Un año de Sergio Massa como ministro de Economía: el análisis de su gestión con números
El 3 de agosto de 2022 el ahora precandidato a presidente, Sergio Massa, iniciaba una gestión marcada por una inflación alarmante, por el impacto de la sequía y por la injerencia del FMI. Un análisis y un balance de sus primeros doce meses al frente del Ministerio.
“Podemos ir transitando este puente para salir definitivamente de la crisis”. La frase fue dicha el lunes por el ministro de Economía, Sergio Massa. Se trata del reconocimiento de una crisis económica en voz de alguien que hace un año asumió el cargo para ponerse al hombro otra.
Dólar blue: cerró en un nuevo récord histórico
Cuando se hace el balance de una gestión, es menester incorporar explícitamente al análisis el punto de partida. “Massa agarró una papa caliente”, había resumido Cristina Fernández hace unos meses. El mes previo a su asunción, durante el fugaz paso de Silvina Batakis como ministra de Economía, el contexto macroeconómico del país estaba signado por una frenética corrida cambiaria, una veloz devaluación del peso, una vertiginosa aceleración inflacionaria, una profunda incertidumbre y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya firmado.
En ese marco, Sergio Massa se puso al frente de la cartera económica, el 3 de agosto de 2022. Curiosamente, fue la asunción de un abogado como ministro de Economía lo que logró que los mercados retornen a una ansiada paz. Y es que el momento demandaba, más que conocimientos económicos técnicos, capital político. A nadie le sentaba mejor el traje de superministro que a él. Era la figura capaz de poner paños fríos a la tensa y distante relación entre el presidente y la vicepresidenta pero, sobre todo, de contentar a los mercados, con un perfil más ubicado a la derecha que el albertismo o el kirchnerismo.
El objetivo de la gestión resulta claro: evitar un salto del tipo de cambio oficial. En su lugar, Massa decidió devaluar gradual y silenciosamente: en el transcurso de este año de gestión, el peso perdió la mitad de su valor frente al dólar (en términos nominales).
Curiosamente, fue la asunción de un abogado como ministro de Economía lo que logró que los mercados retornen a una ansiada paz.
Por transición, lo que se buscaba con tal política cambiaria era mantener los precios bajo control, y en ello radica el principal fracaso de Massa: durante su gestión, Argentina registró índices de inflación que no veía hace décadas.
Así, el atraso cambiario real persistió a lo largo de este año, y sigue siendo una realidad. Para evitar un mayor deterioro de las cuentas externas (y para hacer los deberes con el FMI), Massa hizo de los tipos de cambios diferenciales un caballito de batalla. Dólar soja 1, dólar soja 2, dólar agro y dólar maíz son algunos de los nombres con que popularmente se conocieron las devaluaciones parciales implementadas para incrementar exportaciones. Todas cumplieron con los objetivos trazados por el Ministerio, pero ninguna fue suficiente.
El principal fracaso de Massa: durante su gestión, Argentina registró índices de inflación que no veía hace décadas.
El atraso cambiario, que él mismo decidió mantener, es el principal motivo por el que su gestión llega “con la lengua afuera”: los enormes déficits de balanza comercial y en cuenta corriente, las magras reservas en las arcas del Banco Central y la suba de los tipos de cambio paralelos son algunos de los síntomas.
No son pocos quienes definen la gestión de Massa como el “plan llegar”, y su precandidatura a la presidencia de la Nación abona esa teoría. “Llegar” significa administrar el atraso cambiario, lo cual terminó representando una tarea mucho más ardua de lo imaginado por Massa y su equipo económico. En los cálculos de nadie estaba tan extensa, prolongada y dura sequía.
Tan extensa, prolongada y dura sequía constituyó el punto de inflexión de Massa como ministro de Economía.
Tal inclemencia meteorológica constituyó el punto de inflexión de Massa como ministro de Economía: alteró significativamente la evolución de todas las variables de la macroeconomía, el curso de la relación y el acuerdo con el FMI, y las decisiones de política económica.
Los primeros doce meses de Massa como ministro dan cuenta de una conducción entrampada en su propio objetivo (económico y político) pero defendida con un argumento contrafáctico: “sin Massa, es el caos”. Las víctimas, otra vez, somos los argentinos.
Haremos un repaso con cifras de cada uno de los frentes de la economía durante la gestión de Massa: inflación, empleo, salarios, actividad económica, tipos de cambio, cuentas externas y fiscales y variables monetarias. Primero presentamos una infografía con todos los datos, y posteriormente brindamos una descripción de cada indicador.
Un año de Massa en Economía: el frente cambiario
Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA) los tipos de cambio oficiales (minorista y mayorista) se han incrementado en más de un 100% en estos doce meses de gestión. En otras palabras, a precio oficial el peso vale en dólares menos de la mitad de lo que valía cuando Massa asumió. Es un dato llamativo tratándose de alguien que, en lo discursivo, se presenta en contra de una devaluación.
Cabe aludir, en ese sentido, al esquema cambiario vigente desde la semana pasada. La aplicación generalizada del impuesto PAIS a las transacciones en moneda extranjera, el incremento de la retenciones del impuesto a las ganancias para la compra de “dólar ahorro” y una nueva edición del dólar agro no son más que artilugios para devaluar sin hablar de devaluación.
