Vitivinicultura: evalúan clones de Pinot Noir en la Patagonia argentina

En el INTA Alto Valle cultivaron cuatro clones para conocer su comportamiento y aportar información a los productores de la región para la toma de decisiones.

El Pinot Noir es una variedad que se da muy bien en la Norpatagonia en donde predominan las noches frescas y debido a una lenta maduración que le permite desarrollar todo su esplendor. A pesar de sus múltiples atributos, se considera una variedad con cierta dificultad para cultivar y vinificar. Por esa razón, se evaluaron cuatro variedades de clones franceses e italianos de Pinot noir en parcelas del INTA Alto Valle con el objetivo de obtener información sobre el comportamiento de cada uno en la Norpatagonia.

El trabajo realizado tiene carácter exploratorio e inédito en la región. Nos propusimos describir el manejo a campo, la vinificación a escala piloto y los análisis fisicoquímicos y sensoriales de los vinos obtenidos con esta cepa”, señaló Mario Gallina – profesional del área de Viticultura del INTA Alto Valle–.

Para el estudio se seleccionaron los clones R4, 667, 777 y 115, por sus características y disponibilidad. La evaluación se realizó desde 2014 hasta 2019 en la Estación Experimental Alto Valle del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en conjunto con técnicos de ese organismo y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) con la finalidad de brindar al sector información clave para la toma de decisiones.

Dato

52%
Porcentaje de los vinos varietales elaborados con Pinot Noir que se comercializó en el mercado interno en 2021.

“Si bien la variedad ha sido cultivada históricamente en el norte de la Patagonia, en los últimos años la industria ha aumentado el volumen de vinos de elevada calidad con esta cepa, de la mano de un consumidor que lo elige cada vez más como alternativa”, señalaron los profesionales a cargo de las evaluaciones, y describieron: “es posible obtener vinos de gran calidad aromática y complejos en la región, con predominio de descriptores que recuerdan a frutillas y frambuesas”.

Según un informe publicado en 2022 por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), este varietal está presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas de Argentina. En el año 2021 se registró un total de 1.996 ha cultivadas (que representan el 0.9% del total de vid del país) con 1.463 ha cultivadas en Mendoza, le siguen en importancia Neuquén y Río Negro con 239 ha y 126 ha respectivamente.

En los últimos años la industria ha aumentado el volumen de vinos de elevada calidad con esta cepa, de la mano de un consumidor que lo elige cada vez más como alternativa.

Profesionales del INTA.

De acuerdo con el INV la cantidad de hectáreas de Pinot Noir aumentó en un 10.8% entre 2010/2021 en todo el país. En las principales provincias productoras ese aumento significó un crecimiento del 12.3% en Mendoza, 6,3% para Neuquén y 5% en Rio Negro.

Para los clones evaluados realizaron una descripción del manejo a campo, la vinificación a escala piloto y los análisis fisicoquímicos y sensoriales de los vinos obtenidos con esta cepa. “En lo que respecta a su comportamiento, cultivo y su manejo sanitario, presentan una dificultad media. Los racimos dan bayas de tamaño medio a pequeño y racimos pequeños y compactos, lo que se traduce en una productividad media”, indicaron.

Dato

48%
Porcentaje de los vinos varietales elaborados con Pinot Noir que se exportó en 2021.

Los clones de Pinot Noir elegidos fueron el clon R4 originario de Venezia Giulia, Italia caracterizado por su vigor, con peso de racimos y productividad medios y bayas pequeñas para la producción de vinos típicos, ricos en color y estructura, adecuados también para base de vinos espumosos.

El clon 777 seleccionado en Borgoña – Francia– reconocido como de fertilidad media, pertenece al grupo A de producción media a baja y brinda una tipicidad varietal con expresión del terruño. Es descripto como un clon cualitativo que produce vinos de muy buena calidad, aptos para guarda.

Este varietal está presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas de Argentina.

También el clon 115 y el 667 seleccionados en Borgoña – Francia–, ambos con fertilidad media y peso de racimo medio. Pertenecen al grupo B que se caracterizan por tener producción media a elevada, que cuando es limitada da vinos de buen nivel cualitativo y reúne una tipicidad varietal con expresión del terruño.

Todos fueron cultivados en un suelo franco limoso y profundo. La conducción se realizó en espaldera, con un marco de plantación de 2,5 m entre hileras y 1,2 m entre plantas, con una fila con 90 plantas de cada clon.

El Pinot Noir es una variedad que se da muy bien en la Norpatagonia en donde predominan las noches frescas y debido a una lenta maduración que le permite desarrollar todo su esplendor.

Basados en los datos obtenidos en la zona, los profesionales compararon los ensayos con las descripciones arrojadas en 1995 por ENTAV-INRA conformada por el Instituto Francés de la Viña (IFV) y el Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA). Por lo tanto, se determinó que los clones 777 y 115 serían los clones más aptos para producir vinos de guarda. Este último puede guardarse siempre que se controle el nivel productivo. Por otro lado, el clon 667 tuvo menor performance que lo reportado por ENTAV.

El comportamiento en cada temporada y el análisis de componentes principales y parámetros fisicoquímicos y sensoriales de los clones pueden consultarse en un documento elaborado por los profesionales de carácter público y acceso gratuito que puede solicitarse en el INTA Alto Valle.

Por INTA.


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