Gran logro en Valle Medio: así produce genética porcina el emprendedor Bernardo Santos
En su granja "La Carmela" y con una importación desde Canadá el productor Bernardo Santos acaba de dar un gran salto cualitativo en su emprendimiento en Luis Beltrán. Cómo lo hizo. De qué se trata. La importancia de su logro.
Producir es una actividad económica y laboral esencial en cualquier comunidad pero para muchas personas la producción agropecuaria es una pasión. Soportar las inclemencias, las largas jornadas laborales, buscar asesoramiento continuo, intentar ubicarse en los mercados, buscar líneas de financiamiento, hacer frente a la presión impositiva, surfear la crisis económica nacional, todo eso se sobrelleva porque todos los días se trabaja en algo que apasiona.
Así es como se vive la actividad en “La Carmela”, una granja porcina ubicada a siete kilómetros del casco urbano de Beltrán, en el Valle Medio rionegrino. Bernardo Santos, el impulsor de este emprendimiento, disfruta de producir, y siempre está buscando cómo mejorar su granja, qué novedades hay en el sector y cómo se puede avanzar.
Un par de semanas atrás logró dar un pequeño pero gran paso en su búsqueda de mejorar genéticamente la granja porcina. A través de la empresa Topigs Norsvin, logró traer cinco cerdas desde Canadá hasta el Valle Medio, y así empezar una cadena de mejoramiento genético, que tendrá sus frutos dentro de dos años aproximadamente.
Estas cerdas fueron importadas de una zona de Canadá que tiene el mismo estatus sanitario que la Patagonia. Debieron hacer la cuarentena correspondiente en su país de origen y luego una cuarentena al llegar al país, en las instalaciones que tiene Senasa en Buenos Aires para este tipo de importaciones.
Granja “La Carmela” es una granja porcina pequeña, que cuenta con 70 madres, con instalaciones nuevas, que se inició en 2018 como parte de un hobby y de a poco fue creciendo.
Una de las mayores dificultades que se presentaron a medida que se desarrolló la actividad fue el mejoramiento genético del plantel de madres y por ello se iniciaron el año pasado las gestiones para poder dar una solución a este limitante.
Estas cerdas canadienses -que son las mimadas del criadero- genéticamente son bisabuelas y la idea es producir abuelas y luego madres, que recién se podrán comercializar en el 2025.
“Las cerdas madres que se produzcan tendrán mejor actitud materna y mayor cantidad de camadas más grandes de lechones, con mayor peso a la hora del destete. Además los cerdos que se logren tendrán más y mejor calidad de carne y menor tenor graso”, explicó Santos.
El consumo de carne porcina ha tenido un importante crecimiento en los últimos años y se presenta como una alternativa interesante para pequeños productores.
Cómo se preparó Bernardo Santos para este nuevo desafío
La idea de criar cerdos siempre fue un proyecto de este productor. Por ello, luego de distintas actividades laborales, Bernardo Santos se decidió a poner en marcha una granja. Es una actividad muy demandante y en la que fue especializándose de a poco. Con el asesoramiento de distintos veterinarios, visitando criaderos de distinta envergadura en las provincias de Santa Fe, Córdoba y de la Patagonia, y participando en distintas instancias de capacitación, fue perfilando cómo quería que fuera su granja.
La proyección a futuro puede llegar a ser amplia pero no es el objetivo primordial, en este emprendimiento lo que prevalece es el disfrute de producir.
“¿Cómo sigue esto? Por ahora la pretensión es consolidarnos como núcleo de reproducción de cercas F1 al sur del río Colorado. Tenemos que sumar más tecnología, sobre todo para enfrentar el verano con este proyecto. Y duplicar a 150 madres, un gran objetivo a mediano plazo”, comenta este productor a “Río Negro”. ¿Qué es un F1 en cerdos? Es un cruce entre Danish Yorkshire y Danish Landrace. El resultado es la cerda de producción más idónea para la producción de cerdos de engorde en cuanto a rentabilidad y eficacia productiva.
La familia de Bernardo Santos, productores de toda la vida
“Empecé en esto porque me gustó la actividad de criar cerdos y luego vi la oportunidad en este nuevo desafío productivo”.
La idea de criar cerdos siempre convivió en la familia Santos, de origen español, de la zona de Castilla, donde se producen los cerdos alimentados a bellotas, para luego producir chacinados de primera calidad. Con esta historia, Bernardo Santos se decidió a poner en marcha una granja.
Con el asesoramiento de distintos veterinarios, visitando criaderos de distinta envergadura en Santa Fe, Córdoba y de la Patagonia, y participando en distintas instancias de capacitación, fue perfilando cómo quería que fuera su granja. Él y su personal debieron aprender a vacunar, atender los partos, inseminar y tener un control sanitario riguroso dentro del predio. Es así como fue creciendo en la actividad y destacándose, se recoge de testimonios de profesionales del agro regional que lo conocen a Santos y que lo reivindican en esta etapa última suya como un incansable y entusiasta productor rionegrino.
Edición: Horacio Lara, hlara@rionegro.com.ar
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