Turismo ideológico

El presidente Javier Milei culminará el lunes una nueva gira por el exterior, un viaje donde se usarán cuantiosos fondos públicos para una actividad de tipo privada o partidaria, donde los réditos económicos o diplomáticos tangibles son dudosos y que refleja una política exterior bastante amateur, basada más en las preferencias ideológicas que en los intereses permanentes del país.

Durante su estadía en España el presidente presentó su libro “El camino del libertario”, una autobiografía donde desgrana vivencias y preferencias ideológicas. Ayer sostuvo un encuentro con empresarios españoles, en la actividad que más podría justificar desde el punto de vista diplomático su viaje. Finalmente, hoy participará como orador destacado en una cumbre organizada por el partido ultraderechista Vox, donde intervendrán en forma virtual otros líderes populistas de derecha europeos, como la primera ministra italiana Georgia Meloni y el premier húngaro Víctor Orban, entre otros. Si bien la mayoría de estos líderes comparten con Milei el conservadurismo en temas morales, sociales y migratorios, hay enormes diferencias en cómo estos líderes consideran a la economía, muchos de ellos de manera proteccionista y nacionalista.

Por el contrario, la estadía de Milei en España no incluyó contactos con líderes del Partido Popular, cuya concepción económica liberal sería más cercana a las de La Libertad Avanza y que tiene chances ciertas de llegar al poder. Además, la previa del viaje incluyó una agria polémica con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, lo que generó que no hubiera recepción de Estado ni contactos formales o informales con la administración anfitriona de un país que es aliado clave de Argentina tanto en materia de inversiones como en su relación con la Unión Europea.

El de este fin de semana es el sexto viaje del presidente al exterior en cinco meses, tras las visitas a Israel y a Italia en enero, cuando también visitó Suiza para participar del Foro de Davos, y tres visitas a Estados Unidos en febrero, abril y mayo. Contrastando con la austeridad de las primeras giras, cuando usó vuelos de línea para diferenciarse de la “casta”, en los últimos desplazamientos utilizó, aduciendo razones de seguridad, el Boeing 756 que compró su antecesor Alberto Fernández el año pasado. Algunas estimaciones indican que su periplo español tendrá un costo cercano a los 500.000 dólares. A fin de mes está previsto un nuevo viaje a Estados Unidos, donde planea reunirse con empresarios tecnológicos en Silicon Valley y a mediados de junio está invitado a quizás el evento más político a nivel internacional, la cumbre del G7 en Italia.

El problema no es que el presidente despliegue una activa agenda internacional, indispensable para un país que vive una crisis económica profunda y que necesita inversiones y respaldo político exterior urgente, sino que estos desplazamientos tengan que ver más con sus simpatías políticas y un afán de posicionar su figura dentro del espectro más extremo de la derecha global. Está claro que su sorprendente triunfo electoral, el experimento político que lidera en Argentina al realizar un drástico plan de ajuste con escaso respaldo legislativo y su figura y retórica disruptivas han generado una atención global importante. Sin embargo, poco de lo hecho parece haber redundado en beneficios concretos para el país.

Esta gira personal y partidaria por España, una especie de turismo ideológico financiado con fondos públicos, ha generado cortocircuitos diplomáticos innecesarios por la injerencia en la política interna de otro país. Y repite un patrón que el propio Milei criticaba del gobierno de Fernández: una política exterior poco profesional, que mezcla la agenda partidaria con la internacional y parece guiada más por el afán de figuración, preferencias ideológicas y simpatías personales que por una estrategia consensuada y coherente, que tenga como objetivo intereses de largo plazo del Estado y redunde en mayor comercio o inversiones, agilice la ayuda o mejore la reputación global del país.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios