideal se logra preparando corteza de pino, turba blanca, carbón vegetal y vermiculita o piedra pómez, en una maceta transparente con agujeros. La corteza de pino será la base del sustrato y ayudará a dar a la mezcla un nivel adecuado de acidez. La turba blanca tiene la misión de almacenar agua para proporcionar a la planta la humedad que necesita. El carbón vegetal aumenta el PH de la mezcla. Y la vermiculita o la piedra pómez ayudan a airear el sustrato y subir su alcalinidad.

Una Cattleya, la variedad más famosa de orquídea.


Para la fertilización es aconsejable utilizar un fertilizante balanceado (20-10-20). La dosis es de 1/2gr por litro de agua y la frecuencia es de una vez, cada dos riegos en invierno y en cada riego, en el verano. El 20/10/ 20 significa que se prepara con un 20 % de nitrógeno, 10 % fósforo y 20% de potasio. El nitrógeno ayuda a las hojas y raíces, mientras que el fósforo hace que sea fuerte y vigorosa y el potasio ayuda a la floración.


Cuidados especiales



Raíces podridas: es la principal causa de muerte de estas plantas. Suele aparecer cuando no regamos correctamente.

Hongos: pueden aparecer en las hojas. Esto se debe a altas temperaturas, exceso de agua o falta de aireación en las raíces.

Según Barroso identificar este tipo de anomalías es sencillo porque cuando se trata de bacteria las hojas nacen como transparentes. La recuperación de la especie es posible. Las bacterias se manifiestan sobre las hojas dando un aspecto acuoso y las hojas nuevas nacen ya amarillas. Todo esto se debe a un exceso de agua.

Sin embargo, si es un virus, es difícil salvar la planta. “En ese caso lo detectamos porque aparecerán en sus hojas, pequeños círculos perfectos de diferentes tamaños y eso es porque ya viene del cultivo o por no desinfectar las herramientas con que las tratamos”, indico la mujer.


Evitaremos las enfermedades aprendiendo cómo y cuándo regar. Esto es vital para nuestra planta, indica Alejandra, y además hay que trasplantar de forma rigurosa y correcta. Es fundamental la desinfección ya sea de macetas como de herramientas y también abonar para fortalecer la planta.

En cuanto a los métodos de reproducción puede ser por bulbos que produce una orquídea adulta, de unos 2 o 3 años. Se separan en grupos de 3 o 4 y se vuelven a plantar. También por esquejes: se corta un tallo largo desde la base y se divide en trozos de 7 cm cuidando que tenga yema para que brote. Estos se colocan en musgo o arena húmeda. Por keikis (también llamada vara floral), que crece como parte de la planta y desarrolla raíces.


Variedades más conocidas



Phalaenopsis: es la más popular. “Sus flores parecen mariposas”, dice Alejandra y pueden ser de un solo color o combinadas. Sus hojas son carnosas y de un verde intenso.

Dendrobium: Sus hojas son más finas y puntiagudas – explica la experta- y nacen directamente del tallo. Sus flores se destacan por su increíble belleza.

Cymbidium: esta variedad es el primer tipo de orquídeas cultivadas en interior por sus fáciles cuidados. “Sus flores son muy apreciadas por su fragancia, y además dura mucho tiempo y se desarrolla por pseudo bulbos”, indica.

Cattleya: “Es de las más cultivadas por los amantes de las orquídeas de todo el mundo y a diferencia de las otras, los tallos cuentan con pocas flores, pero siempre de gran tamaño”, aclara Alejandra.

Cymbidium, de as primeras que se cultivaron en interior.


Vanda: Esta variedad crece suspendida en el aire y se alimenta de la humedad del ambiente, por lo que se deben pulverizar sus raíces a diario con agua. “Sus flores son espectacularmente grandes”, especificó la experta.

Cambria: es la única que no encontraremos en el mundo natural – dice Barroso- ya que son el resultado de múltiples híbridos. Crecen por pseudo bulbos y cuentan con una gran variedad de tipos de flores.

Oncidium: Es muy popular por el gran número de pequeñas flores que colman sus ramas. En general son de color amarillo, con tonos naranjas y rojizos.

Zigopetalum: “Sus flores son espectaculares y suelen tener colores morados, púrpuras y lilas con una suave fragancia”, describe la viverista. Otra característica de esta orquídea es que tiene una de las floraciones más duraderas.


Tips orgánicos



Insecticida de ortiga
250g de ortiga
2,5 litros de agua

Mezclar estos dos ingredientes y dejar reposar por 12hs. Para usar, se debe diluir 1/2 litro del preparado en 2,5 litros de agua. Se puede usar en cualquier tipo de plantas desde plantines hasta rosales. O en la planta que lo necesite.

Fungicida de cola de caballo.
25g de cola de caballo seca. ( se compra en la herboristería)
1litro de agua.


Mezclar los ingredientes y dejar reposar 12hs. Para utilizarlo, rebajar 1 parte del preparado en 10 de agua. Este tipo de fungicida es ideal para combatir los hongos de cualquier tipo de plantas, asegura Barroso. Si la planta está enferma, aconseja aplicar 3 veces en la primera semana y si es para prevenir, una vez cada 15 días. Se puede rociar con el líquido y también regar, pero es aconsejable hacerlo en el revés de las hojas porque es donde se suelen alojar los bichitos.

Fertilizante para floración

Para disfrutar de una saludable floración, no hay como el té de cáscara de bananas, según la experta. Se debe cortar en trocitos las cáscaras de 4 o 5 bananas y colocarlas en 1 litro de agua. Hervir 15 minutos y agregar una taza mas de agua y estará listo para agregar a la orquídea o cualquier planta.


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