Tomar el control: mujeres que redefinen las finanzas
Los mandatos y roles, los prejuicios del mundo empresario, y la necesidad de tomar el control de los recursos para planificar a largo plazo. En el marco del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, repasamos la tendencia el ingreso de mujeres al mercado.
Tomar el control de tus finanzas. Esto reza cualquier libro con perspectiva de género, que intenta sacudir a la lectora y animarla a hacer un cambio en su vida económica. “Tomar el control” es sinónimo de empoderamiento.
Tener dinero, saber gestionarlo y administrar recursos, nos trae felicidad. Somos felices no en la acumulación, sino en ver cumplidos los objetivos. Y esas metas son distintas respecto del género simplemente porque nos atraviesan diferentes perspectivas de riesgo y administración.
En el caso de las mujeres el factor emocional hace que la mirada que nos define sea diferente. Y no me refiero a la mirada del otro que -por suerte- ya no nos importa tanto. Sino a las creencias que conforman la mirada que tenemos nosotras de nosotras mismas y de nuestras pares.
Esas creencias se han transformado en sesgo limitante. Barreras que aún nos hacen creer que necesitamos ser “segundeadas” por un hombre, validadas por mujeres de nuestras familias o que, simplemente, no podemos hacer nada solas o valernos por nuestros propios medios.
En el caso de las mujeres el factor emocional hace que la mirada que nos define sea diferente. Hablamos de las creencias que conforman la mirada que tenemos nosotras de nosotras mismas y de nuestras pares.
Aún existe, seamos realistas. El prejuicio que suele haber incluso entre las mismas mujeres cuando tenemos reuniones con clientes y empresarias es: yo de plata no se nada, no es para mi. Contra esto batallamos. Sigue siendo un problema la inserción de mujeres en ámbitos de toma de decisión. Las empresarias neuquinas con las que he conversado refieren que para hacerse espacio en las diversas Cámaras o Empresas locales tuvieron que modificar estratégicamente sus modos habituales.
En negociaciones con sindicatos, con colegas o con clientes donde prepondera la presencia de hombres han optado por elegir modismos y vocabularios más acordes a lo masculino, vestirse de manera neutra y preparar su oratoria para despojar cualquier rasgo que no las “iguale” con el género opuesto.
Los tiempos cambian y las mujeres lo han hecho en muy poco tiempo. No hace más de dos años, no había tantas inversoras como ahora, ni tantas educadoras en materia financiera, ni tantas idóneas matriculadas.
La tendencia es muy alentadora. Según los informes y datos publicados por Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), se observa un incremento significativo en la participación de las mujeres en el mercado financiero argentino. Durante el primer semestre de 2024, el 38% de las nuevas cuentas comitentes fueron abiertas por mujeres, superando el 32% registrado a finales de 2023. Este aumento refleja una mayor confianza de las mujeres en el mercado de capitales como herramienta para gestionar sus ahorros y planificar a largo plazo.
Los famosos pasos para lograr la “libertad financiera” comienzan primero, por evitar la dependencia económica de la pareja o familiares. Armar un plan de emergencia en caso de que surjan imprevistos nos da la tranquilidad de decir: “ok, pasó un imprevisto, puedo sacar estos fondos de la cuenta de inversión y cubrirlos”. El dinero es la herramienta, no el objetivo.
Lograr tener un colchoncito para nosotras se logra con orden, conociendo de punta a punta gastos e ingresos. Haciendo muchísimo foco en estos últimos. Los gastos los podemos cortar. Pero incrementar los ingresos es casi imposible en muchos casos.
Si tengo un sueldo de relación de dependencia, ¿cómo hago para incrementar ese ingreso? ¿puedo? ¿Puedo cambiar de trabajo o mejorar mi salario? A veces no. Por eso mucho ojo con comprar espejitos de colores de influencers de moda. Por ahí no lo hiciste porque aún no encontraste el “cómo”. Pero tranquila, ya vas a poder! De a poco.
El primer tip entonces es: Abrite una cuenta comitente para que puedas tener la plata separada. Y si sos emprendedora, tu empresa tiene que tener su cuenta comiente también. ¡No tiene costo de mantenimiento! Separás todos los meses un poquito y vas pensando que esa plata no existe. No se toca, largo plazo.
Primer sesgo destruido: las mujeres no somos seres carentes de estabilidad emocional. Nuestra forma de pensar es diferente. Somos emocionales porque nos enfocamos en 20 cosas simultáneas. Y por eso pensamos que esto las inversiones deben ocupar un lugar más en las preocupaciones diarias. La realidad es que no.
Primer sesgo destruido: las mujeres no somos seres carentes de estabilidad emocional. Nuestra forma de pensar es diferente. Tomar el control, significa hacer algo con eso que me pasa.
Podemos pensar en que se parezca más a una disciplina. Tomar el control, significa hacer algo con eso que me pasa. No podemos controlar el contexto, si el mercado sube o baja, si el dólar o la inflación va a afectar a mi empresa. Es hacer algo en función de preservar nuestro capital a futuro.
Todavía hay un camino por recorrer, pero la pregunta para vos, lectora es “¿me estoy perdiendo de algo?”. Y ahora sí te estoy subiendo al FOMO (miedo de estar fuera de una tendencia) de pensar: quiero saber de qué se trata eso de invertir en la Bolsa.
En nuestra industria en particular -el Mercado de Capitales- también ha subido la cantidad de Asesoras (sobre todo mujeres más jóvenes) que quieren ser parte de la difusión y crecimiento de la Bolsa. Los motivos los podemos encontrar en una tendencia global de querer abordar temáticas que antes estaban excluidas por diversos motivos. Cada vez más mujeres participan activamente en la fuerza laboral y logran niveles educativos más altos, lo que les permite generar ingresos y tomar decisiones financieras de forma autónoma.
Este cambio cultural impulsa la necesidad y el deseo de gestionar y hacer crecer su patrimonio personal.
La llave está en vos. Sos la única que tiene el control sobre lo que te pasa y sobre la mujer que queres llegar a hacer al final del camino, en tus 80 años. Pensalo hoy.
No es “el problema para tu vos del mañana”. Es el problema de hoy y hace falta atacarlo de frente, para no ser sorprendida por un mundo cambiante y desafiante. Ayudate a ser parte de este cambio y redefiní quién queres que tenga el control.
Comentarios