El «aguantadero» ya es historia en Cutral Co, pero hay otros
El derrumbe del edificio fue una medida del petitorio para reclamar por más seguridad luego del homicidio de Luciano Fuente. Hay bloques en situaciones parecidas. Tardarán 20 días en retirar los escombros.
Un segundo tardó en derrumbarse el bloque C9 en el barrio Belgrano –ex450 Viviendas- de Cutral Co luego de la explosión. Ayer, las familias se vieron revolucionadas por la maniobra que busca frenan un poco la inseguridad en la barriada. Ahora, se tardará unos 20 días en retirar los escombros y dejar el lugar en condiciones para construir una plaza u otro espacio para los habitantes.
“Ay, me encantaría que hubiera una plaza”, dice Angélica, quien, ni bien inauguraron el barrio hace más de 30 años, se mudó a vivir con su familia. Primero estuvo en un departamento y, después de un tiempo, se mudó al lugar donde vive hoy, junto a su esposo. Es una de las casas con tres dormitorios. “Es una pena que los rompan porque son tan lindos los departamentos y hay tanta gente que necesita un hogar y no lo pueden tener”, comentó resignada.
Después relató que las familias que son dueños originales y se quedaron, no son la mayoría. “Muchos se fueron de los departamentos porque ya no pueden subir y bajar, otros van por el cuarto o quinto propietario”, describió. Además, hay quienes no lograron resistir a los hechos de inseguridad cotidiana.
Angélica fue una de las primeras en dejar su vivienda cuando les dieron la orden desde Defensa Civil. Cruzó hacia el CPEM Nº 20, donde, al igual que otros vecinos, se instalaron en el SUM a esperar. El personal de Defensa Civil de Cutral Co les sirvió café y pan. También pudieron hacer uso de los sanitarios.
Otro vecino, de apellido Ávila, recordó que fue del grupo de primeros adjudicatarios. Manifestó que se sintió contento y aliviado tras el derrumbe. “Cuando recién llegamos teníamos de todo. Había una cooperativa y comprábamos ahí. Era otra cosa”, relató. El vecino coincidió en que los hechos de violencia obligaron a varias familias a alejarse de la barriada.
El minucioso operativo que incluyó el vallado, cierre de calles aledañas al barrio, la presencia de 250 uniformados, el SIEN, bomberos y Defensa Civil de provincia no registró inconvenientes, pero no tuvo en cuenta a las mascotas. Las que tenían dueños fueron trasladadas con improvisados collares hasta el playón de la escuela y esperaron que todo concluyera.
En tanto, dos vecinos con dificultades para trasladarse fueron en sillas de ruedas hasta el CPEM Nº 20. En la escuela primaria Nº 63, que está en la barriada no hubo clases, y tampoco las habrá hoy.
Ayer se requirió un segundo para que todo un bloque de departamentos de hasta tres pisos se derrumbara. La maniobra demandó unos 300 kilos de explosivos, aproximadamente. Gustavo Mauad, dueño de la empresa encargada de la tarea, resaltó que “salió todo muy bien”. La estructura estaba muy bien hecha y todo el sector fue relevado por el IPVU, cuyo presidente, Marcelo San Pablo, siguió de cerca todo el operativo.
Se hicieron perforaciones y los ingenieros trabajaron con mucho espacio de tiempo. “El edificio cayó donde dijimos que iba a caer”, analizó satisfecho Mauad.
“Tengo sentimientos encontrados”, comentó una vecinalista al observar de cerca todo el procedimiento. Ella fue una de las caras visibles de la protesta de vecinos que se volcó a la Ruta 22 para hacer un corte en reclamo de seguridad tras el homicidio del pequeño Luciano Fuente. La demolición de este bloque de 27 departamentos formaba parte del petitorio por mayor seguridad entregado a las autoridades provinciales y locales, quienes debieron tomar nota.
Ahora, resta saber qué pasará con los otros bloques que están en situaciones parecidas. Entre ellos, el C10, el C7 y el C8. “Por ahora queremos terminar con esto. El retiro total de los escombros y despejar el acceso para que ingresen”, dijo el presidente del IPVU, Marcelo San Pablo.
Desde ayer, la imagen destruida del bloque C9 -que años atrás hasta fue bautizado como si se tratara de un edificio en plena guerra de “Kosovo”- ya desapareció.
La enorme bola de polvo tras el ruido de la explosión terminó con el lugar. Los vecinos de las inmediaciones, lo despidieron con aplausos y gritos.
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