Sube o baja el riesgo país: ¿por qué debe importarte?
¿Tenés un comercio o una pyme en el Alto Valle y nunca entendiste por qué este dato es relevante para vos? Te cuento por qué este indicador el algo que tenés que tener en cuenta.
Cuando escuchamos hablar de la economía argentina, es común que entre los datos de dólar, tasa en pesos y bonos se mencione algo llamado “riesgo país”. Pero ¿qué significa exactamente este término y por qué debería interesarnos?
De manera simplificada, el riesgo país funciona como una especie de termómetro de solvencia para los países, sería una suerte de VERAZ para los gobiernos soberanos. A medida que el índice es más alto (como lo fue a principios de este año), demuestra que el gobierno en cuestión enfrenta -en las condiciones en las que se encuentra- a mayores dificultades en su capacidad de pago. Consecuentemente por mala reputación, tiene menos probabilidades de que le presten dinero nuevo, o incurra en nuevos pedidos de préstamos en organismos internacionales.
Mide entonces la probabilidad de que un país cumpla o no con sus compromisos financieros internacionales, como pagar deudas a tiempo o en las condiciones pactadas. Es decir, refleja qué tan riesgoso es para los inversores prestar dinero a ese país en comparación con prestar dinero a Estados Unidos, que es considerado el país más seguro para invertir.
Este índice lo calcula un banco de inversión llamado JP Morgan y se expresa en puntos. Cuantos más puntos tenga, mayor es el riesgo que perciben los inversores internacionales al invertir en ese país.
¿Qué es lo que hace que a diario suba o baje? Según la confianza que tienen los inversores y tiene mucho que ver con la diaria de nuestro país, de su gobernanza, de su estrategia fiscal y monetaria.
El riesgo país refleja qué tan riesgoso es para los inversores prestar dinero a ese país en comparación con prestar dinero a Estados Unidos.
Laura Pereyra, PIN Capital.
En muchos países el eje económico se visualiza a largo plazo. Tomemos por caso a Uruguay que en este momento está en etapa de ballotage entre dos partidos antagónicos. La política monetaria o su estrategia respecto a la deuda de este país se mueve centímetros del rumbo pactado. Con lo cual su espectro político no hace temblar sus puntos básicos de riesgo país.
Un país que sabe que debe hacerle honor a las deudas tomadas por el gobierno de turno siempre priorizará cumplir con sus obligaciones. Entonces si los inversores creen que la economía de un país es sólida, su riesgo país será bajo. Pero si ven señales de problemas económicos, problemas de consenso o gobernabilidad, como inflación alta, recesión, o falta de divisas para pagar deudas, este riesgo aumenta.
Pero en sí mismo, ¿en qué me afecta a mi como ciudadano común? Aunque no lo veamos directamente, el índice impacta en nuestras vidas de varias formas:
- Costo de financiamiento: Cuanto mayor sea, más caro será para el gobierno o las empresas pedir prestado en el exterior. Esto afecta no solo al gobierno, que quizás tenga que pagar más intereses para financiar obras públicas, sino también a las empresas privadas, que encuentran más difícil y costoso conseguir crédito. Esto se ve plasmado también en el crédito que pueden tomar las provincias, que deberán tomar tasas excesivas si quieren cumplir con pagos de obras, ampliar infraestructura o financiar de corto plazo un descalce en los sueldos de su planta pública. El caso más manifiesto de esto es La Rioja. Una provincia sobre endeudada respecto de sus ingresos (que gasta más de lo que le ingresa) y que no puede tomar deuda por las altas tasas de interés en dólares que debería validar. Entonces debe incurrir al crédito interno, con sus propios ciudadanos entregando una cuasimoneda como los “chachos” que hoy compiten con su provincia.
- Dólar y precios: Un riesgo país alto suele reflejar una economía con problemas, lo que suele ir acompañado de una presión sobre el tipo de cambio. Esto significa que el dólar sube y, por ende, también lo hacen los precios de muchos productos. Está intrínsecamente relacionado entonces con altas tasas de inflación. Y la inflación es la erosión más grande que puede recibir el poder adquisitivo de los ciudadanos de a pie.
- Inversión extranjera: Los inversores prefieren países con un riesgo bajo. Si el riesgo país es alto, muchos inversores pueden decidir no traer su dinero a Argentina, lo cual limita las oportunidades de crecimiento económico, empleo y desarrollo. Esto es -lamentablemente- demasiado conocido por todos. Empresas que incluso deciden retirar sus posiciones y cerrar sus tiendas y plantas de producción dejando altas tasas de desempleo.
¿Por qué debemos estar atentos al riesgo país?
Porque puede ser una especie de “termómetro” de la economía. Si vemos que sube, es probable que se avecinen tiempos difíciles, ya que refleja una baja confianza de los inversores en la estabilidad del país. Si baja, es señal de que hay una mejora en la percepción de nuestra economía.
Cerrando esta edición tenemos 952 puntos básicos de Riesgo País. Esto luego del período de exteriorización de dinero en efectivo del proyecto de “blanqueo” que dejó un poco más de US$18.000 millones dentro del sistema financiero. Esto es tomado como síntoma de estabilidad y confianza.
Para entender bien el riesgo país, también es útil conocer el concepto de tasa benchmark, que es una referencia clave en el mundo financiero. Cuando hablamos de Benchmark nos referimos a una tasa de interés utilizada como “punto de comparación” o “tasa de referencia”.
El riesgo país puede ser una especie de “termómetro” de la economía. Si baja, es señal de que hay una mejora en la percepción de nuestra economía.
Laura Pereyra, PIN Capital.
En este caso, la comparación más común es contra los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años. ¿Por qué? Porque se considera que son de bajo riesgo debido a la estabilidad de su economía y su historia de cumplimiento de pagos. Es en lo que en la jerga se conoce como “tasa libre de riesgo”.
Tal como dijimos antes, el riesgo país se calcula tomando en cuenta la diferencia entre el rendimiento de los bonos del país evaluado y la tasa benchmark, es decir, el rendimiento de los bonos de Estados Unidos a 10 años.
Esta diferencia se expresa en puntos básicos (cada punto básico es el 0,01%) y refleja el “extra” que los inversores esperan ganar para compensar el riesgo adicional de invertir en un país en lugar de hacerlo en Estados Unidos.
Por ejemplo, si la tasa de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años es del 4.3% (como en la actualidad) y el rendimiento de los bonos de Argentina es del 14.3%, la diferencia de 10 puntos porcentuales (o 1000 puntos básicos) sería el riesgo país de Argentina. Cuanto mayor es esta diferencia, mayor es el riesgo asociado con ese país.
Es lo mismo pensar: ¿a qué tasa saldría hoy al mercado con un nuevo bono o emisión de deuda soberana argentina? Estamos hablando de 9.50 más esos 4.30, debería validar una emisión costosísima en torno a los 15.8% anual. Una tasa impensada para cualquier economía. Por tal motivo es que escucharán al equipo económico hablar de las intenciones de volver a mercado internacional de deuda cuando el riesgo país baje de los 600 o 500 puntos básicos.
Mayores infraestructuras como las que necesita el desarrollo del campo (rutas, puertos, autopistas) o de la conclusión de obras viales o explotar mayores recursos tales como la minería el petroleo impactará consecuentemente en la posibilidad de desarrollo. Para que eso suceda, es virtuoso salir a tomar deuda para financiar esos proyectos de largo plazo, logrando una mayor estabilidad independientemente de quien sea la fuerza gobernante.
En resumen, aunque el riesgo país puede parecer un concepto abstracto, nos afecta a todos. Nos ayuda a entender cómo nos ven los mercados internacionales y cómo esa percepción se traduce en las condiciones de vida dentro del país.
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