Se desploman las ventas de manzanas hacia los diferentes destinos
La falta de producción está golpeando al sistema. Mercado interno cae 35% en este primer bimestre y las exportaciones se hunden 62%. Las peras, siempre hablando de volumen, algo mejor.
La actividad frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén sigue sin reacción. Las estadísticas al cierre del primer bimestre de este año dan cuenta de que se comercializaron poco más de 27.700 toneladas de manzanas, volumen que refleja una caída interanual del orden del 47% y del 58% cuando se la relaciona con las estadísticas consolidadas de los primeros dos meses de 2020.
Esta sensible baja que se observa en el mercado responde principalmente a las mermas de cosecha observadas en la presente temporada, que algunos la estiman del orden del 30% respecto del año pasado.
El mercado interno fue el que más se vio resentido con las mermas en volumen. Los datos oficiales, dados a conocer en un reciente informe elaborado por el Senasa, reflejan que las ventas hacia este destino alcanzaron las 20.042 toneladas, mostrando una caída del 35% respecto de mismo período 2021. En términos nominales, poco más de 10.000 toneladas de manzanas no llegaron a las góndolas locales.
Los niveles de exportación también se resintieron. En este primer bimestre solo 2.500 toneladas fueron orientadas al exterior. La caída relativa en relación con el 2021 fue del 62%; un índice que refleja la crítica situación que atraviesa la actividad con su comercio externo.
La industria de concentrados no fue ajena a esta pérdida de volumen en cosecha. Los datos oficiales destacan que poco más de 5.100 toneladas de manzanas se orientaron a la elaboración de jugos concentrados. Unas 9.000 toneladas menos que el año pasado.
Los números son realmente preocupantes. Las mermas en la producción -consecuencia de las heladas y las tormentas de granizo en primavera- afectaron sensiblemente a todo el sistema frutícola. Los productores que pudieron salvar su fruta y cuentan con lotes de calidad, deberán hacer las cuentas si el sobre precio que puedan lograr por esa fruta compensa la falta de volumen en sus plantas. Los empresarios que comercializan su fruta en fresco deberán pagar precios por encima de lo que proyectaban en esta temporada para poder cumplir con sus compromisos externos e internos. Las industrias, van en esta misma línea. Ante la falta de oferta deben levantar el precio por la tonelada de fruta que compran.
Peras, mejor
El trabajo del Senasa revela que el comercio de peras en estos primeros dos meses del año, en lo que se refiere a volumen, muestra caídas relativas mucho menores en todos sus mercados.
Al cierre de febrero se exportaron 55.800 toneladas de peras, un 5% menos que durante el mismo período del año anterior.
En este punto hay que señalar que el impacto -sobre el volumen- de la crisis que generó la invasión rusa, con la ruptura del equilibrio del mercado, no se refleja en esta primera estadística presentada. Recién a partir de los cierres de marzo se podrán evaluar sus efectos reales.
El mercado interno se mantuvo sostenido, con subas de colocaciones en torno al 5% interanual; mientras que hacia la industria se destinaron poco más de 51.000 toneladas de peras lo que representa un 8% menos del consolidado durante el mismo período del año anterior.
La actividad frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén sigue sin reacción. Las estadísticas al cierre del primer bimestre de este año dan cuenta de que se comercializaron poco más de 27.700 toneladas de manzanas, volumen que refleja una caída interanual del orden del 47% y del 58% cuando se la relaciona con las estadísticas consolidadas de los primeros dos meses de 2020.
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