A precio oficial el peso vale en dólares menos de la mitad de lo que valía cuando Massa asumió.
El dólar blue acentuó su tendencia al alza en los últimos meses, y su cotización ya casi duplica a la vigente antes de la asunción de Massa. Sin embargo, acumula un suba menor que la de los tipos de cambio oficiales con lo que la brecha cambiaria se redujo levemente, ubicándose en torno al 100%.
Un año de Massa en Economía: el frente externo
Los incrementos en los tipos de cambio oficiales siguieron de cerca la inflación, con lo que el atraso cambiario heredado por Massa se mantiene a la fecha. Si a esta decisión de política económica le sumamos el derrumbe de las exportaciones a causa de la sequía, la consecuencia natural es un rojo cada vez más intenso en las cuentas externas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), las cantidades exportadas en junio último fueron un 23,5% menores que las de julio 2022, y en buena medida explica que el déficit comercial de la Argentina se haya multiplicado por 3,5 en el período. Ni siquiera el cada vez más apretado cepo importador puede evitar estos desempeños.
El déficit comercial de la Argentina se multiplicó por 3,5 desde que Massa asumió.
La cuenta corriente del primer trimestre fue la más deficitaria desde 2018 y los saldos negativos se financian con dólares del BCRA: las reservas internacionales brutas se redujeron en un tercio en menos de un año. El escenario es dantesco sin lugar a dudas.
Un año de Massa en Economía: precios y frente monetario
Según el INDEC, la inflación de la gestión Massa ya supera el 100%. Es decir, en promedio los precios al consumidor más que se duplicaron desde que asumió, y sin contar la inflación de julio de 2023 (que sería mayor que la junio).
La evolución de los precios es el punto más débil de la gestión del actual ministro y de su campaña presidencial. “Voy a ser el presidente que derrote a la inflación”, dijo Massa en un acto la semana pasada.
Dato
- 100,7%
- Es la inflación acumulada desde la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía (agosto de 2022) hasta junio último.
Un factor íntimamente ligado al fenómeno inflacionario es la emisión presente y futura. En ese sentido, la base monetaria y el stock de LELIQs se incrementaron más de un 42% desde comienzos de agosto de 2022.
La tasa de política monetaria está, en términos nominales, en su nivel más alto en décadas: 97% anual.
Un año de Massa en Economía: el frente fiscal
El sendero de reducción del déficit primario, que caracterizó los primeros meses de la gestión de Massa y que le permitió cumplir las metas fiscales con el FMI, se vio interrumpido este año.
Según el Ministerio de Economía de la Nación (Mecon), el déficit fiscal primario de junio pasado fue 8 veces mayor que el registrado durante el mes de gestión de Batakis como ministra. Esto se debe a una baja real de los ingresos públicos, por la menor recaudación vía derechos de exportación (efecto de la sequía), y a un incremento real del gasto público primario (es decir, sin considerar el pago de intereses de la deuda).
Un año de Massa en Economía: actividad y empleo
Desde finales del año pasado la actividad económica está dando claras señales de desaceleración. Según la serie desestacionalizada del estimador mensual de actividad económica (EMAE), la economía se contrajo un 3% desde que Massa se puso al frente del Ministerio de Economía (el de mayo es el último dato disponible). En los últimos tres meses el sector de actividad de mayor incidencia negativa en el EMAE fue agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con lo que es imposible soslayar el impacto de la sequía en las variables reales.
Sin embargo, no es el único rubro que viene de capa caída. El índice de producción industrial (IPI) cayó entre julio de 2022 y mayo último un 0,7% desestacionalizado, y las restricciones a las importaciones (endurecidas por Massa) parecen ponderar en esta situación.
la economía se contrajo un 3% desde que Massa se puso al frente del Ministerio de Economía.
El mercado de empleo ofrece una buena noticia. Con Massa como ministro, la tasa de desempleo alcanzó el nivel más bajo en muchos años. Sin embargo, la informalidad laboral alcanza 3 de cada 8 trabajadores, y es una proporción que ha aumentado recientemente.
Uno de los principales impactos sociales de la inflación radica en la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora. Entre julio de 2022 y mayo de 2023, los salarios en promedio crecieron un 86,4%, de acuerdo con el INDEC. En el mismo período, el aumento del índice de precios al consumidor (IPC) fue 3 puntos porcentuales mayor. Es decir, en lo que va de la gestión Massa los salarios vienen perdiendo con la inflación.
En lo que va de la gestión Massa los salarios vienen perdiendo con la inflación.
El salario mínimo, vital y móvil, no obstante, le ha ganado a la inflación desde que Massa es ministro de Economía, acumulando un aumento del 131,7% entre agosto de 2022 y agosto de 2023. Este valor tiene un especial impacto en el cálculo de algunas prestaciones sociales y programas que paga el Estado nacional, afectando directamente a las clases sociales de menores ingresos. Sin embargo, los índices de pobreza se encuentran en niveles alarmantes.
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