Satélites aliados del agro
El INTA Alto Valle y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) firmaron un convenio. Usarán las imágenes generadas por la misión SAOCOM en sistemas productivos de las zonas áridas y semiáridas de la Norpatagonia.
Por INTA Alto Valle
Las actividades socioeconómicas que se desarrollan en ambientes áridos y semiáridos de la región dependen, entre otros factores, de la oferta del recurso hídrico y su disponibilidad en el suelo. Por eso, el INTA y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) trabajarán conjuntamente en la aplicación de herramientas satelitales en la región para determinar distintas variables ambientales asociadas al sistema productivo local.
Mediante la puesta en órbita de los satélites SAOCOM –1A y B– la Argentina tiene acceso a información estratégica para las actividades productivas como, por ejemplo, conocer el agua disponible en los suelos. La constelación esta equipada con tecnología compleja que aporta otras capacidades de observación de la Tierra. En particular, la observación del espectro electromagnético en la región de las microondas, mediante un radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés), aporta una información relevante y complementaria a otras tecnologías ya existentes, ya que es capaz de atravesar las nubes, la vegetación y tomar una verdadera “radiografía” de los suelos.
Además de detectar la humedad del suelo (entre otros usos) en forma remota desde el espacio, esta información es clave para la toma de decisiones en agricultura, como el riego, la siembra de cultivos, la aplicación de fertilizantes o agroquímicos. También, se relaciona con el control de plagas y enfermedades, la estimación de rendimientos y la programación del riego. Funciona como fuente de información para aplicaciones hidrológicas, costeras y oceánicas, gestión de emergencias ambientales, entre otras aplicaciones.
“Estos sensores son los primeros en la Patagonia y forman parte de una base de datos georreferenciada a nivel nacional”
Ángel Muñoz, profesional del INTA Alto Valle
A raíz de este convenio y como primera actividad conjunta, se instalaron sensores de medición continua en una chacra de viñedos en la localidad de Luis Beltrán con el objetivo de medir humedad, temperatura y salinidad de esos suelos. Allí se conformó el sitio número 81 de la red telemétrica de medición continua que dicha institución tiene distribuida en el país.
“Estos sensores son los primeros que se instalan en la Patagonia y forman parte de una importante base de datos georreferenciada a nivel nacional que profesionales de la CONAE utilizan, por ejemplo, para la elaboración de los mapas de humedad del suelo”, señaló Ángel Muñoz, profesional del INTA Alto Valle, y remarcó: “Aunque este convenio tiene múltiples propósitos, uno de los más importantes es que nos permitirá elaborar por primera vez los mapas de humedad del suelo en el Alto Valle y en el Valle Medio, producto que actualmente solo se encuentra disponible para la pampa húmeda”.
Los mapas de humedad de suelo en zonas áridas y semiáridas adquieren mayor relevancia si se tiene en cuenta que esos ambientes representan casi el 75 por ciento de la superficie de nuestro país. Estas herramientas son de gran utilidad, por ejemplo, para optimizar el manejo de los sistemas de riego en función de las necesidades hídricas reales de los cultivos.
Por su parte, Ayelen Montenegro –profesional de la misma unidad del INTA– comentó que el análisis de la información satelital junto con datos relevados a campo en el territorio permitirá elaborar otros productos relevantes para la producción. “Esperamos que este proceso nos permita obtener una capa de usos del suelo de los valles, es decir, una capa que indique los cultivos presentes en el territorio y cómo están distribuidos, generando información fundamental para tomar decisiones en el uso de recursos tecnológicos y económicos para esas actividades”.
Además de detectar la humedad del suelo (entre otros usos) en forma remota desde el espacio, esta información es clave para la toma de decisiones en agricultura, como el riego, la siembra de cultivos, la aplicación de fertilizantes o agroquímicos.
De acuerdo con los profesionales, la capacidad de los satélites SAOCOM con su radar SAR brinda información precisa y en tiempo real que colabora con la toma de decisiones en un contexto climático adverso. “Se espera lograr una gestión lo más razonable posible de los recursos naturales disponibles y un menor margen de error en la toma de decisiones agronómicas vinculadas a aspectos productivos claves, así como para disponer de información para manejar la sanidad y requerimientos hídricos de los cultivos”, manifestaron.
Asimismo, los investigadores destacaron que “a diferencia de otros satélites, los SAOCOM son una tecnología íntegramente desarrollada en la Argentina y su operación en manos de la CONAE permitirá no solo disponer de las imágenes disponibles, sino también captar aquellas que permitan realizar estudios con datos planificados para los objetivos de investigación que abarca este convenio”.
La información satelital es hoy una herramienta esencial para la planificación y la toma de decisiones a diferentes escalas por gobiernos, productores agropecuarios y las organizaciones. “Los satélites están recopilando información que tiene una inmensa potencialidad para el agro, por eso creemos que es clave la interacción de ambas organizaciones para poner estas herramientas al servicio del desarrollo rural”, concluyeron.
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